¿Es más productivo ser feliz?
El trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre contento
-Victor Pauchet
Que la gente feliz es más productiva es una de las creencias más extendidas a nivel internacional. Esta idea ha traspasado fronteras y no ha escapado de ser objeto de innumerables investigaciones en todo el mundo. Así, se ha encontrado que la felicidad no sólo fomenta la productividad sino que también nos facilita la adquisición de nuevas habilidades que nos permitan hacer frente a retos futuros.
El impacto psicológico de la felicidad es clave a la hora de desempeñar nuestro trabajo y nos ayuda a mitigar las situaciones negativas. Por estas razones, es imprescindible fomentar y trabajar en mantener una actitud positiva y de aprendizaje ante nuestro ambiente laboral. ¿Por qué debemos esforzarnos por ser felices en nuestro trabajo?
-Las emociones positivas se contagian de forma rápida que el resto de emociones. Prueba de esto es que en nuestro lenguaje coloquial solemos hacer uso de expresiones como “risa contagiosa”; sin embargo, es difícil encontrar expresiones similares en relación al llanto u otras emociones negativas. Tal y como señala Cacioppo, “las emociones viajan de persona a persona como si se tratase de un virus”. Parece que la base científica de esto se encuentra en las neuronas espejo, un grupo de células nerviosas capaces de activarse cuando vemos a alguien hacer algo. Esto es, tendemos a sincronizar nuestras expresiones faciales, movimientos y posturas de aquellas personas con las que nos relacionamos. ¿Te das cuenta de lo útil que resulta este hallazgo para mantener actitudes positivas?
-El humor incide de forma directa en la comunicación y cohesión de los trabajadores, en su satisfacción personal, su creatividad y su productividad. Como dijo Jim Rohn, “aprenda a ayudar a los demás en otra cosa que no sea solo trabajar; ayúdelos a vivir. ” El sentido del humo y la risa son la base de la alegría la felicidad.
No obstante, el estar expuesto a un esfuerzo prolongado puede agotar nuestros recursos y acabar con nosotros sino tenemos la posibilidad de recuperarnos del trabajo. Así, no sólo la empresa debe facilitarnos este descanso sino que nosotros somos la piedra angular para que éste sea efectivo y rentable para nosotros mismos. ¿Cómo conseguirlo?
1. Esfuérzate por relacionarte de forma positiva. Es frecuente que la creación de conflictos mermen las relaciones laborales. Es importante que lidiemos con ellos de forma asertiva; la clave no está en evitar los problemas sino en resolverlos de la forma adecuada. No parece lo más aconsejable complicarse la vida laboral con la creación de un mal ambiente.
2. Desarrolla tu autocontrol y tu autonomía.
3. No desestimes el apoyo y consideración de los supervisores por miedo a las críticas.
4. No olvides que es importante tu tiempo de esparcimiento personal, ocio y recuperación. Procura que llevarte el trabajo a casa sea la excepción y no la regla. Esto no significa sólo que no te lleves el papeleo o las tareas pendientes a tu hogar sino que también debes dejar los problemas, preocupaciones y cuestiones por resolver en el lugar de donde provienen, es decir, en tu trabajo.
5. Reconoce tus logros positivos y recompénsate por ellos.
6. Mantén unos objetivos bien definidos para que el trabajo no te desborde.
7. Logra un equilibrio entre la vida laboral y la personal.
8. Mantener una actitud activa y dispuesta te ayudará a obtener un mayor ajuste en tu puesto de trabajo.
9. No abandones tu desarrollo personal y mantente actualizado y activo también en relación a tus tareas laborales.
10. Haz uso de tu sentido del humor.
11. Expresa emociones positivas. Olvídate de aprovechar los descansos del trabajo para expresar los problemas, el enfado o la inquietud que te produce una situación laboral determinada; utilizar las pausas para desconectar y hablar de cosas agradables conduce a una mayor satisfacción personal y una sensación de descanso adecuada.
Imagen cortesía de kuvona