Genio y locura en la misma mente (Vincent Van Gogh)
Reflejo de la dualidad locura-arte, hoy hablamos de uno de los cuadros más populares, polémicos y estudiados. Nos referimos al autorretrato de Vincent Van Gogh, en el cual muestra la amputación que le acompañaría a la eternidad, la de su oreja.
Se han barajado varias versiones del porqué de la automutilación del artista en su lóbulo izquierdo. Recordamos que en el famoso cuadro, se observa que la oreja vendada y herida era la derecha. Pero, al ser una autorretrato, Van Gogh pintaba a partir de su reflejo en un espejo.
¿Por qué Vincent Van Gogh se cortó la oreja?
Su ex amigo, el artista Paul Gauguin, describió el suceso como una secuencia de eventos carente de sentido. Más tarde veremos por qué.
En la víspera de Navidad el año 1888, y tras una convivencia difícil con el artista Paul Gauguin, debido al fuerte carácter de ambos, éste le anuncio a Van Gogh que abandonaría la casa. Cuando el artista holandés supo esta noticia, le lanzó a Gauguin un vaso de absenta a la cara y se llevó a cabo una extraña secuencia de acontecimientos.
Gauguin abandonó por fin su casa, y Van Gogh le siguió, se acercó a él con una navaja abierta. Este lo retuvo y le obligó a volver a su casa. Posteriormente, se cortó parte de su oreja izquierda y se la ofreció a Rachel, su prostituta favorita. Alguien avisó a la policía, y fueron a la casa del artista, donde encontraron a Van Gogh inconsciente en su casa y lo hospitalizaron.
Allí se sumió en un estado psicótico agudo con agitación, alucinaciones y delirios que obligaron a ingresarlo durante 3 días. Él no conservó ningún recuerdo de sus ataques a Gauguin: la automutilación, o la primera parte de su estancia en el hospital…
La enfermedad del artista
En el hospital, Félix Rey, el joven médico que trataba van Gogh, le diagnosticó epilepsia y le prescribió bromuro de potasio. En cuestión de días, van Gogh se recuperó de un estado psicótico. Alrededor de 3 semanas después de administrarse la medicación, fue capaz de pintar “El autorretrato con la oreja vendada”.
En esta obra, se observa al artista vestido con gabán y gorro de invierno. Detrás de él, se aprecia una estampa japonesa. El aspecto triste, demacrado y mutilado, nos hace comprender la culpa y el tormento con los que cargaba Van Gogh a raíz del enfrentamiento con su amigo Gauguin.
¿Qué le ocurría a Vincent Van Gogh?
Vincent van Gogh era un hombre torturado por la inestabilidad emocional. Sufría ataques de ira, paranoia y le daban ataques epilépticos. Era un hombre solitario y no tenía amigos, se alejó de su familia y acabó en el manicomio.
Su relación con su padre era nefasta, discutían constantemente, se lavaban mal, no tenían nada en común. Su padre murió de un derrame cerebral, y la familia culpó de ello a Vicent. Él nunca lo superó, se sentía culpable, hasta el día que murió. Tenía sólo 37 años de edad.
Muchos psicólogos y psiquiatras forenses han ofrecido sus diagnósticos: trastorno bipolar, epilepsia, enfermedad de Meniere (un trastorno del equilibrio), esquizofrenia, depresión, intoxicación por la absenta y envenenamiento por plomo (se dice que mordisqueaba pedacitos de pintura).
Genio y locura en una misma mente
Pero Vincent van Gogh no era sólo un hombre depresivo o enfermo, también fue un genio creativo. Todo el mundo conoce sus girasoles, sus pinturas nocturnas, campos de trigo y cipreses estrellados. Su trazo de pintura tiene la vitalidad y el poder de un artista extraordinario.
Durante su breve carrera de 10 años, creó más de 2.100 pinturas y dibujos. Haciendo cálculos, eso supone un promedio de 210 piezas al año, o una obra de arte cada 42 horas. Pero van Gogh no trabajaba a un ritmo constante, paraba cuando su enfermedad le impedían pintar. En otros momentos, sencillamente no podía parar.
Por el contrario, el pintor impresionista Paul Gauguin, amigo de van Gogh hasta que éste intentó matarlo, produjo 497 obras durante su carrera de 30 años. Otro contemporáneo, Paul Cézanne, creó 488 obras en 45 años…
En resumen, genio y locura pueden residir en una misma persona, lo hemos visto muchas veces. Van Gogh quería curarse y relajarse, y lo reflejó en su obra. Las personas que admiran su arte son invadidos por una agradable sensación de paz y tranquilidad.