Los cambios de humor en el embarazo

Los cambios de humor en el embarazo
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 22 septiembre, 2019

El embarazo es, para cualquier mujer, una de las etapas más emocionantes de la vida pero a la vez pueden suponer un meses estresantes, por muy deseado y buscado que sea el bebé y por muy ilusionada que esté la mamá. Siempre se van a experimentar multitud de cambios, tanto a nivel hormonal, como en la vida de la persona: cambios corporales y físicos, laborales, en la pareja, etc.

Por lo tanto, los altibajos anímicos que sufre una mujer embarazada son totalmente normales y tanto la pareja, como los que la rodean en este precioso momento de su vida, han de ponerse en su lugar y apoyarla incondicionalmente.

Embarazo y hormonas, ¿qué ocurre?

Los cambios hormonales durante el embarazo llevan consigo ciertas fluctuaciones emocionales que merece la pena considerar. Se deben al gran aumento de progesterona y estrógenos, lo que hace que la mujer se muestra más emocional que de costumbre, aunque no deje de ser racional.

Podemos pasar de la risa al llanto sin saber por qué, de la euforia a la tristeza o de la paz a la ansiedad.

Mujer embarazada agotada

Lo más importante es conocer que esto funciona así y no darle más relevancia de la que tiene ya que, aunque sea muy molesto estar un día con una sonrisa y otro llorando, las hormonas son necesarias para que el embarazo se desarrolle de forma apropiada. Su existencia mejora el sistema inmune de la mujer, previene una nueva ovulación y protege de un posible aborto.

Aparte de estos cambios a nivel de humor, el aumento de progesterona y de estrógenos favorecen el que nos encontremos más cansadas, lo que a su vez también puede alterarnos emocionalmente si somos personas muy activas.

Además, se eleva la temperatura corporal y en el primer trimestre podemos experimentar en ocasiones una leve febrícula.

Los estrógenos también son responsables de que desarrollemos hipersensibilidad a determinados olores o sensaciones y por otra parte, inhibe la producción de serotonina, neurotransmisor encargado de la estabilidad emocional, por lo que no has de extrañarte si te pones a llorar y a reírte al mismo tiempo.

No todo son hormonas

Es cierto que los cócteles emocionales que se producen en esta etapa son muy potentes e inundan nuestro cerebro, lo que hace difícil el autocontrol, pero también el propio embarazo, por lo que supone y supondrá puede producir muchas emociones desbordadas en la mujer. Es normal que sientas miedo y ansiedad, ya que te vas a enfrentar a algo nuevo que no conoces, te preguntas si todo saldrá bien, si habrá muchos gastos, cómo será el parto, etc.

A veces puedes dudar sobre la decisión de haberte quedado embarazada y es normal, no te sientas mal por ello.

Toda decisión lleva consigo consecuencias y es verdad que tu vida ya no volverá a ser la que conocías. Tendrás que privarte a veces de ciertas experiencias y adaptarte a otras nuevas, pero te beneficiarás de otras mucho más alucinantes.

Mujer embarazada cansada

El cansancio, el sueño, las náuseas y todos los cambios físicos que se experimentan también pueden provocar que te sientas más irritada e incluso enfadada y es lógico, a nadie le gusta encontrarse mal, pero aun así, piensa que es el malestar más hermoso que vas a sentir y que tiene fecha de caducidad con final feliz.

Algo puedes hacer

El primer paso es aceptarte incondicionalmente con tus altibajos. Quizá no los puedas controlar fácilmente pero sí que tienes poder en cómo te juzgas a ti misma por tenerlos. Si tu diálogo interno es del tipo “soy una histérica insoportable”, “seré una mala madre como siga así” 0 “mi marido me va a mandar a la porra”, has de reemplazar inmediatamente esos pensamientos por otros más racionales y moderados.

Recuerda que es normal experimentar estos cambios, no eres un bicho raro, casi todas las mujeres sufren altibajos y eso no significa que sean unas personas “histéricas” si no unas personas que a veces, en esta etapa de su vida, se encuentran de bajón y que tienen derecho a ello.

Una vez te hayas aceptado y hayas aprendido a respetarte a ti misma, el siguiente paso es intentar desactivar esos miedos que surgen a raíz de tu nueva etapa.

Para ello, has de dejar de ponerte siempre en el peor escenario: si tienes miedo de si las cosas saldrán bien o no, piensa en por qué tendrían que salir mal, en qué es más probable que ocurra con los medios que tenemos actualmente y en la cantidad de mujeres que tienen hijos y todo transcurre de forma normal.

Deja de pensar en ello porque lo que tenga que suceder, sucederá, al margen de que tu le des más o menos vueltas al asunto.

Mujer embarazada con un vestido rojo sujetándose la barriga

Disfruta más de todo, y cuando digo de todo, es de todo, incluso de la parte mala. Para ello, has de pensar que todo forma parte de la maravilla que es traer una persona al mundo. Piensa en lo que estás haciendo: junto a tu pareja, has creado vida, un ser humano que tendrá su papel en el mundo y que lo va a conocer gracias a vosotros.

Por último, aprovecha esta etapa para reinventarte, es verdad que tendrás que estar mucho tiempo inactiva, pero puedes seguir haciendo cosas. Quizá puedas recuperar esa afición que abandonaste hace tiempo y tanto te gustaba. Se trata de con qué actitud encaras tu embarazo y ahí si que tienes poder de elección.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.