Pequeños placeres, grandes momentos
“Disfrutar de todos los placeres es insensato; evitarlos, insensible”. Esta cita célebre de Plutarco, uno de los ensayistas griegos de más renombre, puede resumir perfectamente cómo nos sentimos en muchas ocasiones las personas a la hora de buscar la felicidad. Y es que muchas personas piensan que solo pueden encontrarla a través del amor, el dinero o los bienes materiales.
Por ello, muchas veces no somos conscientes que la felicidad es algo que depende únicamente de nosotros mismos. No hace falta alcanzar grandes objetivos en la vida para alcanzar ese estado de plenitud, lo importante se encuentra en el camino. ¿Sabes de qué estoy hablando? Pues son nada más y nada menos que de los pequeños, pero grandes, placeres que nos da la vida. Esos que están ahí siempre para sacarnos una sonrisa en cualquier momento y lugar.
Los pequeños placeres dependen de cada uno
La lista de pequeños placeres que existen puede tan extensa, o más, como personas hay en el mundo. Depende de los gustos personales de cada uno, pero hay consenso en el placer que genera leer un libro, oler una rica comida recién hecha, o disfrutar de la belleza de una puesta de sol. No obstante, habrá personas que disfruten unas actividades más que otros. Por esta razón, es importante conocerse y fijarse en qué gusta más a cada uno. Será entonces cuando seamos capaces de identificar, y llevar a cabo, todo lo que nos llena de satisfacción.
¿Cómo disfrutar de ellos?
Detrás de los placeres específicos para cada persona, encontramos aquellas tareas cotidianas de las que podemos aprender a disfrutar. Para ello, es importante no tener prisa, prestar atención a lo que estemos haciendo y encontrar el punto de agrado.
En cuanto a lo que a cada uno le gusta hacer, es esencial que estén presentes en el día a día. Para ello, podemos seguir dos pautas:
- Reserva 10 minutos para ti cada día. Estamos inmersos en una sociedad en la que constantemente nos piden ser productivos y tener grandes objetivos. Esto hace que nos olvidemos de nosotros mismos y que, por ejemplo, pasen 2 meses cuando nos demos cuenta de que no hemos hecho eso que tanto nos gusta. Es primordial dedicarse un tiempo al día para hacer un poco de eso que te llena tanto. Esto ayuda a canalizar el estrés y, sobre todo, a conectar con uno mismo y desconectar de responsabilidad, a no perder la identidad y a reforzar la autoestima.
- Planea buenos momentos. Si para alguna tarea no cabe la posibilidad de hacerla a diario en un pequeño tiempo, haz planes, busca el espacio semanal o mensual para hacer eso. Por ejemplo, reunirte con tus amigos. Organiza una cita cada cierto tiempo, y eso te llevará a organizar tu tiempo sin dar cabida a la posibilidad de perderte esa actividad. Además, desde el momento que crees el plan la ilusión y la alegría estarán presentes.
Disfruta del momento
Sobre todas estas indicaciones, la más importante es que disfrutes el momento. Esto consiste simplemente en percatarse, en prestar atención y darse cuenta de que está ocurriendo. Solo así seremos capaces de poner dedicación y cariño a cada tarea y, por tanto, a disfrutarla.
Cuenta cada segundo como si fuese el último, y así te percatarás de la gran magia del momento.