Dolor en el pecho por ansiedad

El nerviosismo casi siempre encuentra una manera de reflejarse mediante síntomas físicos y el dolor en el pecho por ansiedad es una de las más incómodas de todas ellas.
Dolor en el pecho por ansiedad
Andrés Navarro Romance

Revisado y aprobado por el psicólogo Andrés Navarro Romance.

Última actualización: 19 septiembre, 2022

La ansiedad puede expresarse de muchas maneras, desde una sensación de ahogo o una espiral de pensamientos negativos que desembocan en el miedo a morir hasta parestesias, náuseas o mareos. De hecho, muchas de ellas van más allá de la simple activación fisiológica. Ahora bien, si hay un síntoma que provoca un temor atroz, suele ser el dolor en el pecho por ansiedad.

Mientras que otros síntomas fruto de estados ansiosos suelen llamar menos la atención, el dolor en el pecho por ansiedad es uno de los que más preocupación genera en quienes lo sufren. Quizás sea porque este dolor puede imitar casi a la perfección aquel que se percibe durante un evento cardiaco.

“Si de verdad el hombre se habitúa al dolor, ¿por qué padece más y más con el paso del tiempo?”.

-Anónimo-

Es por esto que saber diferenciar el origen causal de un dolor en el pecho, especialmente cuando se produce en la región mediastínica, es tan importante; ya que, en el peor de los casos, ese tipo de dolor puede indicar un urgente problema de salud.

Causas generales del dolor en el pecho

Cuando una o más arterias coronarias sufren una obstrucción o una rotura y se deja de aportar flujo sanguíneo a una región cardiaca concreta, dicha región, ante la falta de oxígeno y nutrientes, produce una respuesta altamente dolorosa como indicativo de que algo no está funcionando bien en el aparato cardiaco.

Mujer experimentando ansiedad

Lo que ocurre con el corazón, al igual que con otros órganos (como, por ejemplo, con el riñón durante un cólico), es que de él emerge el citado dolor referido: la sensación dolorosa se produce en una zona distinta al corazón -en este caso, en el pecho- y es, precisamente, ese tipo de dolor el que muchos asocian casi exclusivamente con un infarto o ataque cardiaco.

Por todo ello, no es de extrañar que al experimentar súbitamente un dolor punzante en la región pectoral media, cualquier persona tienda a pensar que está sufriendo un problema cardiaco. La cuestión es que hay que tener cuidado con aquello que se anticipa, ya que la realidad del asunto es que las causas de un dolor en el pecho pueden ser muchas y diferentes. Entre ellas, podemos encontrar las siguientes:

  • Eventos cardiovasculares.
  • Traumatismos.
  • Problemas osteoarticulares.
  • Lesiones musculares.
  • Tumores.
  • Gasto cardiaco elevado y sostenido en el tiempo.
  • Somatizaciones por ansiedad.

Y es este último de los casos el que realmente puede interesar conocer a fondo, porque no solo se presenta con considerable frecuencia, sino que además puede ser una señal de alerta que indique que se están experimentando niveles de estrés extremos.

¿Cómo distinguir un dolor en el pecho por ansiedad de algo más grave?

Ante la aparición de un dolor en el pecho, la primera medida consiste en buscar atención médica por si pudiera tratarse de un problema serio de salud. Sin embargo, debido a que de antemano no se sabe si hay verdadera razón de preocupación, es buena idea tratar de mantener la calma.

Además, cuando el dolor en el pecho corresponde a un problema cardiaco, suele estar acompañado de otros signos y síntomas que no suelen estar presentes cuando dicho dolor tiene una base puramente ansiosa. Por ejemplo, los siguientes:

  • El pulso cardiaco se vuelve irregular y frecuentemente débil.
  • Aparece de forma simultánea sintomatología vegetativa como sudoración fría y crisis de hipotensión.
  • Puede aparecer mareo, pérdida de fuerza e incluso desmayo.
  • El dolor es más abrasivo y punzante; generalmente se percibe como si atravesase el pecho de delante a atrás o como si se prolongase hacia el brazo izquierdo o el cuello.
  • Es típico que aparezcan a la vez síntomas que deriven en problemas digestivos (dolor en la boca del estómago, indigestión, malestar estomacal e incluso náusea y vómito).
  • Se suele observar palidez cutánea.
  • El dolor no suele remitir a medida que la persona se tranquiliza.

Sin embargo, el dolor en el pecho por ansiedad es diferente. Suele entrar dentro de la categoría llamada “dolor torácico inespecífico” y, cuando responde a la somatización de la ansiedad, este dolor tiene las siguientes características:

  • Es un dolor agudo y punzante.
  • Dura, aproximadamente, entre 5 y 10 segundos.
  • No responde a un esfuerzo físico (ocurre en reposo).
  • Se asemeja a una contracción muscular inusual o un espasmo en el pecho.
  • El sujeto siente ardor, entumecimiento o un dolor sordo.
  • También se describe como una presión incisiva.

Cuándo consultar a un médico

Tanto si no logras controlar tu ansiedad como si el dolor de pecho no desaparece, lo mejor es que consultes con un médico. Por un lado, es posible que necesites terapia para tu problema de ansiedad, pero también es importante que te hagas un chequeo médico para descartar causas físicas.

En el caso de que lo necesites, tu médico te prescribirá los medicamentos adecuados. No obstante, algunos de ellos tienen correlatos psicológicos y efectos secundarios, como los ansiolíticos, así que procura tenerlo en cuenta y tratarlo en la terapia.

¿Por qué se produce el dolor en el pecho por ansiedad?

Existe un fenómeno situado entre lo físico y lo psicológico llamado somatización, el cual ha sido ampliamente estudiado tanto por la disciplina psicológica como por la médica. Se basa en la manifestación corporal (en forma de dolor, movimientos anormales, problemas de salud, afecciones cutáneas, etc.) de estados emocionales internos.

La experimentación de emociones intensas, ya sean negativas o positivas, suelen presentar un correlato sensorial en el pecho; por ello, cuando experimentamos mucha felicidad podemos notar como si el pecho nos fuese a “estallar de alegría”. Igualmente, un grave disgusto favorece la experimentación de una desagradable sensación en el pecho.

Por esto, es natural que, en muchas ocasiones, la zona del cuerpo elegida por la ansiedad para hacer patente su presencia sea el pecho, y que dicha manifestación sea precisamente de dolor. Aunque esta somatización es bastante frecuente y no supone un peligro inminente, a veces suele indicar que existen otros elementos ansiógenos en la vida de la persona.

En general, el dolor en el pecho por ansiedad no debuta de buenas a primeras a causa de un episodio ansioso transitorio o aislado; al contrario, suele emerger como respuesta a una presencia intensa y prolongada de ansiedad en el individuo. Una presencia que podría generar consecuencias negativas para la salud y el bienestar del individuo.

Ante la percepción de un dolor en el pecho por ansiedad, la respuesta lógica de la persona suele ser experimentar mayores cotas de ansiedad. De esta manera, se crea un círculo vicioso que se retroalimenta y  que empeora la situación por momentos.

Chica que sufre síntomas iniciales de la ansiedad por pensar si se pueden heredad las enfermedades mentales

¿Qué hacer ante un episodio ansioso?

Para evitar que la ansiedad nos domine en mente y cuerpo, podemos llevar a cabo una serie de técnicas sencillas. Es posible que estas no funcionen siempre, pero representan un buen punto de partida cuando se requiere controlar la angustia.



Practicar la respiración profunda

Las respiraciones profundas y centradas pueden calmar tanto la mente como el cuerpo. Encuentra una habitación o área tranquila, e inhala hasta la cuenta de 10, mantén la respiración un segundo, y luego exhala hasta la cuenta de 10. Repite esto varias veces hasta que sientas que tu ritmo cardíaco disminuye.

Reflexiona sobre la situación

Acepta y reconoce tus sentimientos de ansiedad y luego trabaja para ponerlos en perspectiva. ¿Te preocupa algo que no puedes controlar? ¿Tienes miedo de una consecuencia que no es probable? ¿Temes una situación en la que no puedas controlar las consecuencias? Analiza tus sentimientos para encontrar la fuente, y luego trabaja para ponerla en perspectiva.

Imagina una escena tranquilizadora

Si te sientes ansioso, intenta visualizar un lugar que te haga sentir calmado. Esto puede ser especialmente útil si te sientes ansioso debido a una situación que no puedes evitar. Practica la respiración profunda mientras visualizas este lugar.

Pide ayuda

Es posible que, si ya estás en tratamiento, tengas un teléfono o una persona a la que referirte, dependiendo de cuál sea tu caso. Siempre conviene tener a alguien con quien poder contar en todo momento, pues es posible que estos momentos requieran de atención especializada o acompañamiento.

Para concluir, recuerda que ante un dolor en el pecho, lo adecuado es mantener la calma y esperar a que un profesional confirme el origen del mismo, sobre todo si se tiene cierta tendencia a experimentar ansiedad. Es importante tomar el asunto con la seriedad que se merece y acudir a un profesional de la psicología para tratar la ansiedad. 


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  • Eifert, G. H., Zvolensky, M. J., & Lejuez, C. W. (2000). Heart-focused anxiety and chest pain: A conceptual and clinical review. Clinical Psychology: Science and Practice7(4), 403.
  • Eifert, G. H. (1992). Cardiophobia: a paradigmatic behavioural model of heart-focused anxiety and non-anginal chest pain. Behaviour Research and Therapy30(4), 329-345.

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