Cómo curarnos del desamor
El alma le duele, le duele profundamente. Siente que a pesar de haber conocido a muchas personas en el terreno amoroso lo que ha sentido por esa persona, nunca antes lo había sentido y quizás no lo volvería a sentir más.
Ahora él se ha marchado, dice que ha conocido un nuevo amor que le ha vuelto del revés, que lo siente, que para él, ella ahora tan solo es una amiga, una hermana, pero que no siente nada más… Mientras se lo explica, ella cree morir por dentro… el desamor.
Se pregunta una y otra vez cuando ese dolor pasará… mientras todas las noches llora en silencio, cuando nadie la ve. Durante el día hace mil cosas y trata de engañarse pensando que ya lo ha olvidado, pero cuando llega la noche… vuelve a sentirse sola y vacía, y vuelve a poner esa triste canción que parece que han escrito para ella.
“El más difícil no es el primer beso sino el último”
-Paul Géraldy-
Ten paciencia, porque el desamor se cura
Como dice esta maravillosa canción procuramos olvidar, pero no podemos. No es tan sencillo hacer desaparecer todos los recuerdos y mucho menos, los sentimientos.
Por más que lo intentamos, por más que intentamos enredarnos en otros amores, hacer mil cosas distintas en el día, alejarnos de los lugares donde estuvimos juntos y que recordamos con nostalgia y lágrimas en los ojos… Olvidar resulta complicado, cuando el amor te invade por dentro.
Cuando llega la noche y estamos solos con nosotros mismos, cuando ya ha terminado el trabajo, las obligaciones diarias, ese amor vuelve de nuevo y lo sientes intensamente.
“No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas”
-Paulo Coelho-
Pero el desamor al igual que el amor, son experiencias que todos viviremos alguna vez y solo por eso debemos estar contentos, porque hemos tenido la suerte de conocer el amor, de saber qué es.
Así es que aunque duela, el desamor también tiene su parte positiva, es el producto de aquello intenso, precioso y bonito que un día vivimos y eso, sí que nadie ni nada puede arrebatárnoslo.
¿Cómo podemos curarnos del desamor?
- Habla y rodéate de tus seres queridos. Las personas que nos quieren y que están a nuestro lado en los peores momentos, pueden sacarnos de esa tristeza hablando, riendo con nosotros y ayudándonos a relativizar las cosas. No te encierres en tus pensamientos.
- Aprende que en esta vida solo hay una cosa segura… la muerte. Piensa que el tiempo que estuvisteis juntos fuisteis felices. La vida es imprevisible y tenemos que acostumbrarnos como dice el poema: “Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar”.
- Disfruta de tu soltería. La sociedad nos impone que la felicidad está siempre al lado de una persona y no tiene por qué ser así. Lo importante es que seamos felices y puede ser solo, acompañado… busca tu felicidad.
- Tómate tu tiempo. Llora, grita… pero luego continúa. Tú eres una naranja entera por ti mismo, no necesitas a nadie más.
- No quedes con esa persona. Las heridas se tienen que curar. No es positivo quedar con la persona que aún te despierta esos sentimientos. Diviértete, conoce a otras personas, “flirtea” con ellas… “hay más peces en el mar”.
- No planees venganzas. ¿De qué sirve ese feo y gris sentimiento? No sirve más que para dañarte a ti mismo. Aunque haya hecho mal las cosas contigo al final de la relación, perdona a esa persona en tu interior y déjalo marchar sin rencores, sin venganzas.
Piensa que el amor y el desamor forman parte de la vida y que los momentos malos también pasan, por muy gris que veas el cielo ahora, el sol volverá a lucir. Aprende de esa relación y sigue creciendo.