Color y personalidad: ¿cómo se relacionan?
A pesar de que un gran número de personas piensa que los colores no guardan relación con los sentimientos, opiniones o conductas, existen otras cuantas que creen firmemente en la relación entre color y personalidad. De hecho, seguro que son pocas las personas que eligen un color que les desagrada para vestirse o pintar su salón.
Sin ir más lejos, casi todas las personas afirman tener uno o más colores preferidos. Ahora bien, si se les pregunta por la razón de esta preferencia, muy pocas serían capaces de explicarlo. Por lo tanto, parece que existe algo inherente al individuo que mantiene un vínculo idiosincrático con las preferencias por un color u otro. El campo de estudio de la psicología del color se encarga de profundizar en ello.
Color y personalidad: diferencias interindividuales
Cada persona percibe los colores de diferente forma y les otorga diferentes significados. Ya no solo las diferencias funcionales en el sistema perceptivo-sensorial pueden suponer diferencias en la percepción cromática -más aún si existen alteraciones como el daltonismo-, sino que la historia de vida de cada persona tiende a asociar tonalidades emocionales diferentes a cada color percibido.
Por ello, tratar de deducir a este respecto reglas comunes y de observación replicable entre diferentes personas puede resultar bastante complejo. Incluso, esto se complica más debido a los siguiente hechos relacionados:
- Un mismo color tiene diferentes versiones -algunas más frías, otras más cálidas- que pueden elicitar distintos tipos de reacciones emocionales en la persona aun tratándose del mismo color.
- En ocasiones, existe una disociación entre los valores y las preferencias. Una persona puede elegir un color determinado para un contexto, mientras que prefiera otro diferente para otra situación. Por ejemplo, el color negro puede ser sinónimo de clase y elegancia para algunos, mientras que para otros está relacionado con la oscuridad y el duelo.
“Déjame, déjame sumergir el alma en los colores; déjame tragar la puesta de sol y beber el arco iris”.
-Khalil Gibran-
Estudio de la relación entre color y personalidad
En la mayoría de las ocasiones, el color de los objetos influye de manera evidente en la elección de las personas. No obstante, no existe demasiada evidencia científica que lo confirme, ya que gran parte de las conclusiones de los estudios de investigación se derivan de una evidencia circunstancial.
“El color debe ser pensado, soñado, imaginado”.
-Henri Matisse-
Así, a pesar de que no se dispone de un andamiaje científico sólido que valide la relación entre el color y la personalidad, sí que existen algunos principios y fenómenos aceptados globalmente en el ámbito psicológico. Por ejemplo, hay cierto consenso a la hora de afirmar que los colores de preferencia de una persona reflejan, en cierta medida, su estado psicofísico y cognitivo.
Por otro lado, algunos profesionales de la psicología interesados en este tema proponen que, en general, no es positivo evitar un color. Al contrario, afirman que es recomendable tratar de incorporar un poco de cada color, ya que esto indicaría un mayor equilibrio psicoafectivo.
Dime tu color y te diré tu personalidad
Todo parece indicar que la mayoría de las personas suelen recurrir a la elección de un color u otro según diferentes aspectos de su día a día, ya se trate de ropa, decoración o alimentos, entre otras cosas. Por lo tanto, podría deducirse que las regularidades de la elección de los diferentes colores son el reflejo de regularidades de la personalidad y que ahí radica la unión entre ambos.
Lo que la psicología del color ha mencionado en alguna ocasión es que algunos cambios drásticos en la elección de un color u otro depende del estado de ánimo de una persona y sus dinámicas vitales.
Por otro lado, se ha hipotetizado que el cambio de un color preferido hacia otro puede responder a la necesidad de recurrir al nuevo color como ayuda para el desarrollo de nuevas cualidades para afrontar las circunstancias que han cambiado.
“El color es vida, porque un mundo sin color se nos presenta como muerto. Los colores son las ideas primordiales, los hijos de la luz”.
-Johannes Itten-
El color de la personalidad y los rasgos personales
Para finalizar, presentamos algunos atributos de personalidad que la psicología, a lo largo de los años, ha asociado con colores específicos:
- Rojo. Sugiere fuerza de voluntad, ambición y energía.
- Azul. Delimita una tendencia al mantenimiento de un conjunto fijo de principios y valores y el deseo de vivir de acuerdo a los mismos.
- Amarillo. Podría indicar una personalidad soñadora y perfeccionista.
- Verde. Sugiere una marcada preferencia hacia la seguridad y el reconocimiento.
- Naranja. Puede indicar el deseo constante de interrelacionarse y pasar tiempo con otras personas.
- Negro. Se relaciona con la fortaleza de voluntad y la independencia.
- Marrón. Sugiere un gusto por la vida sencilla y por la formación de fuertes vínculos de amistad.
- Blanco. Las personas con esta tipología de personalidad buscan la la simplicidad, la apertura y la pureza.