Cómo mantener oxigenado el cerebro

¿Sabías que el cerebro consume el 25 % del oxígeno que entra en el cuerpo? Cuando no recibe la cantidad necesaria, aparecen síntomas como falta de concentración y el cansancio. En este artículo descubrirás cómo mantenerlo oxigenado y cuáles son las señales de que no lo está.
Cómo mantener oxigenado el cerebro
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 07 abril, 2023

Mantener oxigenado el cerebro es esencial para garantizar que funcione de manera adecuada. Este órgano consume el 25 % del oxígeno que entra en el cuerpo y cuando no recibe la proporción necesaria se manifiesta en agotamiento, la dificultad para comprender, la falta de concentración e incluso la depresión. A largo plazo sería causa de problemas más graves, como un accidente cerebrovascular.

La falta de oxigenación es un factor que incide en la salud mental. Al mismo tiempo, condiciones como la ansiedad hacen más difícil oxigenar el cerebro. Esto conduce al debilitamiento de la mente, lo que a su vez favorece los estados depresivos.

Hay algunas señales sutiles de que el cerebro no cuenta con suficiente oxígeno. Por ejemplo, tener olvidos frecuentes o distraerse con facilidad; se suman la sensación de fatiga, sin que haya motivo para ello, o el estado de ánimo abatido ocasionalmente. Ante todo esto, hoy hablaremos acerca de la importancia de la oxigenación cerebral y cómo lograrla.

«Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro».

-Santiago Ramón y Cajal-

Mantener oxigenado el cerebro

A veces el cerebro no puede acceder a un volumen de oxígeno adecuado por razones que no tienen que ver con la respiración o la ansiedad. Uno de ellos es el funcionamiento del hígado. Este órgano tiene, entre otras funciones, la de limpiar el organismo de toxinas. Por eso, cuando se habla de «desintoxicar el cuerpo» la referencia es en buena medida a depurar el hígado.

Si este trabaja de modo correcto, oxigena la sangre. De ser así, se abre el camino para que llegue al cerebro la cantidad de oxígeno apropiada. Los efectos son notorios es una mejor memoria, concentración y estado de ánimo. Por lo tanto, para que el cerebro esté oxigenado habría que comenzar por evaluar el estado del hígado.

Ahora bien, otro elemento que impide una correcta oxigenación del cerebro, como ya lo habíamos mencionado, es la ansiedad. Cuando aparece, aumenta la producción de cortisol, la famosa hormona del estrés, reseña un artículo de Academic Press.

Esta sustancia tiene efectos fisiológicos que reducen la capacidad del organismo para llevar oxígeno al cerebro. Entonces todo se convierte en un círculo vicioso: a más estrés, menos oxigenación; y a menor oxigenación, más estrés.



Mujer se ejercita en el parque
Durante la práctica de ejercicio físico se liberan sustancias mensajeras en la sangre que viajan al cerebro e influyen en su dinámica.

Métodos para mantener oxigenado el cerebro

Entendiendo la importancia de oxigenar el cerebro, surge la pregunta obvia: ¿cómo hacerlo? En términos generales, una dieta saludable, el control del estrés y la actividad física frecuente son los tres pilares básicos.

La Escuela de Medicina de Harvard resalta en un artículo que el cerebro requiere como combustible constante el suministro de alimentos de calidad, que le aporten vitaminas, minerales y antioxidantes para un óptimo funcionamiento. Por otra parte, el aumento de los síntomas de la ansiedad está vinculado a los niveles de oxígeno en la sangre (Mc. Dowell et al., 2021).

Asimismo, como señala una publicación de la Universidad de Costa Rica, la práctica de ejercicio induce procesos específicos -como la oxigenación- y provoca entre otros efectos positivos la comunicación rápida y eficiente entre diferentes áreas cerebrales.

Además de estas pautas, también queremos sugerir algunas acciones puntuales y, realmente, poco conocidas.

La postura corporal

Una postura corporal adecuada favorece el flujo de oxígeno hacia el cerebro. Sentarse con la espalda recta y los pies apoyados en el suelo, sin cruzar las piernas, facilita la labor del diafragma, asegurándole el espacio necesario para su movimiento. De igual modo, ayuda a que todos los órganos situados bajo la cúpula diafragmática trabajen mejor.

La respiración

Una buena respiración simplifica el acceso de oxígeno al cerebro. Para conseguirlo, es recomendable el ejercicio que proponemos a continuación:

  1. Sentarse y tapar la fosa nasal derecha, presionándola con uno de los dedos.
  2. Inspirar profundamente por la fosa nasal izquierda.
  3. Contener la respiración por 5 segundos.
  4. Expirar por la misma fosa nasal, contando hasta cinco, sin abrir la boca.
  5. Repetir 10 veces y luego cambiar a la otra fosa nasal, realizando la secuencia completa.

Bostezo energético

En general, es recomendable mantener una actividad física regular. Lo ideal es llevar a cabo ejercicio todos los días, por al menos 15 minutos. Dicho esto, hay algunas técnicas que se pueden realizar puntualmente, si aparece alguna señal de que el cerebro no está oxigenado lo suficiente.

Uno de ellos es el bostezo energético. Consiste en colocar la mano abierta sobre el rostro, ubicar el dedo pulgar debajo de un pómulo y el meñique debajo del otro. Los demás dedos deben apoyarse en el entrecejo, mientras simulas un bostezo profundo.

Mujer realiza ejercicios de respiración
Siempre que haya buena respiración se facilita el acceso del oxígeno al cerebro.


Un estilo de vida saludable

Los efectos de no mantener oxigenado el cerebro suelen pasar inadvertidos a corto plazo. Con el tiempo, aparecen la fatiga continua, la dificultad para dormir y el bajo rendimiento. Al final, el cerebro se vuelve más vulnerable y envejece con mayor rapidez.

Muchos problemas se pueden evitar con un estilo de vida saludable. Comer sano, descansar bien, mantenerse activo y relajarse, en lugar de dar rienda suelta al estrés, son acciones sencillas que proporcionan, sin duda, una mayor calidad de vida y benefician la oxigenación cerebral.


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