Guapos 0 - feos 1

Si te dieran a elegir entre una persona guapa sin una personalidad interesante y una fea con gran sentido del humor, ¿Cuál elegirías? Aquí analizamos sobre esta preferencia más generalizada de lo que parece.
Guapos 0 - feos 1
María Vélez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Vélez.

Escrito por María Vélez

Última actualización: 11 mayo, 2020

Una creencia popular es que, al final, quienes más éxito tienen en el amor son los feos. Quizás los guapos van despertando deseos y atracción a donde vaya, pero a la hora de la verdad lo que realmente engancha es una personalidad interesante. Esto no quiere decir que los guapos carezcan de ello, pero los seres humanos funcionamos por estereotipos y, desafortunadamente, a las personas guapas se les pone en duda su inteligencia o personalidad. En cambio, a aquellas personas menos agraciadas físicamente, se les suele atribuir un mayor sentido del humor, más carisma y humildad.

Pero, ¿tiene todo esto alguna base científica? ¿tiene sentido? Al parecer los estudios de investigación, y la opinión popular, lo apoyan. Nos atrae más alguien interesante y menos guapo, que alguien bonito pero sin gracia alguna.

Ser guapos no siempre es suficiente

Chico guapo seduciendo a una chica

Las primeras impresiones cuentan muchísimo. Lo primero que vemos y valoramos es la apariencia física, y esto influirá en cómo interpretamos su forma de ser. Es lo que se llama en Psicología el “Efecto halo“. Así, si nos gusta el físico de la persona con la que hablamos, inconscientemente valoraremos todo lo demás de forma positiva. Y viceversa.

Pero, si algo está claro, sin necesidad de recabar resultados científicos, es que un físico agradable no es suficiente. Por supuesto, depende de la situación y de lo que se esté buscando, pero si hablamos de conocer a alguien que pueda terminar por ser algo más, necesitamos que nos guste su forma de ser.

A menos que lo que queremos con el otro sea puramente físico, queremos que el tiempo que pasemos con el otro sea divertido, agradable y reconfortante. Por eso, lo decisivo para decidir si nos gusta alguien es comprobar que nos reiremos, que tiene una forma de ser original y compatible con la nuestra y que nos motiva conocer más.

“La belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora.”

-José Ortega y Gasset-

¿En qué nos fijamos?

El aspecto físico capta la atención y determina cómo percibimos todos los demás rasgos, pero ¿qué es lo que más atrae de la personalidad de alguien?

Varios estudios dicen que en lo que más nos fijamos en alguien es en su sonrisa. Otros apuntan al sentido del humor. Así, estudios realizados por la investigadora Amy Cuddy de la Universidad de Colorado, indican que cuando conocemos a alguien nos planteamos dos preguntas: si podemos confiar en esa persona y si podemos respetarla. De esta manera, una vez pasamos el filtro de la atracción física, lo que más valoramos es si la persona nos transmite honestidad.

Tener esa certeza nos ayudará a valorar si podemos tener confianza en aquello que diga o haga el otro y así, protegernos de posibles traiciones. Descubrir que el tiempo y empeño puesto en conocer a esa persona ha sido en vano no es una sensación agradable, por lo que necesitamos tener esa seguridad.

Por ello, es importante mantener una comunicación lo más honesta posible, hablar sin dar muchos rodeos, mostrar nuestra forma de ser de la manera más natural posible y sin tratar de dar una imagen no realista. Aun así, es común y completamente espontáneo que cuando estamos conociendo a alguien, mostremos la mejor versión de nosotros mismos.

 

Chicos hablando


¿Por qué buscamos guapos y ganan los que no lo son?

Volviendo al tema central, ¿por qué a la hora de la verdad preferimos estar con alguien menos agraciado que con alguien con un físico espectacular?   Podría pensarse que los guapos tienen la mitad del trabajo hecho y que los que no lo son tanto tienen que compensar de alguna manera. Quizás no vaya muy desencaminado, o bien en lo que respecta al ámbito de la seducción, vemos más confiable a alguien más feo que a un Adonis que podría despertar más deseos a otras personas.

En Psicología hay otro concepto que podría explicar por qué al final cautiva más alguien con peor físico, el efecto Pratfall. Éste hace referencia a la tendencia de que el atractivo aumente o disminuya después de que se cometa un error. Es decir, nos generan más simpatía aquellas personas que no son perfectas, pues nos inspiran mayor confianza y respetabilidad. En este sentido, alguien menos atractivo físicamente nos podría dar más sensación de cercanía y accesibilidad.

En definitiva, el aspecto físico es importante, pero a la hora de la verdad lo que realmente cautiva es una personalidad interesante. Por ello, hay que tratar de conocer mejor a la otra persona, sea como sea su aspecto. Siempre nos podemos llevar una grata sorpresa.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.