¿Existen diferencias en inteligencia entre hombres y mujeres?
“Las mujeres deben ganar menos que los hombres porque son más débiles, más pequeñas, menos inteligentes”. Estas fueron las declaraciones que hizo un eurodiputado polaco hace apenas un año. Desgraciadamente, todos hemos escuchado alguna vez comentarios poco afortunados y documentados que comparaban la inteligencia de los hombres con la de las mujeres.
La creencia popular más extendida dice que las mujeres son mejores en materia de letras, mientras que los hombres son mejores con las matemáticas. Pero…, ¿qué base científica tiene esta comparación? ¿Es cierto que existen diferencias en inteligencia entre hombres y mujeres?
Hombres y mujeres, ¿quiénes son más inteligentes?
Algunos investigadores han criticado el hecho de que se estudien las diferencias de sexo, porque creen que pueden promover falsos estereotipos y prejuicios. En este sentido, pensemos que el prejuicio también existe en ausencia de datos, por lo que la investigación es el único camino para separar los mitos de los hechos. Esto fue lo que, a grandes rasgos, declaró Diane Halpern, psicóloga americana, cuando se le preguntó por este tema.
Lo cierto es que la mayoría de los estudios realizados en relación con las diferencias en inteligencia apuntan en la misma dirección. En base a los resultados de dichos estudios, se ha observado que prácticamente no existen diferencias en inteligencia entre hombres y mujeres. En unos estas pequeñas diferencias son a favor de los hombres, y en otros casos a favor de las mujeres.
Para estudiar las diferencias en inteligencia entre ambos sexos se han ido utilizando diferentes instrumentos. Algunos de los más conocidos son el Factor g de Cattell o el Test de Matrices Progresivas. Pero en ninguno de ellos se ha encontrado una diferencia significativa y sistemática entre hombres y mujeres. Sin embargo, lo que sí se encontró fue que estos resultados similares en los tests a veces estaban asociados a diferentes patrones de actividad cerebral. Mientras que las mujeres utilizaban más las zonas del cerebro encargadas de la velocidad de procesamiento, los hombres recurrían más a las zonas encargadas de la toma de decisiones.
Diferencias en inteligencia en aptitudes específicas
Sobre todo lo dicho anteriormente, nos ha quedado claro que no existen diferencias en inteligencia general entre hombres y mujeres, ¿pero qué pasa si hablamos de materias o campos específicos? ¿Existen diferencias entre hombres y mujeres en matemáticas o en pruebas verbales?
En este caso podríamos decir que sí, existen diferencias significativas. Se ha observado que las mujeres son mejores en tests verbales, conocimiento de palabras, comprensión de párrafos y velocidad de procesamiento. Por el contrario, los hombres son mejores en tests espaciales, ciencias, aritmética y comprensión mecánica.
Además, hay otro dato importante: las diferencias encontradas no parecen mantenerse a lo largo del tiempo. Si se analiza la tendencia se puede apreciar que estas diferencias van disminuyendo: las puntuaciones medias que obtienen hombres y mujeres van igualándose. Es en este punto sería lógico preguntarnos si las diferencias en aptitudes específicas se deben realmente a una falta de aptitud o simplemente a estereotipos. ¿Puede que las mujeres obtengamos menor puntuación en matemáticas porque hemos sido desalentadas/poco motivadas a estudiar materias de este tipo? ¿Con hombres puede suceder lo mismo?
Diferencias en inteligencia: efecto Flynn
El efecto Flynn da nombre a un fenómeno curioso. Lo cierto es que si comparamos los resultados de las pruebas de inteligencia de hace dos décadas con los resultados de las que se están pasando actualmente, detectamos que en muchos los lugares del planeta, por no decir en todos, el cociente intelectual (CI) de la población ha subido . Un fenómeno o efecto que se podría explicar por las mejoras globales en alimentación, educación, o la tendencia a formar familias más pequeñas.
Por ejemplo, tomando como referencia las matemáticas, se ha visto que tanto hombres como mujeres han mejorado notablemente en las últimas décadas. Además, como hemos dicho, este incremento ha supuesto a su vez una disminución de las diferencias, de manera que, en lo que a matemáticas se refiere, la mejora en números absolutos ha sido mayor en el grupo de mujeres.
Esta evolución de los resultados apunta, por tanto, a que dichas diferencias pueden deberse a un origen cultural antes que genético. Si esto fuera así, es nuestra responsabilidad y la de los educadores dejar de promover estereotipos y comenzar a motivar a hombre y mujeres por igual, facilitando que decidan por sí mismos qué es lo que quieren estudiar.
Como ya hemos visto, las diferencias en inteligencia entre sexos son muy pequeñas, por no decir inexistentes. Es cierto que se siguen registrando diferencias en aptitudes específicas como la verbal, la espacial o la numérica; pero no es menos cierto que estás diferencias cada vez parecen menores, lo que de alguna manera descartaría una explicación genética de las mismas. De ser así, como sociedad lo cierto es que estaríamos jugando un papel muy importante para que estas diferencias existieran y estaría en nuestra mano trabajar para que desaparecieran. Tomemos partido en ello.