Crea tu plegaria personal cada mañana
El comienzo del día es uno de los momentos más importantes del mismo. Esto se debe a que, desde el principio, podemos alcanzar un determinado estado de ánimo que se mantendrá hasta que nos acostemos. Por eso, s i hacemos una plegaria personal cada mañana, podemos pintar ese nuevo día de los colores que deseamos ver.
Lo que hace una plegaria personal al comienzo de la mañana es predisponernos de manera positiva hacia toda la jornada. Nos ayuda a enfocarnos en los objetivos y el sentido de ese día que comienza. Abre nuestra conciencia hacia ese trozo de vida que tenemos ante nuestros ojos y que es único e irrepetible.
“La plegaria es una manera de conectarnos con todas las formas de lo infinito”.
-Ariel Aldana-
En este artículo hablaremos sobre qué es una plegaria personal, y como puedes desarrollar la tuya propia para mejorar tu bienestar.
La plegaria, una herramienta de fortaleza
A muchas personas puede resultarles extraño hablar de una plegaria personal. En general, la plegaria es una herramienta de las diferentes religiones para comunicarse con Dios. Casi siempre están diseñadas y establecidas por la misma creencia: que es posible hablar con una divinidad y pedirle ayuda.
En este caso no nos referimos a ese tipo de oraciones, sino a aquellos rituales de palabra que te conectan contigo mismo, con el universo y con la vida.
La palabra plegaria viene de la raíz latina precarium, que habla de carencia, pobreza o estado de necesidad. También de la palabra precis que significa, ruego, súplica o petición. Por lo tanto, desde el punto de vista etimológico, la plegaria vendría a ser una súplica que alguien hace cuando necesita ayuda.
En el campo religioso la plegaria se dirige a Dios. En cambio, la plegaria personal está dirigida a la conciencia propia. Se trata de una petición, pero en este caso no se orienta a obtener lo que se pide por vía del azar, el destino o las fuerzas invisibles. Más bien llama a concentrar la fuerza personal en pos de eso que se pretende.
Una plegaria personal, por supuesto, debe ser creada por uno mismo. Solo cada quien sabe lo que desea y necesita para cada jornada. No se trata de un inventario de objetivos, sino que va más allá. Lo ideal es definir qué sentido queremos darle a ese día en particular , más allá de las metas puntuales.
¿Cómo crear una plegaria personal?
Lo mejor es no prediseñar una plegaria personal, sino utilizar la creatividad para fabricar una nueva cada día. En este caso no se trata de repetir un conjunto de palabras con gran significado, como se hace en una oración o en un mantra. Parte del poder de la plegaria personal está precisamente en el proceso de crearla.
Lo primero es comprender que cada día de nuestra vida tiene algo de sagrado. La vida misma es limitada: termina. Por eso, cada jornada tiene un valor enorme, sin importar si ese día incluye grandes acontecimientos externos o no. Lo crucial es que sea una oportunidad para que ocurran grandes acontecimientos internos.
Solo cada quien sabe a qué tipo de retos se está enfrentando. Algunos necesitan más paz, otros, menos dolor. Por eso se llama plegaria personal: porque es totalmente individual. Se trata de u n mensaje corto, enfocado a avanzar en alguno de los procesos internos que están teniendo lugar en la vida.
La plegaria personal y la tranquilidad
Hacer una plegaria personal cada mañana es también una manera de observarnos y estar atentos a nosotros mismos. En una palabra, de conectarnos con lo que hay en nuestro interior. Esto, a su vez, también constituye una vía para conocernos mejor y para dirigir nuestros esfuerzos más conscientemente. Asimismo, nos otorga mayor control sobre nuestra vida.
Un ejemplo de plegaria personal matutina podría ser este: “Que en el día de hoy florezca el amor. Que hoy pueda dar toda mi capacidad de comprensión y ternura a los demás, para hacer de mi existencia un aporte real a la humanidad”. Como se ve, es un ruego, una petición. Lo interesante es que hacerla realidad está en nuestras manos.
Por todo ello, la plegaria personal es también un camino para atemperar las emociones y estar más serenos. Impregna de sentido y de valor nuestra jornada. Por eso hace que nos sintamos mejor con nosotros mismos y con nuestra existencia.
La plegaria personal nos abre a una perspectiva desde la cual puede apreciarse que cada día tiene un valor especial y que dentro de nosotros habita un infinito número de nuevos horizontes. Si comienzas a realizar una cada día, empezarás a notar los resultados enseguida.