La vida es muy corta: rodéate de personas que te empoderen

¿Cómo son las personas que nos empoderan? ¿Y las que no lo hacen? Te hablamos de lo positivo que puede ser rodearte de personas que alimentan la idea de que tienes poder sobre tu vida y tu capacidad para influir en otros.
La vida es muy corta: rodéate de personas que te empoderen
Cristina Roda Rivera

Escrito y verificado por la psicóloga Cristina Roda Rivera.

Última actualización: 10 julio, 2022

Rodéate de personas que te empoderan. Es una elección, es la tuya y puedes llegar a conseguirlo. Se trata de una decisión que puedes tomar dependiendo de muchas circunstancias. Y no lo tomes como un mandato, pues no podemos hacerlo cuando queremos, sino cuando podemos.

Quizás has crecido con una familia que, lejos de empoderarte, te ha hecho sentir que eras un “error”. Tal vez has elegido amistades que en una determinada época te daban diversión, pero que hace demasiado tiempo ya no tienen nada que ver con quien eres. Todos hemos sentido el mandato tácito de permanecer en relaciones que nos empequeñecían, y por eso conocemos la sensación.

Rodéate de personas que te empoderen

Las personas empoderadoras te brindan nuevas ideas y energía. Se alegran de tus fortunas y las quieren celebrar contigo. Disfrutan de tu alegría, tu éxito y lo viven como un momento de alegría conjunta. En resumen: no se sienten fuera de lugar cuando estás en un buen momento.

Tienes muchas opciones para encontrar personas empoderadoras. Cada vez que asistas a una conferencia, un acto social o una reunión profesional, es probable que encuentres a una persona con la que podrías establecer una buena relación de amistad.

Tal vez, exista ya alguien en tu trabajo o en tu comunidad que te ayude con tus pensamientos y objetivos. Es posible que tengas la sensación de que los amigos de la escuela ya no te entiendan tanto, incluso que viejas rencillas les impidan ver que ya no eres exactamente la misma persona que antes.

Amigas contentas
Es maravilloso tener amistades “largas”, pero es todavía más importante que sean de calidad.

Conserva a tus buenos amigos de siempre, pero no te empeñes en “mantenerlos por costumbre” si lo que te aportan esas relaciones nada tiene que ver ya contigo. Este tipo de mentalidad es la que envejece de verdad a las personas, no sus canas o sus arrugas.

Hay momentos en los que es importante cambiar, buscar, reconocer y conectar con gente valiosa que está en tu “onda” profesional, espiritual y social. Hay momentos en los que ya no te apetece plantearte nada, tan solo acertar con las personas y compartir con ellas.

Cómo detectar personas que conectan contigo

¿Cómo sabes que estás en presencia de alguien que tiene el potencial de inspirarte hoy y empoderarte mañana? Los siguientes aspectos te ayudarán a identificarlo.

  • Hay “química” en las conversaciones. Independientemente de la frecuencia con la que os veáis, se alegrará de que te hayas puesto en contacto ella. Te sientes relajado y positivo respecto a vuestra relación y descubres que es probable que surjan nuevas ideas como resultado de vuestras conversaciones.
  • Te escucha atentamente. Es satisfactorio que alguien te escuche y reflexione sobre lo que dijiste. No hay muchas personas así. A menudo en la vida, los demás solo nos prestan una atención parcial. Las personas empoderadoras escuchan de una manera que te permite saber que valoran tus pensamientos e ideas.
  • Están agradecidas por tu tiempo y por la relación en sí. Te priorizan tanto como tú las priorizas. Sientes reciprocidad.

Interactuar con todo tipo de personas, una de las claves

Si tienes oportunidad, interactúa con una variedad de personas. Acércate a cualquier realidad social sin prejuicios. Personas que tengan más o menos dinero, más o menos estudios, más o menos cultura.

La interacción con una variedad de personas te hace, te construye, te moldea de una manera diferente. Cuando interactúas con una variedad de personas, también comprendes su forma de pensar. Cuando te relacionas con tantas personas, aprendes a saber qué es lo que de verdad te gusta, y sobre todo lo que no te gusta, que es aún más importante.

Hombre y mujer hablando al aire libre
Las personas que empoderan te hacen ver que tienes poder sobre tu vida.

Empoderarnos en el trabajo: un concepto totalmente distinto

Las personas generalmente comienzan un nuevo trabajo llenas de energía, sintiéndose comprometidas y empoderadas. Sin embargo, las organizaciones comienzan a inundarlos con reglas, controles y procesos que hacen todo menos inspirar a las personas.

Las culturas laborales “temerosas” quitan poder y energía a los empleados con su enfoque de comando y control, incluso a los que mejor se desempeñan.

No somos impotentes, no necesitamos empoderarnos en el trabajo. Necesitamos una cultura que propicie nuestra autonomía para hacer nuestro mejor trabajo.

“La noción de empoderamiento supone que la organización tiene el poder y con benevolencia vierte parte de él en los tazones de espera de los empleados agradecidos. Esa es solo una forma de control un poco más civilizada”.

-Daniel Pink-

El antídoto contra la desvinculación y la falta de rendición de cuentas es la autonomía. A diferencia del poder, la autonomía brinda a las personas un sentido de propiedad colectiva, invitándolas a ayudar a la organización a crecer en lugar de jugar a la política.

En el terreno laboral, la autonomía es la libertad de actuar y de tomar nuestras propias decisiones. El empoderamiento es la concesión de poder político, social o económico.

El empoderamiento opera sobre la idea de motivación externa; muchos planteamientos de liderazgo se centran sobre todo en la capacidad que puede tener un líder para motivar a sus equipos. Por otro lado, la autonomía se centra en la noción de automotivación. La motivación más efectiva y poderosa es intrínseca, aunque previamente haya sido extrínseca.

En conclusión: el concepto de empoderamiento pierde su significado en determinados ambientes en los que existe estratificación de poderes. La proyección de la sensación de poder tiene que realizarse desde una posición igualitaria, no desde un puesto de mando a otro subordinado, puesto que la noción de empoderamiento puede perder su significado.


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  • Pérez-Bustamante Ilander, G., & Sáenz Blanco, F. (2010). Autonomía laboral, transferencia de conocimiento y motivación de los trabajadores como fuente de ventajas competitivas. Cuadernos de economía29(52), 183-212.

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