El verdadero fracaso es cuando dejas de intentar algo

No hay mayor fracaso que nunca haber tomado la decisión de afrontar un reto. En todo caso, es mucho más probable que te arrepientas de la cobardía que del fracaso en sí. Hacemos algunas reflexiones al respecto.
El verdadero fracaso es cuando dejas de intentar algo
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Rafa Aragón

Última actualización: 30 agosto, 2021

El miedo al fracaso es bastante común, forma parte de los pensamientos que limitan nuestras capacidades; paralizándonos, e impidiendo que iniciemos muchos proyectos interesantes que creemos que no están a nuestro alcance.

Sin embargo, el verdadero fracaso es dejar de intentar algo por el propio miedo a fracasar. Ya que el hecho de permitirnos cometer errores es la esencia misma para nuestro aprendizaje, en cualquier aspecto de la vida.

“Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender.”

-Charles Dickens-

En nuestros primeros meses de vida, no hacemos otra cosa más que intentar afrontar cada paso que damos, cayéndonos y levantándonos una y otra vez, probar, investigar y explorar todo lo que nos rodea.

No habríamos aprendido a andar si no tuviésemos el valor de afrontar cada una de nuestras caídas. Lo mismo nos pasa con cualquier aprendizaje significativo, hemos tenido que pasar por realizar un esfuerzo y un intento fracasado para incorporarlo a nuestro repertorio de aprendizajes.

Afrontando los baches de la vida

Los baches que se nos presentan a cada uno de nosotros en la vida poseen un gran valor, tanto para nuestro desarrollo personal, como para entender y adquirir el valor del esfuerzo.

Gracias a las dificultades que se nos van presentando, nos vamos curtiendo y adquiriendo nuevas habilidades que nos ayudan a afrontar cada uno de los retos con los que nos encontramos.

afrontando los baches de la vida

Estos obstáculos pueden ser pensamientos, miedos, circunstancias, etc. Lo importante es atender a estas dificultades, para reconocer por qué están ahí, qué papel juegan para nosotros y qué lección es la que podemos sacar.

“A veces para lograr el equilibrio

hace falta aprender a pararse

sobre las piedras del camino.”

Existe un valioso aprendizaje que podemos descubrir, si tomamos conciencia de qué tipo de cosas son las que evitamos, a las que no nos enfrentamos, las que descartamos de forma automática por creer que no podremos alcanzarlas.

Si nos vemos torpes ante una situación, de forma inconsciente, haremos lo posible para que no se produzca esa situación; aunque sea beneficiosa y anhelada, aunque sea la antesala para el inicio hacia nuestros sueños.

El triunfo es para quienes tienen el valor de intentarlo

Es muy sencillo y cómodo quedarse pensando que no podremos obtener aquello que deseamos, al verlo como algo muy lejano o al requerir de un gran esfuerzo. No intentarlo es el verdadero fracaso.

“Cuanto más grande es la prueba, más glorioso es el triunfo.”

-William Shakespeare-

Las personas que realmente conquistan el triunfo son aquellas que no se detienen, las que no se paralizan, las que no se paran a quejarse del esfuerzo que hay que realizar, las que persiguen paso a paso cada una de sus metas hasta conseguir lo que se han propuesto.

Las personas que ven el fracaso como algo necesario, como una oportunidad para aprender y mejorar. Son aquellas personas que se preguntan cada día si están donde quieren, y si están haciendo lo que realmente aman y les apasiona.

El verdadero triunfo está en tener la valentía de intentarlo; quienes conservan esta actitud siguen adelante por diversos caminos hasta conseguir su propio éxito personal.

el triunfo está en comprender el fracaso

 

El éxito es para quienes comprenden el fracaso

Supone un gran crecimiento personal comprender que la frustración es parte del camino, ya que no conseguir muchas veces lo que se pretende es una oportunidad para cambiar de perspectiva.

El fracaso ante la consecución de algo no resulta tan frustrante cuando uno mismo tiene la conciencia tranquila, de saber que lo ha intentado de la mejor forma que ha sabido hacerlo.

No hay nada de lo que sentirse culpable ni que temer ante el “fracaso” de no haber conseguido aquello que se ha intentado, y se ha puesto un gran esfuerzo para conseguirlo.

Cuando somos capaces de comprender el fracaso

nos acercamos a la realidad de nuestra propia naturaleza

Lo realmente importante y valioso no está relacionado con el éxito, ni con el reconocimiento de los demás, reside más bien en los aprendizajes que podemos adquirir durante el proceso, acerca de nosotros mismos.

Atrévete a intentar aquello que quieres, quizás no obtengas lo que pretendías, pero lo que sí es seguro es que no te arrepentirás de no haberlo intentado. Y por el camino podrás hallar un enriquecedor mundo de posibilidades.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.