Las 5 fases del duelo de Klüber-Ross

Las 5 fases del duelo de Klüber-Ross
Alejandro Sanfeliciano

Escrito y verificado por el psicólogo Alejandro Sanfeliciano.

Última actualización: 06 agosto, 2023

Dentro de los estudios del afrontamiento de la muerte, posiblemente uno de los más conocidos sean las 5 fases del duelo de Klüber-Ross. Esta teoría nos habla acerca de las 5 fases por las que las personas pasan a la hora de afrontar la muerte, ya sea propia o de un ser querido. Los estudios de Klüber-Ross se volvieron muy populares y muy malinterpretados, probablemente como resultado de una mala divulgación de los mismos.

En 1969, la psicóloga Klüber-Ross realizó una serie de estudios en pacientes terminales. Su intención era encontrar los factores que se encontraban detrás del afrontamiento de la muerte. Tras una ardua investigación, se dio cuenta de que estos pacientes pasaban por una serie de etapas muy similares. Aquí es donde empezó a desarrollar la teoría de las fases del duelo y sus implicaciones.

En este artículo vamos a tratar de dar luz sobre la teoría de las fases del duelo de Klüber-Ross. En primer lugar, por eso vamos a exponer las diferentes fases y a explicar cada una de ellas. Y como conclusión haremos una pequeña reflexión acerca de las evidencias e implicaciones de la teoría de las fases del duelo.

Chica triste de espaldas

Fases del duelo de Klüber-Ross

Las distintas fases del duelo nos van a mostrar la sucesión de actitudes que toma una persona que afronta la muerte. La aparición de estas etapas surgen de las tentativas de la mente para solucionar el problema; y según se va demostrando la incapacidad de las mismas, las emociones van variando hasta alcanzar la aceptación. A continuación vamos a explicar una las distintas fases del duelo de Klüber-Ross:

  • Negación. Esta implica la actitud de negar o ignorar la existencia de la proximidad de la muerte. Esta puede tener un carácter total (“No puede ser que me esté muriendo”) o parcial (“Tengo metástasis, pero no es nada importante”). La negación refleja una actitud defensiva del yo. Nuestra mente busca la manera de mantener nuestro bienestar a pesar de encontrarse en una situación de máxima impotencia.
  • Ira. El enfado es una emoción que surge para enfrentarse a un obstáculo. Es normal que, tras una noticia muy negativa, el cuerpo busque solucionarlo a través de la ira. El enfado puede tener distintas víctimas u objetivos, desde a uno mismo, los médicos o incluso a “figuras divinas”.
  • Negociación. Tras observar la incapacidad de la ira para solucionar este problema, aparece la negociación. La persona desesperada pide al destino o a figuras divinas que desaparezca la muerte. Es frecuente que la persona se vuelva “dócil” ante la esperanza de prolongar su vida por buena conducta; por ejemplo acatando al pie de la letra todas las prescripciones médicas.
  • Depresión. Cuando la enfermedad se recrudece o la realidad fatídica se impone, aparece la depresión. La persona cae en una fuerte desesperación por la fuerte sensación de impotencia. La tristeza profunda cumple la función de minimizar el gasto de recursos ante una situación irresoluble.
  • Aceptación. Dejada atrás y asimilada la sensación de impotencia que puede haber producido la pérdida, pasamos a un estado de ánimo menos intenso, más neutro (aunque sigan existiendo momentos y momentos). La persona en la fase de aceptación será capaz de asimilar lo que ha sucedido y de levantar la cabeza hacia el futuro, además de reinterpretar de manera positiva el significado de lo perdido sin culpar a nadie.
Hombre triste ante un cristal

Evidencia e implicaciones de la teoría

La teoría de Klüber-Ross ha sufrido múltiples críticas. Una frecuente, y entendible leyendo la formulación original de la teoría, tiene que ver con la rigidez de la misma. En la formulación original, una persona que pasara por las diferentes fases solo podría quedarse en la que está o avanzar a la siguiente. La investigación actual, y quizás tu experiencia personal, nos dicen que esto no es cierto. Hay puntos en los que es frecuente que ocurran retrocesos o incluso personas que se salten alguna etapa o que pasen por todas en un orden distinto.

Ahora bien, no es menos cierto que todas ellas cumplen un papel importante a la hora de afrontar la muerte y que su disposición se adapta aceptablemente bien al recorrido de la mayoría de duelos. Por otro lado, quizás lo más correcto sería interpretar los diferentes estados como actitudes ante la pérdida, y no como etapas ante la misma. Es decir, maneras que tenemos de lidiar con la impotencia que nos genera la situación.

A pesar de que la teoría de Klüber-Ross es parcialmente incompleta, sin duda su formulación supuso un gran avance para comprender los procesos de duelo. Sus investigaciones han servido para entender en profundidad las emociones presentes ante la pérdida. Lo que ha derivado en un mejor tratamiento y ajuste de las personas que se encuentran en esta situación, empezando por la normalización de lo que sienten. Por otro lado, también su modelo ha permitido que los psicólogos seamos mucho más hábiles a la hora de tratar pérdidas anticipadas, como diagnósticos terminales.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.