Eduard Punset: adiós a un gran divulgador científico

Eduard Punset era optimismo, era curiosidad y era pasión por el conocimiento. Pocos divulgadores científicos nos contagiaron de igual modo las ganas por aprender, por sumergirnos en el campo de la psicología, astronomía, antropología, etc. Hoy nos despedimos de él.
Eduard Punset: adiós a un gran divulgador científico
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 07 octubre, 2022

Su carisma, su voz inconfundible, su cabello a lo Albert Einstein, su notable facilidad para contagiarnos la pasión por la ciencia… Eduard Punset era esto y mucho más, una figura tan mediática como querida que marcó un antes y un después en el campo de la divulgación científica en la televisión española con su programa Redes. Hoy, con su pérdida a los 82 años, nos deja sin duda un gran vacío.

Tenía la apariencia de un científico despistado, y aunque en su carrera personal había estado vinculada a la política y al derecho, Punset sabía muy bien lo que quería transmitir en aquel programa que se emitía los domingos de madrugada. Fueron casi 18 años presentando y dirigiendo Redes, logrando a su vez, algo que solo figuras como Carl Sagan consiguieron en su día: despertar la curiosidad científica de miles de espectadores.

Con entrevistas como la realizada a Roger Penrose o Max Tegmark, lograba casi al instante que deseáramos convertirnos en físicos o cosmólogos para seguir profundizando en el origen del universo. Con conversaciones como las que mantuvo con Jane Goddall, Lawrence Krauss, Antonio Damasio o Steven Pinker pudimos entender ideas y teorías sobre nuestros orígenes, qué son realmente las emociones o qué posible futuro nos espera como humanidad.

Física, biología, psicología, neurociencia, cosmología… Eduard Punset nos invitó a un viaje de conocimientos y descubrimientos apasionantes a través de su propio entusiasmo y de una curiosidad imantada por un optimismo incansable. Y nos conquistó. No es fácil, por tanto, despedirse de alguien que incentivó e incluso despertó vocaciones en cientos de jóvenes. Afortunadamente, nos queda su gran legado audiovisual y también sus numerosas publicaciones.

“Un conocimiento de quiénes somos realmente, de nuestras debilidades nos ayuda a ser más felices”.

-Eduard Punset-

libros de Punset

Eduard Punset, el político que nos abrió las puertas del mundo de la ciencia

Hay quien siempre vio con escepticismo el hecho de que se considerara a Eduard Punset un divulgador científico. Venía del mundo del derecho, tenía un postgrado de ciencias económicas de la Universidad de Londres y contaba, además, con una larga trayectoria como político. Primero dentro del partido Centro Democrático y Social de Adolfo Suárez y más tarde como europarlamentario desde 1987 hasta 1994.

Fue su gran habilidad para la comunicación por lo que Televisión Española le propuso presentar un programa de ciencia. Y efectivamente, Punset no contaba con ningún título académico ni formación relacionada con gran parte de las áreas en las que profundizaba cada semana. Sin embargo, tenía algo mucho mejor: carisma, intuición científica y una clara habilidad para transmitir conocimiento de manera sencilla contagiándonos a su vez, su misma pasión.

Redes, el saber científico al alcance de todos

Si en Estados Unidos tuvieron a Carl Sagan en los años 80 en el programa Cosmos, en España tuvimos a Eduard Punset en Redes. Y no importaba que el programa se emitiera de madrugada. Cada semana contaba con miles de fieles telespectadores dispuestos a dejarse sorprender, a hacer de los profanos del mundo de la neurociencia, astronomía o biología, repentinos apasionados de esos universos singulares.

El programa empezó a emitirse en marzo de 1996 y fue en el 2008 cuando dio un pequeño cambio que haría historia. Redes pasó a llamarse Redes 2.0 y cada semana, Eduard Punset entrevistaba a un especialista de renombre internacional. De pronto y por primera vez, el mundo de la ciencia llegaba a nuestro país de manera novedosa y sobre todo cercana.

Quien tenía que madrugar al día siguiente dejaba el programa a grabar. Porque si había algo seguro, es que cada semana se aprendía algo nuevo y conocíamos de primera mano a figuras tan relevantes como Oliver Sacks, James Watson y Francis Crick,  Steven Pinker, Robin Dunbar, Lawrence Krauss, Roger Penrose, Jane Goodall, Antonio Damasio, Daniel Dennett o Lynn Margulis.

Esas entrevistas en inglés las doblaba él mismo, acostumbrándonos casi sin darnos cuenta, a entender todas aquellas ideas, teorías y perspectivas científicas a través de su voz y su inolvidable carisma.

Eduard Punset y la divulgación a través de sus libros

Mientras presentaba el programa Redes, Eduard Punset inició una nueva labor igual de exitosa: la publicación de libros. Trabajos como El viaje a la felicidad (2005), El alma está en el cerebro (2006) o Por qué somos como somos (2008) iniciaron una época en la que, de pronto, el acceso a temas científicos básicos ya no resultaba farragoso, sino todo lo contrario. Sumergirse en aquellas páginas era un placer, era emprender un viaje estimulante y educativo.

En sus libros ya no escuchábamos su voz, pero permanecía esa impronta inconfundible del divulgador que hace fácil lo complejo, que ofrece teorías, datos rigurosos y que convierte la ciencia en un camino en el que uno siempre se queda con ganas de saber más. Quizá por ello, llegaron otros trabajos como El viaje al amor (2007), El viaje al poder de la mente (2010) o El sueño de Alicia (2013) en los que Eduard Punset llegó a otra disciplina en la que acabaría quedándose: la autoayuda.

El programa Redes finalizó en enero del 2014, y poco a poco, fue desligándose del campo de la divulgación científica para centrarse, precisamente, en esa área del crecimiento personal y la autoayuda a través del gabinete Apol (Apoyo Psicológico Online).

Punset sonriendo

Su progresiva retirada de los medios se vio incentivada por sus problemas de salud en los últimos años. Hoy nos ha dejado, y con su vacío, lo queramos o no, el mundo de la ciencia se queda más huérfano por una sencilla razón: el mundo necesita científicos, pero también personalidades que sepan transmitirnos la magia del conocimiento.

Eduard Punset tenía el brillo de una nebulosa y la pasión de un niño que ansía saberlo todo. Su destello durará siempre. Ahí tenemos su legado audiovisual y literario para recordarlo cada vez que lo necesitemos.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.