El «Shaktipat» o la transmisión de energía espiritual, según las filosofías orientales

¿Qué tienen que ver la física cuántica, las filosofías orientales y la psicología? Hoy hablaremos de una teoría curiosa que defiende que la materia está conectada de una manera muy especial, con implicaciones en el terreno psicológico.

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 12 abril, 2023

El Shaktipat es un concepto que proviene de las filosofías orientales, en particular, la hindú. Tiene su origen en el sánscrito y literalmente significa «toque de energía». En sí, consiste en la transmisión de energía espiritual de una persona a otra. Se cree que el término alude a la transferencia de energía (shakti) de un maestro espiritual a un estudiante, con el fin de despertar la conciencia de este y acelerar su progreso interior.

Antes de que pienses que hablaremos sobre fenómenos paranormales y creencias sin fundamento, adelantamos que, si bien no existe una teoría científica concluyente en torno al Shaktipat, en cambio sí hay una serie de indicios y estudios que relacionan este fenómeno con otro en física, el cual está respaldado por un buen volumen de evidencias: «entrelazamiento cuántico».

El «toque de energía» y el entrelazamiento cuántico comparten la premisa de que puede haber una comunicación a distancia entre dos objetos, sin utilizar ninguno de los canales conocidos. En principio, Albert Einstein llamó a este mecanismo «Acción espeluznante a distancia». La nombró así en tono de burla, pues no creía que fuera posible. Sin embargo, hoy por hoy, el fenómeno se ha probado en laboratorio.

El entrelazamiento cuántico

El entrelazamiento cuántico es un fenómeno explicado en términos de la mecánica cuántica, es decir, en el plano subatómico. La idea de la física replicada en el campo psicológico es que dos partículas pueden mantener una conexión, aunque físicamente estén separadas.

Hablando desde la metáfora, es como si tuvieras dos manzanas conectadas en lugares muy distintos del planeta; por ejemplo, una a tu lado y otra en Oriente. La que está en Oriente se oxida y, de pronto, la que tienes aquí también.

Parece de locos, pero no es así. Los científicos Alain Aspect, John Clauser y Anton Zeilinger ganaron el Premio Nobel de Física en 2022 por sus desarrollos en torno a este tema y su aplicación en la informática. Esto quiere decir que el entrelazamiento cuántico no es una teoría, sino que está avalado por una evidencia empírica.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con el Shaktipat? Una hipótesis barajada enuncia que esa interrelación no solo se da en el mundo subatómico, sino también en otros ámbitos. En concreto, se cree que el cerebro humano actúa como una de esas partículas conectada con otra partícula, que vendría a ser el cerebro de otra persona. ¿Será posible?

El Shaktipat: ¿un caso real?

Para las filosofías orientales, al menos en teoría, es posible que a través de la meditación se establezca ese contacto a distancia entre dos humanos. Cuando se produce el Shaktipat, lo que ocurre es que un meditador transfiere energía y esto la lleva a que otra persona la experimente como «kundalini» .

Esta última se describe como un estado que «enciende el fuego interior». Es como una inyección de energía por la cual el receptor experimenta un súbito estado de iluminación. También se dice que este toque de energía es sanador para la mente y el cuerpo. Aunque hay varios testimonios publicados, uno de los más interesantes fue difundido en 2016,  titulado Speculation on Shaktipat as «Spooky Action at a Distance».

En este documento, el autor, que es físico, con extrema reserva narra una experiencia vivida en carne propia. Estaba él en Austin, Texas (Estados Unidos) y un amigo suyo le pidió una fotografía, sin decirle para qué.

Un par de semanas después, despertó en la mañana, comenzó a meditar y de pronto sintió que su cerebro «había sido cargado como si fuese una batería». Luego, le pareció como si su conciencia se expandió «hasta alcanzar todo el universo». Se podría decir que experimentaba la kundalini.

¿Qué sucedió en el proceso de Shaktipat?

Poco después de este suceso, el físico se enteró de que su fotografía fue entregada al yogui Gurumayi Chidvilasananda, quien estaba en Nueva York, una noche antes de su extraña vivencia. Todo indicaba que se trató de un «toque de energía» y, de inmediato, el hombre de las ciencias lo asoció con la «acción espeluznante a distancia» de Einstein y el entrelazamiento cuántico.

La experiencia en conjunto duró cuatro horas. En las primeras dos, experimentó la sensación de plenitud, que describió como una energización de su mente. En las dos horas siguientes, el estado comenzó a perder fuerza de manera gradual y, al final, el físico quedó sumido en la inconsciencia.

Hasta el momento, el autor no consigue darle una explicación plausible a ese episodio. Años más tarde, decidió escribir sobre lo sucedido y asociarlo con los conceptos de la física cuántica.

Él mismo habla de «especulaciones» o hipótesis a la hora de explicar el fenómeno, porque no hay una evidencia que sea capaz de soportar de manera fiable estos relatos. Sin embargo, su trabajo abre nuevos horizontes, ya que cita innumerables experimentos sobre entrelazamiento cuántico, llevados a cabo en condiciones controladas. Vale la pena leerlo, con mente abierta y crítica a la vez.

Aún se explora la posible base científica del «toque de energía»

Por ahora no se demuestra que la mecánica cuántica esté directamente relacionada con la conciencia o la energía espiritual, por lo que cualquier afirmación en este sentido seguiría siendo especulativa.

No obstante, la mecánica cuántica evidencia que las partículas subatómicas están entrelazadas, de manera que su comportamiento está íntimamente relacionado con independencia de la distancia entre ellas.

Este fenómeno lleva a algunos teóricos a explorar la idea de que la conciencia y la energía espiritual pueden ser parte de la mecánica cuántica; además de que la transmisión de energía, a través de técnicas como Shaktipat, podría tener una base científica.