Cómo afrontar el final de una relación de pareja
Afrontar el final de una relación de pareja no suele ser fácil. Después de compartir tiempo, experiencias y sentimientos con una persona, es duro tener que separarnos de ella. De hecho, las estadísticas muestran que gran parte de los suicidios a nivel mundial están causados por rupturas amorosas.
Sin embargo, se puede aprender a atravesar este proceso en el que el sufrimiento se vuelve casi un compañero de rutina y llegar a estar bien. Para ello, es necesario grandes dosis de esfuerzo y una actitud de seguir adelante. La recompensa será la recuperación de tu estado de calma a partir de la aceptación y liberación del dolor experimentado. Profundicemos.
El fin de una relación puede experimentarte como un proceso muy doloroso, pero del que se puede salir poco a poco.
Dónde poner el foco para afrontar el final de una relación de pareja
Prácticamente todos nos hemos sentido destrozados cuando nuestra pareja nos ha dejado. Las ilusiones terminan y parece como si en nuestro interior se instalara una profunda sensación de vacío de la que es difícil escapar. Además, nuestros pensamientos no dejan de dar vueltas sobre todo lo vivido. Incluso, cuando somos nosotros los que rompemos, en ocasiones también podemos sufrir bastante.
Así, para poder afrontar una ruptura, es necesario centrarse en dos aspectos fundamentales:
- Nuestra mentalidad.
- Nuestras acciones.
Cambiar ambas requiere mucho esfuerzo, pero es la única manera de afrontar el final de una relación de pareja de forma sana. Si te interesa aprender cómo hacerlo, ¡sigue leyendo!
Paso 1: Cambia tu mentalidad
El principal problema que tenemos frente a una ruptura es que nuestra forma de pensar no es la adecuada. Nuestras creencias nos perjudican en lugar de ayudarnos, y el sufrimiento se ve amplificado por todo lo que nos decimos a nosotros mismos.
Así, el primer paso para afrontar el final de una relación de pareja es modificar nuestra forma de pensar. Aunque existen muchas creencias dañinas en este sentido, una de las peores es la que nos lleva a decirnos que jamás encontraremos a otra persona. Esta forma de pensar es muy común, pero totalmente errónea. Plantéate por un momento la cantidad de personas con las que puedes formar una relación.
Pongamos que eres una mujer heterosexual, y que vives en una ciudad de más de 1 millón de habitantes. Aproximadamente la mitad de ellos serán hombres; unos 500,000. De todos ellos, digamos que el 90% no tendrían una relación de ningún tipo contigo, por estar ya casados, no ser compatibles con tus gustos, o tener una edad muy alejada de la tuya. Pues bien, incluso aunque ese porcentaje fuera cierto, aún quedarían 50,000 hombres con los que podrías ser muy feliz.
Lo cierto es que tu ex pareja no es tan especial como la ves ahora mismo. Aunque hayáis compartido muchas cosas, existen millones de personas en todo el mundo. Una vez que te recuperes, podrás encontrar a alguien más compatible contigo sin demasiados problemas.
No obstante, es importante tener en cuenta que no es recomendable terminar una relación y pretender comenzar otra de forma instantánea. Lo mejor es dejar pasar un tiempo para sanar tus heridas, procesar todo lo vivido, elaborar lo sucedido y reconstruirte.
Paso 2: Toma acción
Ahora bien, cambiar la manera en que pensamos no suele ser suficiente para afrontar el final de una relación de pareja. En estos momentos, tu vida seguramente estará patas arriba, ya que el espacio que ha dejado tu ex ha quedado vacío. Por ello, es necesario que te pongas manos a la obra para llenarlo con algo nuevo.
Y es que en este momento tú decides cómo quieres que sea tu futuro. Es muy posible que te sientas fatal, pero, ¿cómo quieres recordar esta época cuando mires atrás? ¿Quieres verte llorando y viendo películas románticas todo el día? ¿O prefieres verte sonriéndo a la adversidad y sentando las bases para que tu vida sea increíble?
Aunque tu dolor no te deje ver lo que tienes por delante, lo cierto es que tienes una gran oportunidad. De hecho, posiblemente tengas más tiempo libre y mucha más independencia. Además, afrontar el final de una relación de pareja puede proporcionarte dosis muy altas de motivación. Por eso, lo mejor que puedes hacer es aprovecharlas para construir algo grande en tu vida.
Mientras te recompones, plantéate una meta que te desafíe y ponte manos a la obra. Ahora mismo puede ser el momento perfecto para empezar a hacer ejercicio o escribir ese libro al que llevabas tanto tiempo dándole vueltas. Quizás te apetezca trabajar en tu atractivo para sentirte mejor contigo mismo. Incluso, ahora que ya no tienes un compromiso, puedes aprovechar para hacer un viaje largo que te permita desconectar.
La decisión está en tus manos. Recuerda que esta relación no es la única que vas a encontrarte en tu vida y que ahora es el momento de pasar a la acción. Solo tu puedes lograr que, cuando mires atrás y pienses en esta época, seas capaz de recordarte con una sonrisa.