Humboldt, un explorador sin límites
Humboldt es un personaje de inmensa importancia para la ciencia moderna. De acuerdo con investigadores de muy diversas áreas de conocimiento, Humboldt es el último gran erudito, tal y como lo fueron algunos de los grandes eruditos de la historia como Leonardo Da Vinci.
Alexander von Humboldt fue un científico de origen prusiano (actual Alemania). Alexander dedicó su vida principalmente a la geología y la biología.
Sus conclusiones científicas dieron pie a numerosos descubrimientos increíbles. Las mediciones atmosféricas y magnéticas realizadas en sus viajes permitieron que otros científicos descubrieran el campo magnético terrestre.
Humboldt fue un fiel defensor de la naturaleza, una de sus más grandes preocupaciones era la posibilidad de que la especie humana acabara con la vida natural debido a la deforestación. ¿Cómo pudo observar este problema un científico hace casi 200 años?
Un explorador nace explorador
Alexander siempre fue un niño inquieto con una mente curiosa. Ávido de conocimiento, pasó buena parte de su infancia explorando los jardines y la vida salvaje de su propiedad. Desde muy joven, recolectaba plantas para estudiar con detenimiento y animales para adoptar como mascotas.
Alexander y su hermano Wilhelm fueron educados en casa bajo la supervisión de diversos tutores. Su madre, una mujer religiosa y estricta, decidió que sus hijos debían dedicarse a la vida pública. Así, los niños Humboldt estudiaron matemáticas y literatura, como era común en el momento, además de historia política y economía.
Desafortunadamente para su madre, Alexander nunca se adaptó bien a la rigurosidad del estudio tradicional. Tras intentar estudiar en varias universidades y dejarlas todas en menos de un año, una oportunidad increíble se presentó en la vida de Humboldt, pudo estudiar Geología mientras trabajaba en una mina supervisando los trabajos.
Sin embargo, el futuro de Alexander von Humboldt no se limitaba a las minas de cobre y se encontraba mucho más lejos aunque, por aquel entonces, ni siquiera lo sospechaba.
La gran travesía americana de Alexander von Humboldt
Quizás, uno de los logros por los que Humboldt sería más conocido es su investigación en América Latina. Se embarcó en un viaje cuyo objetivo era ‘descubrir’ el continente, pasando por mapas y observación astronómica hasta mediciones magnéticas y climáticas.
A lo largo de 5 fructíferos años, Humboldt viaja con su buen amigo y botanista Aimé Bonpland en lo que sería el mayor viaje exploratorio en territorio sudamericano hasta el momento.
Pero, ¿cómo comenzó la gran travesía de Humboldt? En 1799, Alexander von Humboldt convenció al Rey Carlos IV de España para que le concediera un permiso y, así, poder viajar a sus colonias.
La primera parada del viaje debía ser La Habana, pero un brote de fiebre tifoidea hizo imposible que desembarcaran en la isla de Cuba. Por esta razón, los viajeros cambiaron rumbo y se dirigieron a Venezuela.
Humboldt es uno de los más importantes cartógrafos del territorio venezolano hasta el momento. Junto a Bonpland y sus compañeros de viaje, exploró las cuevas, ciénagas y zonas selváticas de Venezuela.
Después de su estancia en dicho país y tras una muy breve estancia en Cuba, Humboldt comienza la gran caminata a lo largo de la Cordillera de Los Andes. Esta caminata les llevaría muchos años y permitiría a Humboldt llegar a una de sus conclusiones más relevantes: la naturaleza está interconectada.
Durante sus viajes de exploración, Humboldt concluiría que la naturaleza se encuentra en constante interacción. Los animales dependen de las plantas y de otros animales; el clima depende de la flora y fauna del mismo modo en que estas dependen del clima. De alguna manera, Alexander fue el primer ambientalista.
De vuelta a Europa
Al volver a Europa, Humboldt se traslada a París, ciudad en la que reside durante más de veinte años. En París, se dedicaría a compilar y publicar muchos de los resultados obtenidos de sus investigaciones. Ya había recopilado todos los datos en Latinoamérica, pero había llegado el momento de estudiarlos, de profundizar.
Humboldt publicaría numerosos artículos y libros acerca de sus conclusiones. Sus descripciones sobre la flora y la fauna lo convirtieron en un personaje emblemático para la ciencia del momento.
Pronto, Humboldt sería admitido en diversas academias y grupos selectos de científicos, ya fueran biólogos, geólogos o botanistas. Durante su estancia en París, Humboldt se dedicaría a patrocinar a jóvenes científicos; su principal motivación era patrocinar a jóvenes con potencial en el campo de la ciencia, pero que no contaban con recursos económicos suficientes. Sin embargo, Alexander Humboldt tampoco se encontraba en la mejor de las situaciones económicas, pues había invertido hasta sus últimos ahorros en sus proyectos.
Cuando tenía 56 años de edad, la fortuna de Alexander se acaba. Así, Humboldt se ve obligado a regresar a Berlín, donde, muy a su pesar, comenzó a impartir clases a los herederos de la Casa Real de Prusia.
Humboldt pasaría los últimos 30 años de su vida en Berlín enseñando y dictando conferencias. Allí escribiría buena parte de una enciclopedia llamada Kosmos, en la que recopilaba todas sus investigaciones.
El legado del genio
Alexander fue uno de los más grandes científicos modernos. Sus investigaciones conllevaron un avance significativo en áreas como la Geología y la Física.
A través de sus estudios, fue posible descubrir el campo magnético terrestre y las tormentas solares. Sus estudios llevaron a un mayor entendimiento en Geología y volcanes. Además, sus descubrimientos inspiraron profundamente a autores como Charles Darwin, el gran genetista y biólogo.
Quizás, una de las contribuciones más significativas a las ciencias modernas sea su profunda preocupación por el medio ambiente. En un momento histórico en el que gran parte de la naturaleza seguía intacta, Alexander fue capaz de ver la importancia que la misma ejercía sobre la vida del hombre.
Humboldt expuso en sus trabajos que todos los elementos naturales eran vitales para la vida equilibrada en el planeta. Ya en este momento, Humboldt escribiría sobre la importancia de preservar y salvaguardar los espacios naturales.
Esta es una lección increíblemente valiosa en el mundo moderno. La vida humana depende del medio ambiente, y la educación moderna debe enseñarnos a preservarlo. En la actualidad, no hacemos más que escuchar noticias acerca del cambio climático, de los problemas de los plásticos, de los residuos que generamos…
El ser humano, durante siglos, no ha sido capaz de mirar a su propio planeta; parece que la Tierra es inagotable y no importa si la dañas o la maltratas porque es eterna. Esta idea, aunque ha sido desmitificada en incontables ocasiones, parece no haber calado lo suficiente en la población.
Sin embargo, resulta increíble ver, desde una perspectiva actual, cómo, ya en su momento, hubo quien se atrevió a mirar la Tierra con respeto, como el hogar de todos.
Humboldt se adelantó en el tiempo, logró descubrir la importancia de cuidar nuestro planeta, de velar por los espacios naturales y por la flora y la fauna que los configuran.
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- Humboldt, A. (1988) Del Orinoco al Amazonas: viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente. Barcelona: Labor.
- Puig-Samper, M.A. (1999) Humboldt, un prusiano en la corte del Rey Carlos IV. España: Centro de Estudios Históricos.