Hacer ejercicio te ayuda a ser más inteligente

Hacer ejercicio te ayuda a ser más inteligente
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 18 enero, 2016

Hacer ejercicio es muy saludable tanto para tu cuerpo como para tu mente. Además de ayudarte a mantenerte sano y en forma, el ejercicio también te ayuda a sentirte mejor contigo mismo, a tener más energía, a regular el estrés y combatir los estados de ansiedad y depresión.

Sin embargo, el poder de hacer ejercicio sobre tu cuerpo y tu mente va más allá. Estudios recientes han demostrado que la actividad física también es beneficiosa para el cerebro  y que mejora la capacidad tanto para recordar como para aprender

“Cuanto mayor sea tu nivel de energía, más eficiente es tu cuerpo. Cuanto más eficiente es tu cuerpo, mejor te sentirás y más usarás tu talento para producir resultados increíbles”.

-Anthony Robbins-

 

El ejercicio aeróbico puede favorecer el aprendizaje

Diversos estudios han vinculado mejoras en la aptitud física a importantes mejoras en las capacidades de memoria y aprendizaje. Por ejemplo, un estudio encontró que los niños que tenían una buena aptitud aeróbica obtuvieron mejores calificaciones en pruebas de memoria que aquellos con baja condición física.

Los investigadores también han sugerido que combinar ejercicio y estudio ayuda a mejorar la memoria y hace que el estudio se haga menos difícil, especialmente cuando hay que enfrentarse a tareas complejas y desafiantes.

Niños jugado al fútbol

Hacer ejercicio ejercicio ayuda al desarrollo de nuevas células cerebrales

Según los expertos, el ejercicio cardiovascular no solo potencia el aprendizaje, sino que también provoca cambios reales en el interior del cerebro. Las hormonas segregadas tras el ejercicio provocan efectos beneficiosos sobre la mejora de la atención, el aumento de los niveles de excitación y sobre la percepción.

El ejercicio cardiovascular promueve el crecimiento celular, la regulación de los estados de ánimo y la liberación de hormonas como la dopamina, la serotonina y la norepinefrina.

Por otra parte, los estudios han mostrado que actividades aeróbicas intensas como correr pueden aumentar la neurogénesis (nacimiento de nuevas neuronas) y mejorar las posibilidades de que esas células recién formadas puedan sobrevivir y prosperar.

También se ha encontrado que el ejercicio estimula la producción del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) que ayuda a conservar las células del cerebro y estimula el crecimiento de nuevas neuronas.

Ejercicio y reserva cognitiva

Diversos estudios han demostrado que los beneficios de hacer ejercicio son acumulativos, es decir, que inciden sobre la reserva cognitiva (habilidad de tolerar los cambios en las estructuras cerebrales relacionados con la edad o una patología dada).

El aumento de la reserva cognitiva permite alargar el efecto protector ante ciertas enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Personas mayores haciendo ejercicio con la bicicleta

Qué tipo de ejercicio es el mejor para promover el aprendizaje

Aunque el ejercicio en general es beneficioso para el cerebro, algunos tipos de entrenamiento son mejores para favorecer determinados tipos de aprendizajes que otros, ya que cada una afecta a nuestra mente de una forma determinada.

Los investigadores han encontrado que los diferentes tipos de ejercicio pueden afectar el cerebro de diferentes maneras.

La mayor parte de los estudios sugieren que el ejercicio cardiovascular es el que ofrece los mayores beneficios para aumentar la capacidad memorística y mejorar el aprendizaje. Sin embargo, también hay evidencia de que el entrenamiento de fuerza puede beneficiar al cerebro y que incluso el ejercicio moderado puede conducir a tales beneficios cerebrales.

Los investigadores han encontrado que el ejercicio moderado, como caminar y levantar pesas con fines de tonificación, puede ayudar a evitar problemas de memoria asociados con el proceso de envejecimiento.

Un estudio también encontró que los adultos mayores que habían sido diagnosticados con deterioro cognitivo leve mostraron mejoras en habilidades de memoria y lenguaje después de seguir un programa de ejercicio de dos sesiones semanales de 90 minutos de ejercicios aeróbicos, entrenamiento de fuerza y equilibrio durante un año.


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