Las 5 edades de la historia: características y curiosidades

La historia se ha dividido en 5 edades, según sus características: Prehistoria, Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea.

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Francisco Jimenez Criado

Última actualización: 06 marzo, 2024

¿Alguna vez te has preguntado por la historia?, ¿has pensado qué significa? Sabemos, por lo general, que la historia es como organizamos el tiempo y los diferentes hechos que han sucedido desde que los humanos estamos en el planeta. En este artículo, exploraremos las preguntas frecuentes que pueden surgir en torno a este tema.

Quédate para averiguar algunas respuestas a preguntas como ¿qué es la historia?, ¿cómo divide y cuáles son sus etapas?, ¿qué características tiene? ¡Comencemos!

¿Qué es la historia?

En pocas palabras, como lo define el portal académico de la UNAM, es aquella que se preocupa por reflexionar, preguntar e indagar acerca de los sucesos pasados, para una mejor comprensión. Al menos, esta es una descripción clásica, desde el mismo Heródoto, que sirve para comprender un poco la dinámica de esta área del conocimiento.

Pese a ello, con el paso del tiempo y gracias a los trabajos académicos, la historia se ha transformado en objeto de estudio y ha conformado toda una disciplina en sí misma: la Historia. A grandes rasgos, podemos definir esta ciencia social aquella que se dedica al estudio crítico y reflexivo del pasado humano. Lo anterior implica la investigación, interpretación y análisis de sucesos, eventos, culturas y personas.

Edades de la historia

Los historiadores han dividido las etapas de la historia en varias secciones o fragmentos según sus características, con el propósito de poder comprender mejor cada etapa, sus dinámicas sociales y políticas, las formas de pensamiento, los avances técnicos, sólo por mencionar algunos.

A grandes rasgos, podemos afirmar que existen 5 edades en la historia, según algunas corrientes historiográficas, y son las siguientes:

1. La prehistoria

Esta época recoge todos los hechos acontecidos desde la aparición de los humanos modernos hasta la invención de la escritura, la cual tiene lugar, aproximadamente, entre el 5000 y el 3000 antes de nuestra era (ANE), en Mesopotamia.

Esta es una época especialmente difícil de analizar porque no se cuenta con registros por escrito de lo que sucedía. Los historiadores y demás investigadores que se ocupan de la prehistoria deben trabajar a partir de restos arqueológicos y con un enfoque paleoantropológico.

La prehistoria es una edad que está dividida en sub-edades o en otras etapas según algunos elementos característicos:

El Paleolítico:

Esta es la primera etapa de la prehistoria. En este se da la aparición del género Homo y sus diferentes especies, que van desde el Habilis hasta el Sapiens. Para esta época no existían asentamientos humanos, pues eran cazadores-recolectores.

La piedra va a ser un elemento fundamental. Es a partir del comienzo de esta época que se desarrollaron algunas herramientas primitivas con la piedra como base. Paleolítico significa ‘piedra antigua’.

El Mesolítico

Es una etapa intermedia y significa ‘piedra media’. Esta etapa de la edad antigua en la que hubo un cambio gradual en las prácticas de subsistencia de las comunidades humanas. Aunque aún eran cazadores y recolectores, comenzaron a adoptar prácticas de agricultura incipiente y a establecer asentamientos más permanentes.

El Neolítico

El Neolítico es la última de las etapas y una de las más importantes de la edad de piedra. Significa ‘piedra nueva’. En esta etapa se dan grandes revoluciones humanas, como lo son las revoluciones agrícolas, con la domesticación de los animales y la agricultura.

Adicionalmente, persiste el uso de piedras, pero no de la forma primitiva que se tenían en etapas anteriores. Hay una clara tecnificación y desarrollo de los artefactos y herramientas, además de las primeras casas.

La Edad de los Metales

Esta es la última etapa de la Prehistoria, aunque a su vez, también cuenta con ciertas divisiones: Edad de Cobre, Edad de Bronce, Edad de Hierro. Cada una de esta se caracteriza por el dominio de los metales en la fabricación de indumentaria, orfebrería y artefactos bélicos, entre otros.

2. Edad Antigua

La Edad Antigua va a comenzar con la invención de la escritura, y con este mismo hecho aparece lo que se conoce como la Historia. Este es un suceso muy importante porque permite tener registros escritos para reconstruir los hechos históricos y así comprender el pasado de una mejor y más precisa manera.

Además de lo anterior, la Edad Antigua se caracterizó por el surgimiento de los grandes imperios y civilizaciones. Estas van a ser las que inicien procesos culturales más específicos que demuestren una mayor personalidad; sin embargo, unas van a beber de otras y las influencias van a ser constantes:

• Sumeria: Tiene lugar en oriente medio, en lo que se conoce como la antigua Mesopotamia, en regiones fértiles de los ríos Tigris y Éufrates. Poseen una sociedad jerarquizada y tienen una lengua propia.
• Egipto: Destaca fundamentalmente por el gran desarrollo cultural y artístico, consolidándose en las regiones próximas al río Nilo y definiendo un panorama constructivo a gran escala, como son las Pirámides o la famosa Esfinge.
• China antigua: Asentada en la región este de la actual China, en la cuenca del río Amarillo, desarrollan su lengua y un estilo artístico propio, además de expandirse hacia otras zonas del sureste asiático.
• Persia: Abarcó un vasto territorio, desde el este del Mediterráneo hasta el actual Pakistán. Se desarrolla un arte imperial en el que van a demostrar sus grandes dotes dentro de la política y el comercio con otras civilizaciones.
• Grecia: La gran Grecia es la cuna de la democracia que tendrá en la Polis (s. VIII a.C.) su gran centro político y de desarrollo urbanístico, consolidando la Acrópolis como centro religioso, los templos como entidad de culto para la población y auge de la filosofía con figuras como Platón. Según Miguel Ángel Elvira, es el momento en que se despierta una técnica precisa por el arte.
• Roma: Eclosiona todas las influencias de estas otras culturas y consolida un imperio que llegó hasta el actual territorio de Gran Bretaña. Sus origenes están marcados por el mito fundacional de Rómulo y Remo. Van a demostrar cualidades singulares en el arte y la ingeniería para hacer de las ciudades grandes centros de poder.

3. Edad Media

La Edad Media comienza con la caída del Imperio romano de Occidente y marca el final de la Edad Antigua. Esta edad va a durar un milenio, aproximadamente. Los pueblos bárbaros comienzan a dominar las tierras europeas. Algunas civilizaciones como los Ostrogodos, el Imperio carolingio, los Vándalos y Alanos, entre otros, van a tomar presencia y protagonismo.

El sistema económico imperante era el feudalismo y se basaba en la relación de vasallaje entre el señor feudal y el vasallo. Entre el siglo XIII y XIV se produce el auge de las ciudades y el inicio de una nueva clase social vinculada al comercio: la burguesía. Con el surgimiento de estas nuevas clases sociales comenzó a debilitarse el sistema feudal hasta desaparecer.

A nivel artístico, hay que señalar que el románico y el gótico se convierten en los primeros estilos internacionales que ganan desarrollo en distintos países europeos (Francia, España, Alemania, Italia e Inglaterra).

Por muchos años, y gracias a las ideas surgidas en épocas del romanticismo, se creyó que la Edad Media era una época de oscuridad y retroceso intelectual. Sin embargo, la historia del arte y de la ciencia son muestras de todo lo contrario.

4. Edad Moderna

Dentro de las edades de la historia, otro periodo que resalta es la Edad Moderna. Sus comienzos se sitúan entre la caída del Imperio romano de Oriente y la conquista de América. Es decir, al rededor del siglo XV Gracias a estos hechos, se da un giro en la concepción política y cultural europea, al igual que en la visión del mundo.

Hay que tener en cuenta que se consolida el llamado Estado Moderno, un nuevo sistema político que se comprueba, por ejemplo, con los Reyes Católicos en la Península Ibérica.

En el siglo XVI se consolidan las monarquías absolutas, dominando en Europa el Emperador Carlos V. Este concepto político tendrá desarrollo en siglos venideros. También se logran nuevos progresos científicos a través de figuras como Galileo Galilei en el siglo XVII, entre otros.

A su vez, hay que señalar que a nivel artístico es el Renacimiento es el período más fructífero donde se produce la vuelta a la concepción de clásica de la antigüedad. Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael son artistas que ganan renombre y pasan a ser considerados intelectuales y no simples artesanos.

5. Edad Contemporánea

Dentro de las Edades de la historia, esta es una de las épocas más convulsas y que supone una gran transformación política, territorial, cultural y social en todo el mundo. Tiene su inicio en la segunda mitad del siglo XVIII y abarca hasta la actualidad.

La Revolución Industrial, que comienza en el siglo XVIII, supone un crecimiento económico y social en los países de Europa que entraron en esta dinámica. Sin embargo, muchos de los progresos alcanzados se verán deteriorados a causa de conflictos bélicos, como van a ser la Primera Guerra Mundial y la Segunda; al igual que las difentes guerras civiles.

En esta época, y desde la misma Revolución Industrial, se darán una gran cantidad de avances tecnológicos y científicos que ayudarán a transformar la vida hasta como la conocemos hoy.

Lo que respecta a los asuntos políticos, será una época convulsa, llena de revoluciones políticas, guerras y conflictos. En materia económica, se consolidarán los sistemas económicos que tenemos a hoy: capitalismo y socialismo.

Edades de la historia: una guía para comprender el pasado

Como hemos visto, las Edades de la historia se han establecido con relación a ciertos sucesos que marcan cambios estructurales en la sociedad, la cultura y la humanidad. Estas divisiones sirven para comprender mejor las formas de pensamiento, convivencia y sociabilidad. Nos permite entender el pasado para comprender mejor el presente.