¿Cómo inculcar a nuestros hijos actitudes positivas hacia el deporte?

¿Cómo inculcar a nuestros hijos actitudes positivas hacia el deporte?
Laura Reguera

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Reguera.

Última actualización: 23 mayo, 2018

¿Qué pueden hacer los padres para que sus hijos desarrollen actitudes positivas hacia el deporte? La verdad es que mucho. En sus manos está el poder para que sus pequeños adquieran la práctica del ejercicio físico como un pilar de su bienestar o para que acaben por dejarlo y no aprovechen este hábito saludable.

Ahora bien, los padres no solo influyen en eso, sino que también ejercen como modelos de sus hijos en las competiciones. Con sus comentarios y conductas desde las gradas pueden ayudar a que sus hijos tengan valores positivos en relación al deporte y a la competición o que, por el contrario, desarrollen una competitividad insana. ¡Descubre qué hay que hacer y qué no en este ámbito!

“Tienes que esperar cosas de ti mismo antes de poder hacerlas”.

-Michael Jordan-

Beneficios de inculcar actitudes positivas hacia el deporte

En primer lugar, veamos por qué es importante involucrarse en la adquisición de actitudes positivas hacia el deporte por parte de nuestros hijos. Por un lado, es fácil imaginar que esto les ayudará a que adquieran hábitos y conductas que van a propiciar que su salud global mejore. Con la práctica regular de ejercicio físico conseguiremos que se mantengan en un peso saludable y que no padezcan así enfermedades asociadas al sobrepeso, como la diabetes.

Niños jugando al fútbol

Además, va a propiciar que los niños interioricen la importancia del esfuerzo personal con el fin de lograr los objetivos deseados. Van a llevar consigo la idea de que las cosas hay que trabajarlas y que se consiguen en la medida en la que nos impliquemos en ellas. De esta manera, disfrutarán más no solo de la práctica deportiva que realicen, sino de todas las actividades en las que se involucren.

No solo eso: también tendrán unos criterios de éxito y fracaso mucho más acordes a sus habilidades personales. Con esto conseguirán que su autoconcepto y su autoestima sean más realistas y menos frágiles.

En definitiva, estarán motivados a hacer ejercicio y a trabajar por conseguir sus objetivos. Se van a empoderar y, por lo tanto, conseguirán un desarrollo personal y psicológico más sano. Y además, esto no se aplica solo al plano deportivo, sino que se generaliza a todos los aspectos de su vida.

“Todo es práctica”.

-Pelé-

¿Qué pueden hacer los padres para inculcar a sus hijos actitudes positivas hacia el deporte?

Una vez que tomamos conciencia sobre los abundantes beneficios que pueden adquirir nuestros hijos al hacer ejercicio, ¿qué podemos hacer para conseguir que se involucren en su práctica? ¿Cómo conseguir que adquieran actitudes positivas hacia el deporte? ¿Cuál es el rol que tenemos como padres en este ámbito tan relevante para su desarrollo?

“La gloria es ser feliz. La gloria no es ganar aquí o allí. La gloria es disfrutar practicando, disfrutar cada día, disfrutar trabajando duro, intentando ser mejor jugador que antes”.

-Rafael Nadal-

Niño nadando

En primer lugar, es fundamental hacer algo que, aunque pueda parecer obvio, muchas veces se nos olvida: interesarnos por cómo vive nuestro hijo la práctica deportiva que realiza. Para ello, hay que dialogar a menudo con el niño o la niña sobre este tema, preguntarle por sus vivencias al respecto, si lo pasa bien, cuáles son sus amigos del equipo, qué es lo que más le gusta, etc.

En segundo lugar, es muy importante que nos centremos en la experiencia que tiene el niño al realizar el deporte, es decir, cómo lo vive, en lugar de focalizar toda nuestra atención en el resultado obtenido en la competición. De esta forma, podemos valorar la actividad por los beneficios que puede conseguir nuestro hijo al realizarla como la diversión, la adquisición de valores o el bienestar físico entre otros, en lugar de solo por el rendimiento que se obtenga.

Además, esta última idea debe quedarle clara a nuestros pequeños. De esta manera, aprenderán a disfrutar del esfuerzo y a ser mejores cada día, a pesar de que en ocasiones no consigan hacerse con la victoria.

Por último, no hay que olvidar que tenemos el deber de involucrarnos también con la institución en la que los niños llevan a cabo la práctica. Es importante asistir a las reuniones que se organicen con los otros padres, así como acatar las directrices que indiquen los entrenadores. Por ejemplo, es necesario respetar su autoridad en la competición y no contradecir las órdenes que den a los niños en los partidos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.