¿Es bueno darse un tiempo en la relación de pareja?

¿Conviene una pausa con tu pareja cuando las cosas no van bien? ¿Sirve de algo estar unas semanas separados? Si te sucede ahora mismo, te servirá el contenido del siguiente texto.
¿Es bueno darse un tiempo en la relación de pareja?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 18 agosto, 2023

¿Es recomendable darse un tiempo en la relación de pareja? La respuesta rápida es: «depende». Si aún existe el amor y ambos están comprometidos en el cambio y en trabajar por la mejora del vínculo, unas semanas de distancia serán de utilidad. Ahora bien, poner el botón de pausa y no clarificar lo que deseas lograr durante esos días, harán que el plan no tenga sentido.

Lo primero que debes saber es que esta técnica se aplica en muchas ocasiones y puede resultar exitosa, sobre todo, en esos casos en que las dinámicas son conflictivas y las emociones tan tensas como la cuerda de un violín. Estar separados unas semanas aleja de ese bucle de negatividad y ayuda a dilucidar con calma qué hacer.

Si te encuentras ahora mismo en esta situación, conviene que profundices en los siguientes datos.

La clave del éxito de las separaciones temporales en una relación radica en cómo invierta el tiempo la pareja y en sus buenas habilidades de comunicación.

Darse un tiempo en la relación de pareja: qué es y cuándo es útil

Es posible que dejar un espacio entre tu pareja y tú oxigene las tensiones, flexibilice las ideas y, gracias a la lejanía, se revele lo cristalino de los sentimientos. Tomarse unos días o semanas en escenarios diferentes no es, ni mucho menos, el preludio del fin. Se trata de una técnica recomendada -a veces- por los terapeutas.

Darse un tiempo en la relación de pareja es poner en pausa las conflictividades mediante la distancia física, para realizar un ejercicio de autoconciencia en el que se revise el vínculo y se sane (si es posible). Es pasar de la esfera «compartida» a la «individual», con el objetivo de clarificar en qué punto se encuentran y qué es lo que quieren.

Un trabajo publicado en Cognitive-behavioral strategies in crisis intervention menciona la importancia de intervenir en esas parejas que arrastran patrones crónicos de conflictividad. Es en esas dinámicas en las que el psicólogo sugeriría el distanciamiento temporal. Sin embargo, esta estrategia debe seguir las pautas concretas.



Mujer triste pensando en si darse un tiempo en la relación de pareja
Es probable que, al darse un tiempo en la relación, se tome conciencia de la necesidad de cuidar mejor el vínculo.

¿Qué significa en realidad darse un tiempo?

Darse un tiempo en una relación de pareja no es romper el vínculo, es dejarlo en pausa para revisarlo, reflexionar y aprender. Esta acción no debe verse como una amenaza al compromiso, sino como un mecanismo que requiere de madurez y responsabilidad, para salvar ese lazo en un instante de crisis.

Estar tan inmersos en el juego de las culpas y los reproches hace que la atmósfera emocional se vuelva irrespirable. No solo acabas viendo lo peor del otro, sino que terminas por descuidarte. Poner distancia contribuye a acabar con la conflictividad, para tomar contacto con nuestras necesidades y valorar qué hacer. No es, por tanto, una ruptura.

Hay dinámicas relacionales donde solo fluye la culpa, la amenaza y el despecho. Cuando aún hay amor, pero nos convertimos en nuestros propios enemigos, es necesario darnos un tiempo.

¿Cuándo es útil y cuándo no hacer uso de esta estrategia?

Establecer una distancia temporal es recomendable cuando los dos miembros, a pesar de las tensiones, están comprometidos en seguir adelante con su relación. Esa es, sin duda, la piedra angular que da sentido a esta alternativa. Siempre conviene recurrir a este mecanismo antes de proceder a una ruptura impulsiva y poco meditada.

Es más, investigaciones como las realizadas en la Universidad de Wisconsin, argumentan que romper y reconciliarse después, genera una dinámica común, pero también una forma de vincularse muy inestable y deficiente. Es mejor apelar a todas las estrategias posibles, para salvar la relación y lograr un aprendizaje enriquecedor que una más como pareja.

Cuándo es recomendable darse un tiempo

  • Ambos están de acuerdo con la estrategia.
  • Mantienen sus proyectos de futuro como pareja.
  • Son conscientes de que se hacen daño mutuamente.
  • Se sienten superados y necesitan pensar en soledad.
  • Los conflictos son una constante, pero aún hay amor.
  • Hay tensiones y discusiones, pero existe una confianza.
  • A pesar de los problemas, existe una buena comunicación.
  • Entienden que es necesario trabajar en la relación para mejorarla.


Cuándo no es recomendable darse un tiempo

  • Dudan de sus sentimientos.
  • Tienen a otra persona en mente.
  • No es recomendable cuando no existe confianza mutua.
  • No funciona si se pierde la ilusión y la complicidad en el otro.
  • Han sucedido hechos que les cuesta perdonar (traiciones, por ejemplo).
  • Piensan que en lugar de darse un tiempo sería más conveniente hacer terapia de pareja.
  • Si la comunicación siempre es deficiente, tampoco será de utilidad esta estrategia.
  • Si están conscientes de que esa relación no es saludable y son infelices, no tiene sentido hacerlo.

El amor requiere inversión y cuidados. Quizás, al darse un tiempo tras una época de crisis y discusiones, descubrimos por qué estamos enamoramos de esa persona.

Mujer pensando sentada en la ventana en si darse un tiempo en la relación de pareja
Si deciden darse un tiempo en la relación, lo recomendable es que no vaya más allá de las 3 o 4 semanas.

Qué reglas seguir cuando decidimos darnos un tiempo en la relación

Con el ruido de las discusiones, los reproches y el peso de la rutina olvidamos por qué nos enamoramos de nuestra pareja. Son épocas en que la mente se llena de angustias y de tantos rencores, que todo molesta y hasta el cariño deja de estar presente entre ambos. Estas situaciones duelen, pero si hay afecto y voluntades mutuas, la relación aún puede salvarse.

A continuación, toma nota de las sugerencias en caso de que, junto con tu pareja, opten por un break.

No más de 4 semanas

Lo ideal es que la distancia entre una pareja no vaya más de las 3 o las 4 semanas. Es una horquilla de días prudencial para reflexionar, descansar, tomar decisiones e incluso despertar el anhelo del reencuentro.

Consensuar pautas y objetivos

Tomarse un tiempo en la relación de pareja no es romper, ni significa que hay permiso de engañar al otro. El compromiso todavía existe y si se acuerdan unos días separados, es para sanar la relación y reencontrarse con mayor afecto e ilusión.

Asimismo, es aconsejable pactar entre ambos las metas a alcanzar durante ese tiempo. La primera, clarificar qué desean hacer con la relación. La segunda, en caso de seguir adelante, consiste en pensar en estrategias de cambio para mejorar la convivencia y ser felices.

Si te das un tiempo con tu pareja, los encuentros puntuales y las llamadas de vez en cuando, favorecen la reconexión y el tomar contacto de una manera relajada y diferente.

Tiempo de autocuidado y aprendizaje

Una finalidad necesaria en esta estrategia es practicar el autocuidado. Pasar una época de tanto estrés, de angustia emocional y de grandes tensiones agota física y mentalmente. Es momento, por tanto, de descansar, conectar uno mismo, practicar aficiones, hablar con amistades, etc.

Ten presente, además, que este será un tiempo de aprendizaje para atender tus emociones, pensamientos y necesidades en el marco de esa relación. Pregúntate si estás con la persona apropiada, con alguien por quien merece la pena invertir tiempo, energías y sueños.

Un plus al darse tiempo en la relación: sí a los encuentros puntuales

Distanciamiento no implica prohibición de llamadas ni encuentros con el ser amado durante la pausa. Es más, es recomendable establecer citas ocasionales, como alguna cena, paseo o videollamada. Es un modo de reavivar el vínculo, de mantener encendida la llama, de ponerse al día sobre lo que piensan y sienten.

Para concluir, ninguna pareja es perfecta ni una relación es una promesa de felicidad inoxidable. Hay baches y épocas de crisis. Saber encarar esos periodos de desgaste de forma madura, con una buena comunicación y herramientas válidas, ayuda sortear con éxito esos instantes difíciles.


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