Cómo superar la muerte de un perro
Si has perdido recientemente a tu perro, es normal que te sientas triste; no es un proceso fácil. El duelo por la muerte de un animal aún se visibiliza poco en nuestra sociedad, pero recuerda que tienes derecho a vivir esta pérdida tan significativa para ti. ¿Cómo superar la muerte de un perro?
Como decíamos, no es tarea fácil. Y es que la muerte de un perro (o un gato, u otro animal a quien queramos) puede ser tan dura como la de un familiar. De hecho, un estudio realizado por Harris Interactive encontró que el 90 % de los propietarios de perros y gatos en Estados Unidos considera a su perro como un miembro más de la familia. Con lo que no es para menos sentir dolor ante una pérdida como esta. ¿Cómo afrontarlo?
El duelo por un animal
Aunque siempre se suela hablar del duelo y lo asociemos a la muerte de una persona querida, lo cierto es que el concepto de duelo es amplio y alude precisamente a cualquier tipo de pérdida significativa en nuestra vida. Esto incluye el fallecimiento de un animal. Por lo tanto, también duelamos a nuestros animales porque los hemos querido y cuando fallecen, suponen una pérdida importante para nosotros.
Aunque no se hable tanto de ello, es importante reconocer este tipo de duelo, hablar de ello y visibilizarlo. Una pérdida así puede sacudir nuestro mundo emocional, y es importante que encontremos validación para nuestras emociones de tristeza y rabia, así como transitar este camino con la ayuda necesaria.
Claves para superar la muerte de un perro
No es fácil afrontar esta situación. Un perro es un miembro más de la familia, es un amigo, un compañero de vida. Incluso, un grupo de investigadores japoneses, a través de un estudio del 2015 publicado en Science, definió la estrecha conexión entre humanos y mascotas como un enamoramiento perpetuo. Por ello entendamos la magnitud de la pérdida.
Así, hoy queremos compartir contigo algunas pequeñas estrategias para superar la muerte de un perro. Y aunque cada caso es un mundo, estas pueden ayudarte a transitar los primeros momentos tras la pérdida.
1. Lo que importa es lo que sientes, no lo que te digan los demás
Ante el fallecimiento de un animal, o un animal de compañía, parece que el duelo no está tan validado (y se invisibiliza en gran parte, como si no tuviéramos tanto “derecho” a llorar la pérdida de nuestro animal) como sí lo están otro tipo de duelos.
Quizás recibas por ello comentarios que invaliden tus emociones, como “no hay para tanto”, “solo era un perro”, etc. Son comentarios que nada ayudan, que duelen y que hacen que las emociones de valencia negativa sean todavía más hegemónicas en nuestro estado emocional. Recuerda que tienes derecho a sentirte como te sientes.
2. Entiende las fases del duelo
Son ya bien conocidas las fases del duelo que propuso en su día la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross. En el duelo por la muerte de un perro también se dan. Eso sí, estas fases no tienen por qué aparecer de forma lineal ni en el mismo orden (tampoco tenemos por qué transitarlas todas), pero es importante saber cuáles son y reconocerlas en nosotros:
- Negación.
- Ira.
- Tristeza.
- Negociación.
- Aceptación.
Entender cómo te puedes sentir puede ayudarte a canalizar estas emociones. Por ejemplo, entender que en un primer momento suele aparecer el shock (negación); en este estado “no te crees” que tu perro ya no está, que no volverás a verlo. Incluso, esperas aún que te venga a saludar al llegar a casa. Es normal, date tiempo.
3. Suelta la culpa
La culpa también aparece muchas veces en el duelo. Si tu perro ha pasado por una enfermedad, ha tenido algún problema que no detectasteis a tiempo o, aunque no haya pasado nada de todo esto, la culpa suele aparecer. Porque la culpa en cierto modo es independiente de lo que haya ocurrido y siempre va ligada a lo que creíamos que podríamos haber hecho para evitar la pérdida.
Es un estado emocional que deberemos trabajar, porque no, no tienes la culpa de que tu perro haya fallecido; y aunque se haya tratado, pongamos el caso, de un accidente en el que hayas tenido algo que ver (por poner un ejemplo), recuerda que tú nunca tuviste mala intención. Libérate poco a poco de esa culpa, porque te dificultará mucho sanar.
4. Rodéate de gente que te pueda entender
Otro consejo sobre cómo superar la muerte de un perro es rodearse de personas que han pasado por lo mismo que tú. Quizás puedas acudir a algún grupo terapéutico, buscar información en algún foro de internet, en alguna agrupación o asociación, preguntar a amigos que conozcas que han pasado por lo mismo que tú…
Y si por lo que sea esto no es posible, al menos procura rodearte de personas que empaticen contigo, que validen tus emociones y que sí entiendan por lo que estás pasando (o, como mínimo, que lo respeten). Seleccionar a personas con las que sentirnos a gusto en un momento complicado como este puede resultar muy sanador y además es un acto de autocuidado y amor propio.
5. Haz un pequeño ritual de despedida
Los rituales son acciones que simbolizan algo para nosotros y desde siempre se han hecho rituales para despedir a nuestros seres queridos. Solo hace falta pensar en los funerales, por ejemplo. Por ello, si sientes que lo necesitas, despídete de tu perro como lo sientas; puedes escribir una carta, esparcir sus cenizas en un lugar bonito… Algo que te recuerde a él y que te permita cerrar esta etapa de tu vida.
¿Superar o integrar la pérdida?
Hemos aportado algunas ideas sobre cómo superar la muerte de un perro, aunque es interesante hacer al mismo tiempo una reflexión sobre el lenguaje que utilizamos para hablar de emociones. Y es que, más que superar, podríamos hablar de afrontar, gestionar o transitar.
Aunque en el lenguaje cotidiano usemos mucho el concepto de “superar”, lo cierto es que las pérdidas en nuestra vida las integramos y nunca las olvidamos, porque forman parte de nuestra historia. Por otro lado, es una integración en la que estamos haciendo ajustes de manera constante.
Recuerda…
Recuerda que tu dolor es legítimo, y que no debes controlarlo ni negarlo. Escucha qué necesitas a cada momento y permítete llorar y estar mal. Estos son procesos necesarios para sanar y culminar el proceso de duelo; y cuando este momento llegue, recordarás a tu perro con nostalgia y un amor infinito, pero ya no con ese dolor tan intenso.
No te pongas prisa para llegar a esta aceptación, y entiende que es normal que te cueste, ya que seguramente tu perro fue mucho más que un ser querido, un amigo y un compañero de vida.
“Una escucha honesta es la mejor medicina que podemos ofrecer al que pasa dolor”.
-Jean Cameron-
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- Nagasawa, M. et al. (2015). Oxytocin-gaze positive loop and the coevolution of human-dog bonds. Science, 348(6232), 333-336.