Groucho Marx y su hilarante sabiduría

El humorista logró conquistar a su audiencia con su sentido perspicaz y revolucionario de ver la vida. Descubre sus máximas, que siguen estando vigentes.
Groucho Marx y su hilarante sabiduría
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 04 julio, 2015

Julius Henry Marx, más conocido como “Groucho”, sobrenombre que en inglés significa “gruñón”, fue un destacado humorista, actor y escritor estadounidense del siglo pasado.

Groucho Marx trabajó en radio, televisión, cine y escribió varios libros. A través de su personaje “Groucho” interpretaba un abogado astuto, ingenioso y dispuesto a todo por el dinero. Dicho personaje se caracterizaba por un humor cáustico, perspicaz y revolucionario, que hacía las delicias de su público, a quien logró conquistar y divertir por mucho tiempo.

Sus máximas y sentencias siguen siendo famosas. Aquí te compartimos algunas de ellas.

¿Pagar la cuenta? ¡Qué costumbre tan absurda!

¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

¿Que por qué estaba yo con esa mujer? Porque me recuerda a ti. De hecho, me recuerda a ti más que tú.

Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!

Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.

Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Detrás de ella, está su esposa.

Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien.

Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota.

El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido.

Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro.

Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente.

Marx

Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna.

Inteligencia militar son dos términos contradictorios.

Jamás olvido una cara, pero en su caso, estaré encantado de hacer una excepción.

La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música.

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.

Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo.

Partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de miseria.

Recuerdo perfectamente la primera vez que disfruté del sexo. Todavía conservo el recibo.

Solo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntárselo. Y si responde sí, entonces sabes que está corrupto.

Todavía no sé qué me vas a preguntar, pero me opongo.

Bebo para hacer interesantes a las demás personas.

No reírse de nada es de tontos, reírse de todo es de estúpidos.

¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta.

Solo lo barato resulta caro.

Solo un hombre de cada mil es un líder de hombres, los otros 999 siguen a las mujeres.

¡Brindemos por nuestras novias y nuestras esposas!… ¡Que no se encuentren nunca!

Estuve tan ocupado escribiendo la crítica que nunca pude sentarme a leer el libro.

Uno para todos y todos para mí, yo para vosotros y tres para cinco, y seis para veinte…

Yo me he esforzado para llegar de la nada a la pobreza extrema.

Imagen cortesía de Joanbanjo


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