Desencanto de pareja ¿Cómo detectarlo a tiempo?
Cuando empezamos a salir con alguien, prometemos muchas cosas, no vemos ciertas actitudes en el otro, pensamos que vamos a estar juntos para siempre, etc. Por desgracia, esos “votos” que decimos, siempre llenos de buenas intenciones, pueden estar sujetos a cuestiones o giros inesperados de la vida, que terminan derivando en un desencanto de pareja.
Pueden traducirse, por ejemplo, en discusiones frecuentes, distanciamiento e incluso altibajos en el deseo sexual de uno o de los dos.
Estas diferencias pueden hacerse más notables cuando la pareja decide casarse o irse a vivir juntos, ya que hay otros tiempos compartidos, otras responsabilidades y otros momentos para pasar separados.
A muchas parejas este acercamiento, a priori tan deseado, se les termina haciendo un mundo y la adaptación resulta de todo menos fácil. Son momentos en los que muchas parejas se dan cuenta de que no funcionan o de que son incompatibles.
Sin embargo, se aferran con garras y dientes a una relación que solamente se mantiene por una rutina; un conjunto de hábitos que encima les hace infelices.
Luchar con valentía para superar los desafíos fortalecerá la relación, es lo que se piensa. El problema radica en que no siempre ambos “tiran para el mismo lado” y eso puede conllevar a desilusión, insatisfacción o desencanto.
En ese momento exacto es preciso regenerar el amor que existía al principio, antes de que desaparezca por completo y no haya ninguna terapia o medicina que sirva para curar.
El desencanto de pareja no aparece de la noche a la mañana, sino que se va manifestando de a poco. Es como una hormiga que va llevando migas de pan a su hormiguero.
En la mayoría de los casos, no nos damos cuenta de lo que ocurre porque estamos demasiado ocupados con otras cuestiones, tales como el trabajo, la rutina, los hijos, el crecimiento personal, etc.
La desilusión, dicen los expertos, es un proceso gradual de ir acumulando una decepción tras otra. Si te mantienes alerta y atento a los siguientes signos que aparecen en la relación, podrás evitar separarte y sobre todo, recuperar la magia que tenían en los primeros tiempos.
5 señales de desencanto de pareja
Entre los signo más frecuentes encontramos:
1. Luchan por tener la razón
En el momento en que una crisis de pareja se desencadena, lo más usual es que cada una de las partes tome su postura y “muera con ella”. Es muy difícil “dar el brazo a torcer”. Es preciso saber que un matrimonio no es una batalla que se debe ganar o perder. Asumir sólo mi enfoque no servirá de nada.
Tampoco quiere decir que tengamos que aceptar todo lo que dice el otro, pero si estar más abiertos a los puntos de vista de la pareja. La manera más rápida de desencantar a una persona tiene que ver con mostrarte poco flexible, por intentar imponer tu postura sin escuchar si quiera la razones que sustentan la del otro.
Entonces, la próxima vez que tengan un problema, traten de calmarse y de encontrar ambos una solución. Expresen lo que sienten y consigan el equilibrio para que ambos estén satisfechos.
2. Desean “escapar”
Ese sentimiento de ahogo, de falta de aire o de libertad no es bueno. Tampoco lo es si uno de los dos nunca hace frente a los conflictos y lo único que hace es dar un portazo y regresar muchas horas después.
Escapar también puede significar pasar menos tiempo con la otra persona. Esto implica distanciarse “emocionalmente”, huir simbólicamente de lo que está ocurriendo en el interior.
Puedes dormir todos los días con alguien y estar mucho más lejos que si vivieran a miles de kilómetros de distancia. Cuánto más extenso ese alejamiento, más desencanto y menos resolución de problemas.
3. Culpan al otro de los conflictos
Desde el momento en que las frustraciones van en aumento, intentamos encontrar un culpable, y no siempre somos nosotros mismos. Es muy difícil mirar en el interior y aceptar nuestras responsabilidades por lo que sucede.
Esto no significa que tenemos la culpa de todo, como siempre se dice, hay que buscar el equilibrio. No tomes el camino más corto o más fácil de echarle la culpa al otro, pero tampoco te centres sólo en sus errores, porque esto sólo echará más leña al fuego del desencanto y la decepción. Vale la pena decir “me equivoqué”, “tienes razón”, para recuperar ese vínculo.
4. Se pierde la emoción
Si ya no esperas el encuentro con tu pareja como antes; si te da lo mismo a la hora que llega a casa; si no aparecen más los cosquilleos en el estómago al verlo entrar; si no te provoca alegría; si no lo echas de menos cuando se va de viaje o hasta puede llegar a molestarte su presencia; es preciso que hagas un alto y evalúes qué es lo que te ocurre y lo que les ocurre a ambos.
Si no disfrutas de la compañía del otro, si prefieres hacer cientos de cosas antes de estar con él o ella, es necesario que retrocedan un poco, se den cuenta cuáles son los errores cometidos e intentar una solución.
5. Enfocarse únicamente en lo malo
Si solo perciben las fallas y debilidades del otro, no hay duda de que están atravesado un desencanto de pareja. Hasta el más insignificante fallo que antes no te importaba, ahora es motivo de peleas
¿Por qué antes no prestabas atención a eso y ahora si? En cada caso habrá que indagar qué acciones y situaciones llevaron la relación a ese punto.
Estar atentos sólo a los errores no nos permite ver lo bueno del otro, que sin los tiene. Si no, no hubieses estado enamorado/a en un principio. Además, resulta casi imposible que el otro haya cambiado todos sus atributos positivos de de la noche a la mañana.
Si te sientes identificado/a con estas situaciones lo ideal es que ambos se tomen un tiempo para conversar como se sienten y así empiecen a buscar soluciones. Eso sí, la comunicación debe ser empática y sincera, donde ambos puedan hablar abiertamente de todo lo que piensan y sienten sin recurrir al irrespeto o a la desvalorización.
Asimismo, la comprensión es esencial para solventar el desencanto de pareja; de nada sirve ser completamente sinceros si no hacen un esfuerzo por ponerse en los zapatos del otro. Y, si las conversaciones siempre llegan a callejón sin salida, pueden plantearse la terapia de pareja o la separación; pues lo peor siempre será extender la situación actual.