Crea una zona blanca en el hogar
Diariamente estamos más expuestos a la contaminación de lo que imaginamos. No es solo esa densa boina gris que atraganta el aire de las ciudades, sino que en nuestra propia casa convivimos con múltiples fuentes de contaminación. Por eso, es buena idea pensar en la posibilidad de crear una zona blanca en el hogar.
La idea de una zona blanca en el hogar se inspira en el concepto de “sala blanca”, que proviene del ámbito industrial. Hay ciertas empresas que necesitan reducir la contaminación al mínimo para poder elaborar sus productos. Es el caso de los fabricantes de material quirúrgico, semiconductores y otros.
Todas esas industrias necesitan de ambientes casi totalmente asépticos para poder fabricar sus productos. A partir de esa idea de espacios libres de contaminación comenzó a surgir la tendencia de crear una zona blanca en el hogar.
Esta no alcanza los estándares de la sala blanca, que es sumamente costosa, pero al menos funciona como espacio de relativa protección.
“Solo nosotros los humanos producimos basura que la naturaleza no puede digerir“.
-Charles Moore-
Los factores contaminantes
Hay muchos elementos contaminantes en la actualidad. En el aire de la mayoría de las ciudades flota una enorme cantidad de partículas que dañan el organismo. El aire sostiene esa nube tóxica que sí o sí respiramos todos los días. En la actualidad, se puede decir que no hay ningún lugar del planeta completamente libre de contaminación atmosférica.
A esta se ha sumado otra que también está cada vez más presente en todas partes. Se trata de la contaminación electromagnética o electropolución. Todavía no se conocen plenamente cuáles son los efectos que esta tiene sobre nuestra salud física y mental.
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que los campos electromagnéticos no son nocivos, son muchos los casos registrados de hipersensibilidad electromagnética. Hasta el momento se ha dicho que esto es solo un efecto nocebo, o sea, psicológico. Sin embargo, no hay evidencias contundentes de ello.
Así mismo, y esto es lo preocupante, la explosión de las nuevas tecnologías y la proliferación de fuentes de electromagnetismo que trajeron aparejada es aún muy reciente para poder calibrar sus efectos con exactitud. No existen estudios a largo plazo que puedan determinar su daño potencial.
Los hogares también están contaminados
Aunque a veces pensamos que al entrar en nuestra casa ya estamos protegidos de la contaminación, esto no es cierto. De hecho, hay estudios en los que se señala que la contaminación dentro de la casa podría ser entre dos y cinco veces mayor a la contaminación externa.
Al fin y al cabo, en el hogar hay múltiples químicos provenientes de los materiales de construcción. A veces, también hay humo y casi siempre una multitud de electrodomésticos, dispositivos electrónicos y conexiones eléctricas que en su conjunto pueden ser contaminantes.
También estamos expuestos a otras formas de contaminación en el hogar. La contaminación por ruido, por ejemplo. Incluso, desde el punto de vista psicológico, las relaciones tóxicas son también una forma de contaminación emocional, de la que no están exentas los hogares.
Una zona blanca en el hogar
Crear una zona blanca en el hogar es una vía para protegernos de toda esa contaminación que nos rodea. Se define como un espacio libre de conexiones eléctricas, de dispositivos electrónicos, de humo, de ruido y de malestar. Se trata entonces de destinar un espacio, aun cuando sea pequeño, para generar una especie de cápsula de aislamiento.
La idea es que se puedan tapar o clausurar las conexiones eléctricas. También que se pueda pintar de blanco, con materiales ecológicos. Así mismo, aislarla del ruido mediante algún método y no poner allí ningún cuadro o elemento decorativo. Lo ideal es que sí incluya plantas o flores. Se trata, entonces, de una especie de refugio.
Una zona blanca en el hogar sirve para que pases allí dentro unos minutos todos los días. Muy especialmente es adecuada si con frecuencia sientes fatiga, excesivo estrés o nerviosismo y/o sensación de estar sobrecargado. Es un lugar para respirar profundamente y para no hacer nada.
Este tipo de espacios sirven también para respirar un aire más limpio y permitir que el organismo equilibre la posible contaminación electromagnética con la que carga. Emocionalmente es muy indicada para relajarte y recuperar el equilibrio en tus emociones. Vale la pena crear una zona blanca en el hogar para que aumente tu calidad de vida.
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- Batista Romagosa, M., Soriano Gónzalez, B. I., & Bergés Cabrales, L. E. (2011). Posibilidades, mecanismos de acción y retos de la terapéutica con campo electromagnético de extremada baja frecuencia contra la psoriasis. Medisan, 15(12), 1775-1790.