Cómo actuar ante una crisis epiléptica
Saber cómo actuar ante una crisis epiléptica es fundamental para ofrecer el socorro adecuado. Si bien es cierto que no hay mucho que podamos hacer para detener la convulsión, nuestro apoyo puede contribuir a que la persona no sufra daños mayores.
La epilepsia es una enfermedad neurológica que afecta a la actividad eléctrica del cerebro. Es cierto que existen distintos tipos de epilepsia, con causas y síntomas diferentes. Sin embargo, la mayoría se caracterizan por producir convulsiones impredecibles que suelen dar lugar a consecuencias neurobiológicas, cognitivas y psicológicas.
Los factores que favorecen estas convulsiones son numerosos. Por ejemplo, falta de sueño, consumo de drogas, etc. A veces, los deportes que requieren una respiración muy rápida, como el fútbol o el baloncesto, pueden desencadenar también convulsiones epilépticas.
La mayoría de las veces, debes saber que la epilepsia desaparece una vez alcanzada la pubertad. Sin embargo, puede volver a suceder si regresa el factor desencadenante.
Algunos estudios confirman que una vez que se realiza el diagnóstico de epilepsia, un primer medicamento tendrá un 50% de probabilidad de controlar las convulsiones. Más tarde, un segundo puede mejorar la situación en un 15% más de pacientes, y los ensayos posteriores alcanzarán una tasa de éxito aún menor.
La elección del medicamento se basará en tres ejes principales: el contexto específico del paciente, las propiedades farmacológicas de los medicamentos y la experiencia del cuidador.
Cómo actuar ante una crisis epiléptica
Cuando la mayoría de las personas piensa en un ataque epiléptico, se les viene a la mente la imagen de una persona perdiendo totalmente el control. En realidad, en estos casos se produce una crisis tónico-clónica generalizada, también llamado convulsión de gran mal, que se caracteriza por afectar a toda la superficie del cerebro y en la que la persona puede gritar, caerse o sacudirse, y no darse cuenta de lo que sucede a su alrededor.
Por el contrario, las convulsiones parciales ocurren en una zona concreta que puede extenderse al resto de la corteza cerebral. Incluso, en algunos casos la persona experimenta, antes de la crisis, el aura. Se trata de una sensación a modo de aviso de que va a ocurrir una crisis.
Si te encuentras con alguna persona que sufre un episodio de este tipo y no sabes cómo actuar ante una crisis epiléptica, este es el procedimiento general que debes seguir:
- Permanecer al lado de la persona durante el ataque.
- Mantener la calma.
- Colocar a la persona en el suelo para evitar que se lastime.
- Voltear suavemente al sujeto hacia un lado. Esto le ayudará a respirar.
- Amortiguar su cabeza para evitar que se la golpee.
- Despejar el área alrededor del afectado. Retira los objetos con los que pueda entrar en contacto.
- Poner algo suave y plano, como una chaqueta doblada, debajo de su cabeza.
- Aflojar las ataduras o cualquier cosa alrededor del cuello que pueda dificultar la respiración.
- Puede ser necesario agarrar la mandíbula con cuidado e inclinar la cabeza un poco hacia atrás para abrir las vías respiratorias.
- No permitir que se ponga nada en la boca. Ni medicamentos, ni objetos ni agua.
- No sacudir a la persona ni gritar. Esto en ningún caso le ayudará.
- Pedir a las personas que están mirando que se queden atrás. El que sufre el ataque puede estar cansado, avergonzado o desorientado tras el mismo.
- Llamar a alguien para obtener asistencia adicional si es necesario.
“Si tienes salud, probablemente serás feliz, y si tienes salud y felicidad, tienes toda la riqueza que necesitas, incluso si no es todo lo que quieres”.
–Elbert Hubbard–
¿En qué casos debes solicitar ayuda profesional?
Lo primero que debes saber es que algunas convulsiones son más peligrosas que otras, pero la mayoría no requieren ayuda de emergencia. Lo importante es concentrarse en mantener a la persona a salvo. Sin embargo, algunas veces es necesario contar con un profesional de la salud. Te recomendamos solicitar ayuda en las siguientes circunstancias:
- Se trata del primer ataque de convulsión.
- La persona afectada está embarazada o es diabética.
- El ataque dura más de 5 minutos.
- La persona no recupera la conciencia tras sufrir las convulsiones.
- El individuo se hace daño.
- Aparecen problemas de respiración después de las convulsiónes.
- El individuo tiene fiebre alta.
- El incidente ocurre en el agua.
- La persona no recupera la conciencia.
- Se sufre un segundo ataque.
En definitiva, recuerda que si te encuentras ante una situación de este tipo es importante que tengas en cuenta estas pautas sobre cómo actuar ante una crisis epiléptica. Es una situación muy delicada en la cual tu actuación puede ser determinante. Si no estás seguro sobre cómo ayudar, recuerda que no pasa nada por solicitar la ayuda de un profesional.