¿Cómo superar el síndrome del impostor?
¿Cómo superar el síndrome del impostor? ¿Qué es exactamente este síndrome? ¿Conocías el concepto? Para saber si lo sufres, te damos algunas pistas: si sientes que tu vida “no te pertenece”, que estás siendo el protagonista de la vida de otro, que tus logros no dependen de ti sino de la suerte, que no te mereces tener éxito…
Quizás estés experimentando el síndrome del impostor. Y ahora lo más importante: ¿cómo identificarlo realmente para poco a poco combatirlo? Te damos algunas claves para ello, basadas, sobre todo, en la reflexión personal.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor fue descrito por primera vez en 1993, por Pauline Rose Clance, que publicó una investigación al respecto.
Este síndrome es el que caracteriza a aquellas personas que siempre tienen la sensación de “tener un golpe de suerte”, sobre todo, en el ámbito laboral o académico; así, creen que sus logros no dependen de sus capacidades y esfuerzos, sino de la suerte. Tienen la sensación, además, de que no merecen lo que tienen y, en cierta forma, de que su vida no les pertenece. Como si fueran impostores de su propia vida (de ahí el nombre del síndrome). Las manifestaciones más evidentes de este síndrome son.
- Creencia de no merecer los propios logros.
- Incredulidad de las propias aptitudes.
- Miedo a que los demás descubran que es un fraude.
- Insatisfacción permanente.
- Expectativa de fracaso ante situaciones habituales de éxito.
- Desmotivación asociada a falta de confianza personal.
- Ansiedad, tristeza, desesperación, desesperanza.
Las consecuencias de este síndrome son innegables, ya que sitúan a la persona en un estado casi permanente de indefensión aprendida (“no puedo hacer nada para cambiar mi situación”), aunque realmente estén viviendo una situación ideal o buena. Otros efectos a destacar sobre la persona son:
- Evita realizar cambios o salir de su zona de confort.
- No celebra los éxitos obtenidos.
- Dejar pasar oportunidades laborales como ascensos.
- Se niega a sentir que el trabajo que realiza tiene valor.
Causas del síndrome del impostor
En los primeros estudios sobre el síndrome, los investigadores encontraron que este estaba asociado con factores que incluían dinámicas familiares tempranas y estereotipos de género. No obstante , ahora se sabe que también puede ocurrir en personas de todos los orígenes, edades y géneros.
Un estudio sostiene que l os estilos de crianza controladores o sobreprotectores pueden contribuir al desarrollo del síndrome del impostor en los niños. También se ha encontrado que las personas que provienen de familias caracterizadas por altos niveles de conflicto y poco apoyo pueden tener más probabilidades de experimentar el síndrome del impostor.
Desempeñar un rol nuevo en la vida o iniciar un nuevo proyecto desencadenar el síndrome del impostor. De acuerdo con la APA, este síndrome suele común cuando las personas están pasando por transiciones y están probando cosas nuevas. La presión por lograr y tener éxito combinada con la falta de experiencia puede desencadenar sentimientos de insuficiencia en estos nuevos roles y entornos.
La personalidad también puede estar relacionada con este síndrome. Algunos rasgos o características que podrían ser relevantes son:
- Baja autoeficacia: tener poca confianza en que las capacidades que se tienen son suficientes para lograr el éxito.
- Perfeccionismo: pensar que existe un guion perfecto para hacer las cosas puede menoscabar los logros obtenidos.
- Neuroticismo: está vinculado a niveles más altos de ansiedad, inseguridad, tensión y culpa.
Otra explicación de este síndrome viene de la psicología social, la cual nos dice que la forma en que las personas son tratadas por otros es un precursor relevante de la sensación de ser un impostor. Esto es así porque las interacciones están vinculadas con señales de evaluación social, que transmiten si los demás las ven como personas valiosas o no. Estas señales orientan, en última instancia, las valoraciones que los individuos hacen sobre su propia valía y, por lo tanto, dan forma a su autoestima y sentido de ser dignos (o indignos) de su “lugar” dentro de ese grupo o contexto (Feenstra et al., 2020).
¿Cómo superar el síndrome del impostor?
¿Estás viviendo esta situación? ¿Cómo superar el síndrome del impostor? Te dejamos 7 claves para conseguirlo:
1. Identifícate con el síndrome (o no)
El primer paso será determinar si te sientes identificados o no con el síndrome. ¿Sientes realmente que no valoras tus éxitos? O mejor dicho, ¿los atribuyes a la suerte, al azar o a otras variables, y no a ti mismo?
Es crucial que analices tu situación personal, que observes tu diálogo interno y cómo te tratas a ti mismo. Si realmente sientes que podrías estar padeciéndolo, ya puedes pasar al siguiente punto.
2. Reconoce tus propias emociones
Otro paso a la hora de superar el síndrome del impostor es reconocer tus propias emociones. Identifícalas, obsérvalas, acéptalas y, sobre todo, permítete sentirlas.
Reconoce que quizás te estás autoboicoteando, y que el hecho de no reconocer tus propias capacidades tiene una serie de efectos emocionales: por ejemplo, frustración, tristeza, impotencia…
3. Analiza de dónde vienen tus logros
Observa tus logros y pregúntate de dónde provienen realmente. Ten el valor de cuestionar tus creencias antiguas, tus ideas fijas… ¿Realmente todo lo que has conseguido proviene de la suerte?
Intenta hacer un ejercicio de probabilidades: ¿qué probabilidad real hay de que TODO lo que has logrado dependa de la suerte? ¿Hasta qué punto la suerte influye en tu vida y en tus logros?
4. Reconoce tus méritos
Una de las características centrales del síndrome del impostor es creer que los logros personales no son merecidos, por lo tanto:
- Identifica en qué casos ocurre y reconoce que la suerte no existe.
- Acepta que lo único que determina tus éxitos o fracasos es la forma en que decides aprovechar las oportunidades.
Si sientes que aquello que los demás reconocen como un gran logro tuyo no tiene fundamento, no te dejes llevar por ese sentimiento para que no se incremente como una bola de nieve.
5. Observa tus miedos
Otra idea clave para superar el síndrome del impostor es analizar los propios miedos. Pregúntate: ¿de qué tienes miedo realmente? ¿De destacar? ¿De defraudar? ¿A quién? ¿De fallar?
Muchas veces, tras ese miedo a destacar, hay un miedo a no ser suficiente. Y también detrás de ese sentimiento de ser impostor de tu propia vida.
6. No te compares
Quizás cuando eras niño te comparaban con tus hermanos, primos, familiares. O en la escuela con los demás niños en función de las calificaciones o aptitudes. Esto no es más que otro factor causante del síndrome del impostor. Intenta no enfocarte en los demás, sino en ti. Ocupa tu tiempo en lo que puedes hacer para que tus objetivos se cumplan.
7. Cuida tu diálogo interno
El diálogo interno es fundamental en nuestro bienestar y en la definición de nuestro autoconcepto, en tanto que nos refuerza ideas previamente establecidas, o nos conduce a otras, y todas ellas tienen un impacto en nuestras emociones y conductas.
Por ello, revisa tu diálogo interno (aquello que te dices a ti mismo). ¿Cómo te hablas? ¿Lo haces con amor? ¿Qué es lo primero que te dices cuando consigues un objetivo?
Tomar conciencia de todo ello te ayudará poco a poco a superar el síndrome del impostor, porque empezarás a cuidar las palabras hacia ti mismo y a entender hacia qué emociones te conducen.
8. Acéptate
No es nada fácil aceptarse a uno mismo, porque ello implica conocerse y, a veces, eso da miedo. Por eso es necesario cultivar el autoconocimiento y aceptarse, porque esto último nos acerca a aceptar también las carencias y los defectos; a reconocerlos y a tomar conciencia de ellos.
¿Y qué tiene esto que ver con superar el síndrome del impostor? Que para “superar” características que nos definen o maneras de enfocar o interpretar nuestras vivencias, es importante aceptar que están ahí. Porque así les damos luz y, en cierta forma, les damos la oportunidad de modificarse, de cambiar.
9. Da pequeños pasos
No te concentres en hacer las cosas a la perfección, sino más bien, haz las cosas razonablemente bien y recompénsate por ello. Céntrate en el progreso en lugar de apuntar a la perfección. Tómate el tiempo para aplaudirte cuando logrea algo positivo para tu vida. Esto te puede ayudar a internalizar el éxito que has obtenido.
¿Cómo empiezo a trabajar el síndrome del impostor?
¿Crees que sufres el síndrome del impostor? A la hora de superarlo, como hemos visto, primero resultará imprescindible descubrir si realmente lo padeces. Por otro lado, la aceptación de emociones (y de uno mismo) también resulta fundamental aquí. Por ello, te animamos a observar tus emociones, tus comportamientos, y a dejarte guiar por la intuición.
Y, sobre todo, empieza a valorarte. Verás cómo, si lo haces, poco a poco, alejarás este síndrome de tu vida y te acabarás sintiendo protagonista (y merecedor) de tu propia vida, con todas sus luces y también sus sombras.
“Aspira a la perfección aun sabiendo que no vas a alcanzarla, y llegarás a la excelencia”.
-Emilio Valcarcel-
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