El amor viene y va pero la amistad verdadera permanece
¿Qué ocurre cuando la pareja suplanta las relaciones de amistad? ¿Qué perdemos realmente cuando dejamos a un lado a nuestros amigos por una relación? Saber encontrar tiempo para ambos, amistad y amor, es un punto importante para que la relación sea fructífera.
Cuando se empieza una relación es normal que se disponga de menos tiempo para pasar con los amigos. Los planes con la pareja resultan a veces más atractivos, fruto del enamoramiento; se tienen más ganas de conocer al otro y de disfrutar de estos primeros momentos. Es una situación novedosa que requiere más atención, pero no debería ser una opción abandonar por completo el grupo de amigos.
Un grupo de investigadores encabezados por Robin Dunbar estudió y desveló que cuando se comienza una relación amorosa se pierden dos de los cinco amigos más cercanos. Además de esto, también afirmó que las parejas que saben disfrutar del tiempo que pasan con sus amistades y tienen además, su parcela individual, presentan mayor satisfacción en su relación amorosa.
Esto es así porque aprenden a dividir su tiempo para seguir manteniendo aquello que les hace feliz y les genera bienestar. De esta manera, trasladan su estado emocional a la relación y de algún modo, la fortalecen.
El amor viene y va, pero una verdadera amistad es algo que traspasa el tiempo. Por ello, hay que buscar momentos para seguir compartiendo experiencias con nuestros amigos, sea cual sea la situación. Según los estudios de Robin Dunbar, elegir compartir y no dedicar el 100% de nuestro tiempo a la pareja mejorará la situación sentimental. Lo que no quiere decir que la ignoremos, simplemente que busquemos esos momentos para hacer y estar con las personas que también queremos y apreciamos.
Dejarlo todo por amor
Esta frase es muy típica y parece muy romántica, pero quien deja todo por amor, se abandona a sí mismo para entrar en un “estar juntos” que no implica la unión de dos personas totales y completas, sino una simbiosis. De esta forma, se pierde parte de la individualidad para formar un colectivo: dos seres incompletos unidos para cubrir carencias.
Pero el amor no es esto, amor es respetar que la pareja tiene su tiempo, sus amigos, en definitiva, su vida y que nos elige para compartirla, pero no para hacer una vida totalmente juntos. La confianza y la comunicación permiten que las parejas puedan disfrutar de su parcela individual, independiente de la relación sentimental, sin consecuencias negativas.
“Lo dejo todo por amor” es una decisión egoísta, que además implica que si en algún momento la relación acaba lo que quedará será nada, lo cual conlleva una ruptura muy dificultosa. Seguir dedicando tiempo a nuestros hobbies, a tener nuestro espacio y a mantener amistades proporciona una vida plena, la cual decidimos compartir con alguien. No lo olvidemos.
La amistad también requiere tiempo
Mantener amistades requiere comprensión pero también tiempo, al igual que construir una relación de pareja. Un tiempo que aunque no pueda ser tan constante como antes, cuando se tenga tiene que ser sincero, de calidad y dedicado con amor. Hay que disfrutarlo.
Así, la amistad es también amor y hay que trabajarla, prestarla atención y cuidarla como un jardín. En nuestras manos está. Es nuestra decisión. Permitamos y alentemos que estos lazos tan bonitos no se rompan solo porque una relación de pareja comenzó.
Cuesta pensar que después de que un amigo nos haya abandonado por amor, vuelva tras un tiempo para recuperar el tiempo perdido o la amistad que hubo. Cuesta porque a nadie nos gusta que nos abandonen, aunque siempre hay tiempo para aprender que el amor viene y va, pero la amistad siempre permanecerá ahí. Siempre que sea auténtica.