7 consejos para pedir favores sin sentirte incómodo

Desde elegir el momento adecuado hasta cuidar el tono de voz y las palabras utilizadas, con una actitud segura y una comunicación sincera puedes pedir favores sin temor a ser rechazado.
7 consejos para pedir favores sin sentirte incómodo
Macarena Liliana Nuñez

Revisado y aprobado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez.

Última actualización: 27 marzo, 2025

Pedir favores suele ser incómodo. Sin embargo, buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino parte de nuestra naturaleza humana. Al comunicarnos con honestidad, podemos encontrar soluciones y recibir una mano amiga cuando más lo necesitamos. Ten en cuenta que a muchas personas la caracteriza la nobleza y, lejos de ser una carga o una molestia, les gusta ayudar a quienes aprecian.

Ya sea que necesites un consejo en un momento difícil, una cantidad de dinero para salir de un apuro o simplemente un favor en el día a día, te compartimos los consejos más efectivos para expresarte con claridad y buscar ayuda de la mejor manera posible.

1. Escoge la persona y el momento adecuado

Antes de pedir favores, es importante que tengas presente si la otra persona puede colaborarte. No todos cuentan con la disponibilidad ni los recursos para comprometerse. Debido a ello, saber a quién acudir puede marcar una gran diferencia. Considera amigos cercanos, familiares o quienes sabes que estarían dispuestos a socorrerte.

Piensa por un minuto si ese alguien está en un buen momento. Si está atravesando una situación estresante o tiene problemas económicos, es muy probable que no pueda ayudarte, y eso es totalmente comprensible.

De igual manera, espera el momento oportuno para que te escuche con calma y procura que sea presencial. Acorde con un estudio de la Journal of Experimental Social Psychology, muchas personas subestiman el poder de la persuasión cara a cara. Pedir un favor en persona es mucho más efectivo que hacerlo por correo electrónico.



2. Sé claro y específico

Para aprender a pedir mejor es fundamental no andar con rodeos y explicar con claridad qué es lo que necesitas. Si buscas el respaldo de alguien cercano, hablar con sinceridad ayuda a generar mayor empatía y hace que la otra persona entienda tu petición y decida si puede ayudarte o no.

Por ejemplo, si requieres que un amigo te cubra en una reunión de trabajo porque tienes una cita importante, no digas «¿podrías hacerme un favor?», sé más claro y pregunta: «¿Crees que podrías reemplazarme en la reunión del viernes? Tengo una cita que llevo esperando por meses y prometo devolverte el favor con un almuerzo la próxima semana».

3. Usa un tono seguro y asertivo

La forma en la que pides favores puede influir en la respuesta que recibas. Si te comunicas con seguridad, demuestras que valoras tanto tu necesidad como la ayuda de la otra persona. No se trata de ser seco o exigir, sino de expresarte con claridad y confianza.

Algunas investigaciones han resaltado que el paralenguaje (el tono, el volumen, las pausas y los silencios de la voz al comunicarnos) incide en la persuasión y en la percepción de confianza. Hablar con seguridad y con voz firme, puede hacer que la otra persona perciba el favor como más válido y legítimo.

Evita frases como «perdón por molestarte con esto, pero podrías…» o «sé que estás muy ocupado, pero si pudieras…». En su lugar, di «¿podrías por favor ayudarme con…?» o «sería de gran ayuda si pudieras…».

4. Explica el propósito del favor

Sería un poco abusivo llegar a donde tu pareja y decirle que te preste 500 euros sin darle mayor explicación. Cuando pedimos un favor, no se trata solo de lo que necesitamos, sino también de por qué es importante. Explicar de manera breve el propósito ayuda a generar empatía y a ser sinceros con la situación.

Por ejemplo, para pedir prestado dinero, en vez de soltar de la nada un «¿me prestas 500 euros?», intenta decir algo como «estoy en un apuro con un pago inesperado y necesito 500 euros para cubrirlo, ¿podrías por favor prestármelos? Te los devolveré en cuanto cobre al final del mes». De este modo, la otra persona entiende la situación, sabe qué esperar y decide si puede ayudarte o no.

5. Haz que el favor sea fácil de aceptar

Al pedir favores lo que menos queremos es incomodar o ser percibidos como una molestia. Para evitar esto, reduce la carga y haz que la petición que suene más razonable. No conviene decir: «Puedes cuidar a mi perro todo el fin de semana»; prueba mejor con: «Si puedes pasar a darle de comer una vez al día, sería de gran ayuda».

6. Prepárate para recibir un «no» por respuesta

Muchas personas no se animan a pedir favores, como la opinión de un colega o el préstamo de un dinero, porque tienen miedo a escuchar un «no» por respuesta. Aunque esa es una posibilidad, también puedes encontrar la ayuda que necesitas, si te arriesgas a pedir lo que quieres.

Debes recordar que cuando alguien no puede hacer un favor en este momento, no significa que no le importes o que no valore lo suficiente su relación. En ocasiones, las condiciones no son las mejores. Por ende, aprende a aceptar un «no» sin tomártelo de manera personal y evita insistir o hacer sentir culpable a la otra persona.

7. Muestra gratitud y devuelve el favor

Sin importar la respuesta que recibas, un simple «gracias» dicho con sinceridad es un gesto de buena educación que demuestra cuánto valoras la ayuda que te brindan. Si sientes que te hicieron un gran favor, un mensaje de agradecimiento, una invitación a un café o un pequeño detalle resulta valioso para la otra persona.

Nadie está en la obligación de hacernos favores, por lo que, si un amigo o familiar te ayuda a salir de un apuro, recuérdales que cuentan con tu apoyo cuando lo necesiten. Decirles frases como «si alguna vez necesitas algo, no dudes en hablarme», sirve para generar un sentimiento de reciprocidad y refuerza la idea de que ambos pueden contar el uno con el otro.

Según un estudio publicado en la revista Social Psychological and Personality Science, expresar gratitud fortalece las relaciones al incrementar la percepción de receptividad, promover las emociones positivas y fortalecer el vínculo afectivo.


No permitas que la pena sea una traba para pedir favores

Cambiar el pensamiento de que pedir ayuda nos hace débiles o una carga para los demás, contribuye a que comprendamos que necesitamos de nuestra red de apoyo para superar los obstáculos que se nos presentan.

La próxima vez que necesites un favor, procura buscar el momento oportuno, hacerlo de manera segura y aceptar con gratitud la respuesta que sea.


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