El mundo azul: ama el caos en tu vida
“El caos es aquello que te hace diferente, aquello que la gente no comprende de ti y que desea que cambies. Pero uno es su caos . Por ello, cuando alguien no te entienda, dile: ama mi caos”
-Albert Espinosa-
Con estas palabras, el autor del libro presenta la idea fundamental de que en nuestra vida todos tenemos algo que nos hace especial y que todo el mundo trata de cambiar.
Albert Espinosa es un luchador nato. Cuando tenía tan sólo catorce años fue diagnosticado de cáncer en los huesos, por el que perdió una pierna, un pulmón y parte del hígado.
En una etapa vital tan temprana, pasó diez años en hospitales donde conoció a compañeros con los que jugaba a repartirse la vida que ellos imaginaban que les quedaba.
Consiguió salir de la enfermedad y lejos de dejar que la experiencia sumiera su vida en la desesperanza y en lo negativo, inspiró una carrera creativa que le ha llevado a convencer a millones de personas de que las cosas dependen del cristal con el que se mire.
Su última obra, El mundo azul es una invitación a participar de forma activa en el juego de la vida, en el que hay que vivir el presente como si no hubiera mañana y arriesgarse a salir de la zona de confort en la que, en la mayoría de las ocasiones, permanecemos por miedo a los cambios o al qué dirán.
Nos movemos por miedo a perder
nuestro lugar en el mundo
La trama se sitúa en una isla perdida en el mundo, donde niños que sufren enfermedades terminales van a pasar sus últimos días juntos. Allí aprenderán a exprimir la vida y a buscar nuevas aventuras que reaviven la esperanza de vivir en comunidad y a desarrollar su parte más espiritual.
El significado de la muerte en nuestras vidas
La muerte es un tema tabú en nuestra sociedad y es tan sólo cuando se acerca el momento del final, o cuando vivimos una experiencia cercana en nuestro entorno, cuando nos replanteamos en qué momento nos encontramos, hacia dónde vamos y de qué forma estamos viviendo.
Pensar en ella, lejos de hacernos caer en una tristeza profunda y carente de esperanza, debería hacernos volver a la vida con más fuerza. Para explorarla, para volver con más fuerza a la batalla, para disfrutarla, para vivirla. Claro que tener miedo es inevitable, pero vivir en un rincón es una decisión que tomamos.
Tengo miedo a morir, no os confundáis. Mucho miedo, pero quiero estar consciente cuando llegue el momento. He pasado por demasiado para perderme ese final.
Quizás nos llenamos de dudas plagadas de finales que imaginamos catastróficos y es probable que en la incertidumbre de lo desconocido hallemos las respuestas.
Cuando probamos a tomar caminos alternativos, que a veces consideramos como imposibles, descubrimos que hay infinitas maneras de hacer las cosas y que quizás, intentarlo siempre por una única vía sea un error que cometemos todos en más de una ocasión.
¿Cuando perdemos el niño que hay en nosotros?, ¿en qué momento de la vida decidimos que ya no hay que jugar?
Las experiencias nos aportan sabiduría y seguridad, pero también nos pueden limitar si pensamos que siempre ocurrirá de la manera en que intuimos que lo hará. Un destino ya escrito en lugar de un folio en blanco por redactar.
Un problema es tan sólo la diferencia
entre lo esperado y lo obtenido de la vida
También la búsqueda insaciable por conseguir algún fin a toda costa se puede convertir en una travesía complicada. Busquemos por tanto el punto medio: aceptar lo bueno que tenemos y seguir buscando aquello que sabemos que nos hará feliz, pero que no nos atrevemos a emprender la marcha.
El mundo azul quizás sea eso. Un camino lleno de decepciones, de renuncias, de miedos pero también de aprendizaje y vitalidad.
¿Cómo sería tu mundo azul? , ¿cuál es tu caos?