Cuando los padres maltratadores fallecen, ¿cómo es el duelo?

Cuando fallece un padre o una madre que nos maltrató en la infancia son muchas las personas que lejos de experimentar alivio, sienten un dolor inexplicable. ¿A qué se debe? ¿Cómo transitar el duelo en estas situaciones?
Cuando los padres maltratadores fallecen, ¿cómo es el duelo?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 25 febrero, 2021

Cuando los padres maltratadores fallecen es fácil experimentar sentimientos encontrados. Es más, son muchas las personas que pueden sorprenderse a sí mismas al sentir dolor. De algún modo, confluyen tantas emociones que es común caer en un estado que cuesta clarificar y en el que además se le añade otro factor. El no saber cómo actuar ante esa situación.

¿Debo ir al funeral? ¿Cómo actúo ante mis otros familiares y conocidos? De hecho, más de uno se ha visto en la singular situación de ver cómo más de una persona se les ha acercado para decirles frases como “por lo que me has contado sobre tu padre/madre, creo que te sentirás aliviado al saber que ya no está”. Pero lo cierto, más allá de lo inapropiado de esta frase, es que no todos experimentan un sentimiento de alivio -o no solo experimentan un sentimiento de alivio-.

Porque la pérdida de un maltratador o de alguien que nos negó el derecho a una forma de amor saludable y enriquecedora, abre de pronto muchas heridas del pasado no sanadas. Por tanto, estas situaciones, vistas desde una perspectiva psicológica, resultan más traumáticas de lo que parecen.

Hombre con esquizofrenia residual

Cuando los padres maltratadores fallecen: una forma de revivir el trauma

Cuando los padres maltratadores fallecen, hay para quien todo queda superado. Al fin y al cabo, la muerte es la no presencia física de alguien, es la pérdida tangible de una figura y por tanto se asume que todo queda resuelto. Ahora bien, cuando quien se va es una persona que causó sufrimiento hay muchas cosas que perviven e incluso que despiertan. Es más, por término medio, el fallecimiento de un familiar que nos ocasionó sufrimiento abre múltiples heridas pasadas.

Estudios, como los realizados en el Queen’s Children’s Psychiatric Center de Nueva York, nos señalan algo ilustrativo. El abuso físico o psicológico origina una ruptura de la identidad y deja en la persona la impronta de la rabia y también la duda constante de por qué sus padres actuaron de tal modo con ellos. Esas secuelas permanecen en la edad adulta y se reabren con la pérdida de ese progenitor.

Por ello, es muy común que lejos de sentir alivio por esa situación, lo habitual sea experimentar dolor. Conozcamos las razones que hay detrás.

Sufrimiento por lo que pudo haber sido y no fue

Un padre maltratador o una madre narcisista o poco afectiva lo que hacen básicamente es robar infancias. De algún modo, cuando los padres maltratadores fallecen es habitual que la persona lamente todo lo vivido. Siente dolor por lo que pudo haber sido y no fue, por esa existencia trastocada, por esa infancia rota y por tantas ilusiones desdibujadas a raíz de esas vivencias.

Dolor por uno mismo

Las familias disfuncionales abocan a los niños a una realidad completamente distorsionada. Durante una parte de sus vidas intentaron a duras penas buscar la validación y el afecto de esos padres. Se esforzaron en complacerles y lograr con ello algún gesto amable. Esto puede arrastrarse incluso durante la edad adulta; son muchos los que continúan en su intento vano por conseguir una caricia emocional, un reconocimiento.

Con la pérdida de ese familiar, es común tomar conciencia de lo inútil de cada esfuerzo realizado y entonces sentir compasión por uno mismo.

La inutilidad de intentar entender por qué hicieron lo que hicieron

Cuando los padres maltratadores fallecen en la mente de las víctimas suele encenderse nuevamente la eterna duda: ¿por qué lo hicieron? Es más, puede darse la situación de que muchos hijos se vean en la obligación de tener que ir a atender a los padres moribundos en esos últimos momentos.

Siempre existe la esperanza de que en esos fragmentos finales de tiempo, el progenitor sea capaz de explicar por qué hicieron o más aún, que evoquen la necesidad de pedir perdón. Sin embargo, esto no siempre sucede y ahí, se abre otra forma de dolor.

Cuando los padres maltratadores fallecen y la conciencia de que la vida no es mejor sin ellos

Hay quien lo cree. Hay quien piensa que con la muerte de un padre o una madre maltratadora la vida será mejor, que con ese adiós se originará un reinicio. No obstante, esa percepción es completamente equívoca. La “no presencia” del objeto de sufrimiento no disuelve el propio sufrimiento. Es más, tal y como venimos señalando, se reabren viejas heridas.

¿Cómo realizar el duelo por la pérdida de un progenitor que nos maltrató?

¿Qué debemos hacer cuando los padres maltratadores fallecen? En primer lugar, debemos entender que cada persona vive una realidad única. Hay quien ha cortado por completo el contacto con esa figura traumática. Otros, en cambio, han mantenido el vínculo a pesar de todo. No obstante, por término medio, es adecuado reflexionar o tener en cuenta estas realidades.

¿Ir o no ir al funeral?

Los funerales, en cierto modo, son rituales para los vivos, no para los muertos. Existen muchos modos de despedirnos de alguien, si así lo queremos. Por tanto, en estas circunstancias lo más decisivo es no dejarnos llevar por la presión externa o de otros familiares. La elección de acudir o no es solo nuestra y lo haremos valorando qué es lo que nos puede hacer sentir mejor para cerrar esa etapa.

Reconoce cada emoción y sentimiento

De nada nos va a servir decirnos aquello de “ya no está, ahora ya ha terminado”. Asumir o integrar esta idea puede causarnos más daño que beneficio. Es importante transitar el duelo y por ello es decisivo aceptar y reconocer cada emoción sentida.

Es normal sentir rabia, sobre todo, al revivir la rabia del pasado por cada hecho experimentada. Como también está bien, sentir lástima por la muerte de ese progenitor.  Toda emoción es válida, toda sensación es correcta y es adecuado transitar con ella, desahogándola…

mujer triste pensando en cuando los padres maltratadores fallecen

Desactiva pensamientos poco útiles

Muchas personas que han padecido alguna forma de maltrato suelen alimentar poco útiles e incluso dañinas. “Tal vez si hubiera hecho esto aquello otro no hubiera pasado”, “tenía que haberle dicho esto y entonces habría pasado aquello otro”. Este tipo de pensamientos no ayudan y lo que hacen a largo plazo es intensificar el dolor de la herida original.

Un duelo con un cierre personal

Cuando los padres maltratadores fallecen, debe llevarse a cabo un duelo y a su vez un cierre de esa etapa. Es un proceso personal complejo en el que es necesario apoyarnos en personas cercanas, sanar recuerdos que reviven con esa pérdida y de algún modo reconstruirnos una vez más para iniciar otra etapa nueva.

Asimismo, y no menos importante, no nos olvidemos de pedir ayuda experta si así lo necesitamos.


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