Cómo las células inmunitarias influyen en el comportamiento sexual
¿Estamos “cableados” para actuar de manera más prototípicamente femenina o masculina, particularmente cuando se trata de comportamiento sexual? ¿En qué medida los diversos comportamientos sociales están biológicamente determinados y en qué medida se aprenden? Según un estudio reciente, las células inmunitarias (mastocitos) influyen en el comportamiento sexual.
El nuevo estudio, que analiza los cambios en un conjunto de células inmunitarias moldean el comportamiento sexual, plantea la pregunta de cómo puede la presencia de mastocitos, un cierto tipo de célula inmune, influir en el comportamiento sexual de una persona, haciendo que actúe de forma más “masculina” o “femenina.
Las células inmunes, muchas veces ignoradas como variables moduladoras, parecen jugar un papel importante a la hora de determinar si el comportamiento sexual de un animal será más prototípico de un hombre o una mujer. Los investigadores de la Universidad del Estado de Ohio, autores del estudio publicado en la revista The Journal of Neuroscience, han encontrado una nueva y sorprendente explicación de cómo los cerebros jóvenes se forman para el comportamiento sexual futuro.
¿Estamos “cableados” para un determinado comportamiento sexual?
Durante muchos años, los investigadores han proporcionado evidencia de que, cuando se trata de humanos, el comportamiento sexual no se clasifica fácilmente, y que es difícil etiquetar un tipo de comportamiento como “masculino” o “femenino”. Al mismo tiempo, muchos estudios recientes sugieren que, sin nuestro conocimiento, características o variables sutiles de nuestro cuerpo pueden influir en nuestro comportamiento.
La nueva investigación estudia el papel que un tipo particular de célula inmunitaria, los mastocitos, juega en el desarrollo del comportamiento sexual. Los investigadores llevaron a cabo sus investigaciones en ratas. Analizaron a los machos con mastocitos silenciados y a las hembras con células activas. Los investigadores observaron la región preóptica del cerebro en el hipotálamo, lo que contribuye a la regulación del comportamiento sexual.
Según Kathryn Lenz, profesora asistente de psicología y neurociencia en la Universidad Estatal de Ohio y directora del estudio, “esta es el área del cerebro más sexualmente dinámica, sabemos que es muy importante para los comportamientos reproductivos y sociales de tipo masculino, como el montaje y para iniciar el comportamiento materno en las hembras”.
El equipo observó el comportamiento de las ratas macho con células cebadas silenciadas cuando se les exponía a hembras que estaban listas para aparearse. Vieron que, en comparación con las ratas macho de control, los roedores experimentales mostraron un menor grado de interés en buscar hembras para el apareamiento. También encontraron que, a la inversa, las ratas hembras con mastocitos activados mostraban un comportamiento sexual generalmente típico de las ratas macho interesadas en el apareamiento.
Explica Lenz que esto es fascinante observar, ya que las hembras “masculinas” no tienen el “hardware” para involucrarse en el comportamiento reproductor masculino, pero esto no podría saberse por la forma en que actúan. También señala que “parecen estar fuertemente motivadas para tratar de involucrarse en el comportamiento sexual masculino con otras hembras”.
Los investigadores encontraron que el estrógeno activa los mastocitos en el cerebro y que esos mastocitos conducen el desarrollo sexual del animal. El estrógeno juega un papel importante en el desarrollo de los rasgos masculinos en las ratas que juega un papel importante en el desarrollo de los rasgos masculinos en las ratas.
Aunque los científicos saben que las hormonas programan las diferencias sexuales durante el desarrollo temprano, tienen información limitada sobre los cambios a nivel celular que contribuyen a la forma en que se forman el cerebro y la conducta.
Las células inmunitarias influyen en el comportamiento sexual
Los investigadores explican que necesitamos aprender más acerca de cómo pueden afectar al desarrollo del comportamiento los cambios que tienen lugar a nivel celular mientras el feto todavía está en el útero.
Señalan que es posible que ciertos eventos de salud experimentados durante el embarazo, como una reacción alérgica o diferentes tipos de lesiones que desencadenan inflamación , puedan influir en la composición biológica del feto y condicionar sus tendencias conductuales futuras.
“Estos mastocitos en el cerebro parecen ser cruciales para el desarrollo cerebral durante toda la vida, a pesar de que son relativamente pocos, y esto realmente debería abrir nuestros ojos al papel potencial de diferentes células inmunes en el cerebro humano”, explica Lenz. Y concluye: “Hay muchas cosas que no sabemos, y debemos prestar atención a todas las células del cerebro y a cómo se hablan entre sí”.