Este corto te enseñará el encanto de ser diferente
“For the birds” es un corto sublime que nos enseñará el encanto de ser diferente. Son unos pocos minutos de divertido encanto donde conocerás a un conjunto de quince pajaritos molestones e irritantes, que arrancarán tus risas, y algo más, cuando se encuentren con un pájaro algo estrafalario.
Si tienes niños en casa no dudes en tomarte un tiempo con ellos y degustar esta producción que Pixar nos regaló en el 2000. Está dirigido por Ralph Eggleston, un nombre muy conocido dentro de la industria de animación y presente en películas tan familiares como “Up”, “Toy Story”, “Wall-E” o “Buscando a Nemo”.
For the Birds es una metáfora de la propia vida, aquí estamos ante una comunidad de pájaros que habita en un tendido eléctrico, pero también podría ser una comunidad de vecinos o el aula de un colegio. Ahí donde ser diferente es foco de burlas y críticas.
Nuestra protagonista en un ave un tanto extraña. Tiene patas largas, cuello largo y su voz suena diferente a la de los quince pequeños pajaritos. Nuestro pájaro es de otra raza y busca, como cualquier otro, integrarse ahí donde sus alas lo llevan…
No obstante, y cómo todos sabemos, ser diferente, en ocasiones es todo un problema que uno debe saber muy bien cómo gestionar. El pájaro raro y larguirucho de este corto, lo hace lo mejor que puede.
El arte de ser diferente y el empeño por ser semejantes
Seguro que esta escena con la que se abre el corto te es conocida: un montón de pajaritos semejantes cuchicheando entre sí, escandalizando y moviéndose orgullosos por un escenario que controlan casi de modo militar. Son como esos adolescentes que se empeñan en vestir igual, como esos compañeros de oficina que forman grupos herméticos en el trabajo…
En ocasiones, es mejor que nos critiquen por ser diferentes a que nos comparen por habernos vuelto igual que los demás, igual a esos que un día nos rechazaron o despreciaron.
En la vida nos encontramos con muchas situaciones semejantes a la representada en este corto. La llegada de un “extraño” revoluciona a la comunidad, a esa clase de alumnos de secundaria, a ese bloque de vecinos o a ese pueblo de provincia.
Nuestros quince pajaritos azules descubren con alarma la llegada de ese pájaro grande y estrafalario. Lejos de integrarlo, lejos de responder a su amable saludo, inician un ensordecedor cuchicheo como pequeñas urracas conspirativas con sus ojos amenazantes.
- Ser diferente se ve a menudo como una amenaza porque supone en ocasiones tener que cuestionar nuestro propio modo de vida, aquello que está bajo control y nos ofrece seguridad.
- Ser parte de un grupo y cuidar de esas semejanzas comunes, es una aspiración para aquellos que están faltos de autoestima e identidad propia. Si adopto la del grupo y me dejo llevar me sentiré siempre seguro.
- Ser diferente no es un problema, en realidad el problema lo tienen los demás por negarse a aceptar otras perspectivas, y a enriquecerse de lo que no es igual a uno mismo.
- El ser diferente debería darnos la oportunidad de disfrutar siendo auténticos y únicos. Algo de lo que no muchas personas pueden enorgullecerse.
Hay un aspecto maravilloso en el corto de “For the birds”: la actitud de nuestro protagonista, el modo en que el pájaro extraño y estrafalario hace frente a este grupo de pájaros revoltosos que con tanto recelo ven su presencia en el tendido eléctrico.
Su sonrisa no se pierde en ningún instante, es su carta de presentación, su fuerza y su encanto. Esa sonrisa amable se vuelve a instantes en curiosa y también piadosa, porque ante un grupo de criaturas negativas y antipáticas, la única fuerza que vale es sin duda la bondad y la amabilidad.
No se da por vencido. No le importa que ninguno de esos pajarillos le devuelva el saludo, no le importa tampoco que no le hagan un hueco en el cable del tenido. Nuestro protagonista persiste y resiste, y aún más, lejos de ir poco a poco para romper el hielo, decide acomodarse justo en el centro de todos ellos.
Este acto atrevido despierta todo un sinfín de críticas, de cuchicheos, de aleteos molestos y adorables gestos que nos sacarán mil sonrisas y sonoras carcajadas. El desenlace, es uno de los más épicos de Pixar, de ahí que en el 2001 se le concediera un Oscar al mejor corto de animación, junto con un premio Annie y otra mención en el Festival de Sitges.
En ocasiones, nuestro empeño por ser todos y iguales y semejantes, nos puede dejar en la “desnudez· de nuestras propias carencias. Algo que no ocurre con las personas auténticas donde ser diferente, es ser especial. “For the birds”, es una metáfora de esto mismo.