7 consejos para recuperar una amistad en crisis
Las relaciones, como los huesos, también se rompen. Sin embargo, siempre hay vínculos que te importan más que otros. Y, si hay algo que deseas, es evitar esa fractura definitiva. Para recuperar una amistad en crisis, por ejemplo, es recomendable darte un tiempo para reflexionar en lo sucedido. Solo así podrás sanar la conexión y repararla con los nutrientes adecuados.
Romper el lazo con un amigo puede doler tanto o más que dejar ir a una pareja. De este modo, si de verdad ansías salvar dicha relación, hay que esforzarse, hacer uso de una comunicación empática para poner a un lado las críticas y rencores. El viaje de la vida se hace mucho más enriquecedor con estas presencias a tu lado, por ello, te explicamos qué recursos serán tus aliados.
«¿Qué es un amigo? Una sola alma que habita en dos cuerpos».
Claves para recuperar una amistad en crisis
Cicerón, el célebre filósofo, escritor y orador romano, escribió un maravilloso ensayo titulado Sobre la amistad en el año 44 a. C. En ese trabajo decía lo siguiente: «Todo lo que yo puedo hacer es instarte a que antepongas la amistad a cualquier otra preocupación». Pocas esferas son más decisivas para el ser humano que estos lazos; preservarlos, es una labor esencial para tu bienestar.
Por ello, a la hora de recuperar una amistad en crisis es importante recordar el valor que esa persona tiene para ti. Siempre que el vínculo sea saludable, auténtico y decisivo, invierte todos los recursos emocionales en sanarlo. Tal artesanía, además, debe ser recíproca. También la otra figura debe añadir voluntades. Te describimos cómo actuar.
Disfruta esta lectura ¿Qué tienen en común las amistades que perduran?
1. Reflexionar sobre la situación
Evita responder en piloto automático. Es obvio que esos problemas que los distancian provocan que quieras hacer lo que sea por reparar lo roto. Pero para sanar una relación, es necesario reflexionar antes en qué llevó hasta ese punto. Toda crisis requiere aplicar un enfoque reflexivo, analítico y prudente a la hora de actuar. Toma nota de algunas estrategias:
- Valora qué pudo fallar en su estilo de comunicación.
- Analiza los factores que condujeron a dicha situación.
- Reflexiona sobre si el afecto, el cariño y la confianza siguen presentes.
- Entiende tus emociones y ponte también en los zapatos de tu amistad.
- Piensa cuáles pasos serían los más adecuados realizar a partir de este momento.
2. Demostrar voluntad de reparación
Robin Dunbar es un reconocido antropólogo, psicólogo y biólogo experto en relaciones interpersonales. En uno de sus estudios, publicado en Trends in Cognitive Sciences, recuerda la importancia de la amistad para tu bienestar y felicidad. Pero añade un detalle: mantener estos lazos es costoso y hay que invertir numerosos esfuerzos cognitivos y emocionales.
De este modo, a la hora de recuperar una amistad en crisis, es necesario poner voluntad. No basta con quedar para tomar un café y «hablar de lo nuestro». Hay que demostrar interés, empatía y preocupación sincera por unir puentes. En este sentido, te será muy útil aplicar las siguientes herramientas:
- Expresa lo que sientes al percibir que su amistad está en crisis.
- Evita los mensajes de WhatsApp y pide un encuentro cara a cara.
- Explica que deseas reparar lo sucedido y aprender de lo que ha pasado.
- Deja claro a la otra persona que invertirás esfuerzos en salvar ese vínculo.
- Intenta, a su vez, detallarle con sinceridad lo que esa relación significa para ti.
3. Buscar soluciones mediante la buena comunicación
Si ese amigo y tú llevan muchos años siendo aliados de vida, es muy probable que la buena comunicación sea su punto fuerte. Aprovéchala. Lo ideal es iniciar un diálogo que evite centrarse en las culpas y que busque soluciones. Para tal fin, es esencial poner en práctica algunas claves de la inteligencia emocional y la resolución de conflictos:
- Practicar la empatía: procura ponerte en el lugar de tu amigo y comprender sus emociones, necesidades y puntos de vista. Puedes decir algo como: «Entiendo que esto también debe ser difícil para ti».
- Expresar emociones de manera honesta: comparte tus propias emociones de manera abierta y sincera. Utiliza «yo» en lugar de «tú» para evitar culpar a tu amistad. Permite que la otra persona haga lo mismo.
- Escuchar de manera activa: cuando te comuniques con tu amistad, sé sensible a lo que dice y escucha de forma empática. Presta atención a sus palabras y su lenguaje corporal, para comprender sus emociones y perspectivas.
- Analizar qué ha sucedido: ¿qué nos llevó hasta aquí? ¿En qué nos equivocamos? ¿Qué necesidades no atendimos de forma adecuada? Reflexionar en conjunto sobre la situación, sin atribuir culpas ni demostrar rencores, es esencial para recuperar una amistad en crisis.
- Buscar soluciones conjuntas: En lugar de centrarse en señalar errores, hay que trabajar en equipo para proponer cambios, mejoras y soluciones al problema. Pregúntale qué ideas tiene y ofrece las tuyas de manera constructiva. Toda amistad verdadera requiere invertir esfuerzos para salvarla.
4. Pedir disculpas si es necesario
El perdón repara, oxigena, sana y es esa aleación emocional capaz de recuperar una amistad en crisis. Siempre es adecuado valorar si, en vista de lo sucedido, pronunciar en voz alta un «lo siento» sería la estrategia más necesaria. Hacerlo no cuesta nada, libera pesos y abre un espacio para dar paso a una nueva etapa más auténtica.
Una publicación en el Journal of Social and Personal Relationships profundiza en la relevancia de esta área entre los amigos. Un aspecto que matizan es que, a menudo, la falta de ese perdón cognitivo-evaluativo encapsula los malestares. Por tanto, en la medida de lo posible, ejercítalo.
Si sientes desconexión de un amigo, díselo. En caso de que notes cierta distancia, frialdad o problemas en la comunicación, expresa lo que sientes y hazle saber a esa persona que deseas encontrar maneras de recuperar la conexión y la confianza.
5. Demostrar agradecimiento y cooperación
A la hora de cuidar, nutrir y reparar un vínculo, los pequeños gestos de agradecimiento tienen un gran poder. Procura expresarle a esa persona cómo agradeces tenerla en tu vida. Recuérdale hechos del pasado que son valiosos para ti y la necesidad de seguir creando instantes mágicos. Coopera, muestra disposición a prestarle ayuda, a demostrar interés por su día a día.
Un trabajo divulgado en BMC Neuroscience ilustra cómo la conducta prosocial o, incluso, el ofrecer regalos fortalece los vínculos interpersonales. En este sentido, no hace falta que le des a ese amigo un detalle material costoso. En absoluto. A veces, algo tan simple como un libro o una cena, resultan sanadores.
6. Añadir más positividad e interés a la relación
Un capítulo del libro The psychology of friendship explica cómo mantener amistades duraderas. A veces, una de las causas de esa crisis se debe a no atender las conductas que refuerzan el vínculo. Son actos cotidianos con los que añadir mayor presencialidad, interés y preocupación por el bienestar de esa figura. Te describimos algunas pautas:
- Fomenta la positividad en la relación de amistad.
- Hazle ver a esa amistad que es valiosa y alguien especial.
- Demuestra que tienes interés y te preocupas por él/ella cada día.
- Valida, utiliza un lenguaje positivo, felicita por sus logros y hazle reír.
- Propón actividades motivadoras para realizar juntos y recuperar la complicidad.
7. Dar tiempo al proceso
Antes de finalizar el listado de estas claves para recuperar a ese amigo al que aprecias, hay un aspecto que es bueno recordar. La reconciliación no ocurre de la noche a la mañana. Puede llevar algo de tiempo reconstruir la confianza, sanar las heridas emocionales, apaciguar los malentendidos. Sé paciente y demuestra tu compromiso continuo con la amistad.
El arte de curar una amistad rota
Reparar lo roto requiere enhebrar el hilo de la inteligencia emocional y de la fuerza de voluntad. No obstante, en ese esfuerzo no vale solo tu dedicación; tal tarea es de dos y las energías deben ser conjuntas. Por ello, a veces, te puedes ver en la situación de que una amistad en crisis no puede repararse. Y no lo hace porque no hay interés. En estos casos, debes aceptar la realidad.
Esta es una experiencia dolorosa en la que quizás sea necesario el contar con ayuda profesional. Sin embargo, si percibes que aún hay cariño e intenciones recíprocas por salvar la relación, aúna esfuerzos. Hay personas por las que sí es necesario luchar porque son esos faros que siempre traen luz y calor a tu existencia.
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