Confía en ti mismo, probablemente vales más de lo que piensas
Confía en ti. Aunque no lo creas, aunque la sociedad, tu familia u otras figuras te hayan hecho creer que no vales para determinadas áreas, solo tú debes descubrirlo. En ti hay más potencial de lo que piensas y es obligación tuya desvelar ese poder oculto, esas virtudes y excepcionales capacidades que pueden impulsar tu crecimiento personal.
Quizá sea a consecuencia de vivir en una sociedad en la que continuamente unos se comparan con otros, pero muchas veces he escuchado cómo me decía a mí misma: “no vales lo suficiente”, “no vas a lograrlo”. Antes de empezar, ya era capaz de visualizar mi fracaso.
Me ha ocurrido en alguna situación importante de mi vida. Ahora bien, en cierta medida, también en esas otras áreas más cotianas, que a la vez, son las que más erosionan porque son las más constantes. Así, he llegado a sentir que no era lo suficientemente buena como para conseguir mis metas.
¿Es esto normal? ¿Es algo recurrente en el ser humano? Si te has sentido alguna vez igual que yo, te diré que no. No es real esa apreciación que tienes de ti mismo: vales más de lo que crees, sabes más de lo que piensas y eres más importante de lo que imaginas.
“Hay que tener fe en uno mismo. Ahí reside el secreto. Aun cuando estaba en el orfanato
y recorría las calles buscando qué comer para vivir, incluso entonces, me consideraba el actor más grande del mundo. Sin la absoluta confianza en sí mismo, uno está destinado al fracaso”-Charles Chaplin-
Confía en ti mismo: eres importante
Albert Bandura, reconocido psicólogo social, acuñó e hizo relevantes aportaciones a un término que siempre debemos tener presente: autoeficacia. Es la seguridad en uno mismo a la hora de alcanzar una meta. Es la convicción de que tenemos recursos, capacidades y estrategias para alcanzar aquello que deseamos. A su vez, es la seguridad de que podemos hacer las cosas bien.
No obstante, cabe señalar que nuestra educación o incluso las imágenes que nos ha transmitido la familia e incluso la escuela, se orienta justo en el lado opuesto. Se señala con el dedo el error antes que el acierto. El miedo tras la equivocación crea inseguridad y nadie nos orienta a aprender del proceso, a alimentar la ilusión y el sentido de autoeficacia.
Somos importantes, valemos para crear la vida que deseamos
A pesar de que no siempre lo he tenido claro, ahora sé que la creencia de que puedo hacer algo es lo único que me puede llevar a conseguirlo: el punto de partida vital e imprescindible. Así, llegué a aprender que estar segura de mí misma me convertía en una persona que aceptaba los riesgos y luchaba contra sus miedos.
En este sentido, los anhelos de conseguirlo tienen que ir por delante del pánico a fallar, porque no hay nada que “no esté hecho para nosotros”. Mantener pensamientos negativos sobre mí nunca me ha conducido a ningún sitio. Así, aprendí que detenerse en la duda, autocompadecerse o sentir vergüenza tan solo es una manera de alejarnos de nuestros fines.
“Tu deseo de tener éxito siempre tendrá que ir por delante de tus miedos a fracasas”
-Bill Cosby-
Lo cierto es que la mente puede mentirnos. De hecho, lo hace y es hábil en esta práctica. Puede hacer que nos veamos perdedores, incapaces, torpes o incompetentes cuando realmente no es verdad. Lo que sí es real es que si nos damos la oportunidad, encontraremos que tenemos más cualidades positivas de las que solemos pensar y que son esas las que nos hacen especiales para las personas que nos rodean.
Pase lo que pase, me quedo conmigo
Confía en ti mismo. Es posible que hayas pasado por algún fracaso, algún error, puede que la inseguridad esté haciendo mella en ti. No obstante, recuerda, estudios como el llevado a cabo por Sabrina Kletman, de la Universidad de Sidney, nos señalan algo importante. La confianza se entrena. No importa el pasado, todos podemos desarrollar esta competencia tan saludable (y necesaria).
Algunas de las dudas sobre mi valor que han minado mi autoestima han llegado ante retos complicados. Otras, en cambio, porque ciertas personas se marchaban de mi vida y no alcanzaba a ver el motivo real. De manera que terminaba señalándome con el dedo como culpable de ese alejamiento, porque era una explicación que sintonizaba con la tristeza que sentía.
Al final, comprendí que el motivo no era que careciera del suficiente valor como para quedarme en sus vidas, sino que por otras razones nuestro momento juntos había terminado. De esta manera, se aprende que si no es uno mismo, ¿quién? Si no es ahora, ¿cuándo?
“La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero… ¡Qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y que esa cosa hay que alcanzarla, cueste lo que cueste”
-Marie Curie-
Hay que perseverar, hay que quererse y confiar. Se trata de ser la mejor amiga que puedas tener y no esa enemiga que duda de las posibilidades. Ya tienes bastante con aquellos que te hacen creer que no serás capaz. ¡Ponte los altavoces y grita que vales! Vamos a darnos una oportunidad.
Pensamientos que no dejaran que te subestimes
A pesar de que nos han dicho mil veces que valemos mucho, en ocasiones tenemos un día bajo y necesitamos que nos lo recuerden una vez más. Y, ¿quién mejor que nosotros mismos para hacerlo? Estas son algunas cosas que puedes repetirte cuando tu confianza flaquee:
- Siempre podré quererme más de lo que nunca podré odiarme.
- Nadie puede hacerme sentir inferior sin mi consentimiento.
- Tengo que esperar cosas de mí antes de poder hacerlas.
- Voy a hablarme como hablaría a alguien a quien amo.
- Hay más cosas buenas en mí que malas.
Recuerda siempre que una autoconfianza fuerte y sólida te ayudará a canalizar sanamente las críticas y los fracasos, disminuyendo el daño que puedan hacerte. Además, hará que los golpes dejen heridas menos profundas y que tengas un pilar sólido sobre el que soportar cualquier proyecto que empieces.
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- Bénabou, R., & Tirole, J. (2002, August). Self-confidence and personal motivation. Quarterly Journal of Economics. https://doi.org/10.1162/003355302760193913
- Kleitman, S., y Stankov, L. (2007). Confianza en sí mismo y procesos metacognitivos. Aprendizaje y diferencias individuales , 17 (2), 161–173. https://doi.org/10.1016/j.lindif.2007.03.004