El contenido de tu maleta (Vídeo)
Todos conocemos al tipo de persona que conoce a muchas otras, a la que nunca verás sola, que es el alma de todos los grupos de los que forma parte. Esta persona suele gozar de buen humor y, además, suele faltarle tiempo para diseñar y llevar a cabo sus planes. Este tipo de personas son muy apreciadas socialmente y han incrementado su valor notablemente en el campo laboral. Alguien que trabaja, que dinamiza un grupo y que es productivo dentro de él no cabe duda de que es un gran valor para una empresa.
Sin embargo, seguro que también conoces al tipo de persona que no tiene una lista de conocidos interminable, que a menudo desaparece o te la puedes encontrar dando un paseo sola por la calle. Además, en grupo no suele ser muy participativa, tampoco aporta planes continuamente y, de hecho, antes que hacerlos y de vez en cuando, prefiere quedarse en casa.
Sin pertenecer a ninguno de estos polos, que parecen un tanto opuestos, estoy segura de que todos nos situamos más cerca de un tipo que de otro. Cada uno de nosotros es único y lo ideal es amoldar nuestro trabajo a nuestra forma de ser y no a la inversa. Creo que todos estaremos de acuerdo en que de este modo se incrementará nuestra productividad y entusiasmo de manera notable.
Sin embargo, el hecho de crear empleos que fomenten la creación de un estilo de trabajo propio, único e irremplazable no parece ser todavía muy aceptado por la sociedad ni por los empresarios. Aún así, esta idea está siendo cada vez más desarrollada y su acogida cada vez mayor entre los emprendedores y gurús de la innovación. Susan Cain nos trae una magnifica conferencia en la que reflexiona sobre cómo debemos potenciar que cada persona trabaje en el ambiente en el que más productiva sea, en el que más fluya. Merece la pena dedicar unos minutos a escuchar lo que nos tiene que decir…