Cociente de imaginación: la creatividad se podrá medir dentro de poco

Las cosas más bonitas y extraordinarias que nos rodean ahora fueron antes el material de la imaginación de muchos. Parece que esta asombrosa facultad, esencial para buena parte de lo que conocemos como progreso, podrá medirse y evaluarse dentro de poco.
Cociente de imaginación: la creatividad se podrá medir dentro de poco
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 16 febrero, 2023

Soñar despierto. Sumergirse en un mundo paralelo de posibilidades infinitas. Jugar mentalmente con ideas novedosas y casi imposibles, con escenarios y experiencias poco comunes. Crear mentalmente un proyecto, dar forma a una historia, a una composición musical. Vernos a nosotros mismos en situaciones futuras en las que sentirnos felices y autorrealizados…

Decía Julio Verne que todo aquello que una persona pueda imaginar podrá hacerlo realidad. De hecho, buena parte de lo que nos rodea perteneció antes al vasto universo de la imaginación. Los edificios, cualquier ingeniería tecnológica, los libros y hasta los tratamientos médicos. Todo avance es el resultado de un concepto que alguna persona imaginó en algún momento.

Esto explica por qué Albert Einstein consideraba que la imaginación es, a menudo, más decisiva que el propio conocimiento. Es un modo de ensanchar nuestra mente para dar forma a nuevas posibilidades que, tarde o temprano, podrán materializarse. Estamos ante un constructo de gran relevancia para el ser humano al que debemos prestarle más atención…

La imaginación más útil es aquella que sigue un propósito y que no busca solo hacernos escapar de la realidad.

Hombre trajeado pensando en el cociente de imaginación
Las ensoñaciones son también un mecanismo para potenciar la inteligencia.

Cociente de imaginación: definición e investigaciones

Todos venimos al mundo con un potencial creativo extraordinario. Sin embargo, a medida que crecemos y nos convertimos en adultos, nuestra imaginación se marchita. Sigue estando ahí, como algo residual a lo que no echamos mano de vez en cuando. De algún modo, se nos convence de que solo los ingenuos y los niños sueñan despiertos. Como si esta práctica careciera de valor y trascendencia para el ser humano.

Sir Ken Robinson, uno de los mayores expertos en educación, solía decir que las escuelas matan la creatividad. Bien es cierto que nuestra sociedad y las metodologías educativas no siempre cuidan o potencian esta variable. Lo cual puede ser todo un error y hasta una tragedia táctica en vista de un hecho indiscutible. Ante un futuro lleno de desafíos, necesitamos personas innovadoras que den respuesta a los más variados problemas.

La imaginación es una herramienta de gran valor para nuestro progreso y por ello se creó el Instituto de la imaginación (Filadelfia), dirigido por el psicólogo cognitivo Scott Barry Kaufman. En esta institución están presentes figuras como Martin Seligman o Robert J. Sternberg. Uno de los propósitos de cara al futuro es desarrollar un instrumento que mida el cociente de imaginación.

Pero… ¿Qué es realmente la imaginación?

La Universidad de Nuevo México ya desarrolló en el 2016 un instrumento para evaluar la creatividad humana. La investigación destacó en sus concusiones que la imaginación es una construcción cognitiva altamente compleja. No es soñar despierto. No es solo dejar la mente volar, poner a la mente en un estado en el que se siente totalmente cómoda; en realidad, el cerebro pone en marcha los mecanismos más sofisticados.

Imaginar implica activar la memoria episódica, realizar simulaciones mentales, visualizaciones, poner en práctica el pensamiento futuro y hasta navegaciones espaciales. Tal proceso está mediado por regiones como el lóbulo frontal medio caudal/rostral, el hipocampo, el lóbulo temporal y el núcleo accumbens.

Imaginar, crear, divagar y manipular mentalmente ideas, conceptos y posibilidades es un ejercicio natural que deberíamos practicar a diario. Sin embargo, al llegar a la edad adulta, nuestro estilo de vida apenas nos deja espacio a la imaginación. En ese momento, este constructo psicológico pierde su potencial.

Un instrumento para medir tu cociente imaginativo: ¿de qué nos serviría?

El Instituto de la imaginación, financiado por la Fundación John Templeton, tiene como fin desarrollar un instrumento que mida el cociente de imaginación. Estaría orientado a todo sector de la población. Saber cuál es el potencial de una persona en este constructo nos permitiría valorar múltiples dimensiones.

Según los responsables del desarrollo de este test, las áreas que se evaluarían serían las siguientes:

  • Ensoñación placentera.
  • Planificación.
  • Ensoñación significativa.
  • Inconsistencia.
  • Ensoñaciones extrañas o fantasiosas.

Para entender su trascendencia, basta con poner un ejemplo: las personas con una elevada ansiedad y estrés evidencian una menor capacidad imaginativa. Es más, lo que imaginan tiene casi siempre una valencia negativa. Una baja imaginación reduce la oportunidad de resolver problemas complejos o de formular nuevas metas cuando ciertos objetivos fallan.

Ser creativo es reflejo de una mente flexible, optimista y focalizada en unos propósitos. Disponer de un recurso para evaluar el cociente de imaginación nos permitiría evaluar diversas áreas de nuestra salud mental.

Si bien ser altamente creativos es muy beneficioso para nuestro bienestar, caer en una ensoñación excesiva (refugiarse de manera constante en nuestra imaginación) puede ser algo patológico.

Mujer pensando en el cociente de imaginación
Poner la imaginación a nuestro servicio para lograr metas es una estrategia muy beneficiosa.

Soñar despierto en algún momento del día potencia tu ingenio

El cociente de imaginación se desarrollará en un futuro. Con él descubriremos varias cosas. La primera es que hay dos tipos de ensoñaciones, las útiles y las inútiles. Estas últimas son las que no nos llevan a ningún lado, no nos permiten lograr objetivos y, en ocasiones, resultan poco placenteras (como las que experimentan las personas con ansiedad o depresión).

La ensoñación útil es aquella que se experimenta como placentera (alivia el estrés) y, además, actúa como un mecanismo de innovación para lograr los objetivos que nos proponemos. Soñar e imaginar tienden el puente hasta nuestros logros y éxitos más elevados. Esto nos conduce a ese otro aspecto que debemos tener presente.

Soñar despierto puede ser una inversión diaria con rendimientos muy interesantes. Hacerlo no es perder el tiempo, es ganar en ideas, en esperanzas y en motivación. Es dejar que la mente juegue, como cuando éramos niños y creíamos que todo es posible. Hagámoslo, volvamos a esa infancia y dejemos que los pensamientos vuelen y se diviertan creando nuevas posibilidades…


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Chavarría, M. Á. (2015). La eficacia de la creatividad: Creactívate. ESIC Editorial.
  • García-Ramírez, J.M. Predictibilidad y creatividad narrativa. ULU, 1: 1-6 (2015). [http://hdl.handle.net/10481/39368]
  • Jung RE, Flores RA, Hunter D. A New Measure of Imagination Ability: Anatomical Brain Imaging Correlates. Front Psychol. 2016 Apr 18;7:496. doi: 10.3389/fpsyg.2016.00496. PMID: 27148109; PMCID: PMC4834344.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.