¿Cómo identificar a un adicto a las redes sociales?
Utilizamos tanto en nuestro día a día el móvil e internet que puede que alguna vez te hayas preguntado si serás un adicto a las redes sociales. O lo mismo no. Las usas en gran medida pero piensas que los que dicen que esto es un nuevo tipo de adicción son unos exagerados… ¿Cuál es la realidad?
El caso es que las personas no solo nos hacemos adictas a sustancias químicas, sino que podemos llegar a serlo de cualquier conducta placentera. Así, aparecen adictos al sexo o al juego. Pero, ¿cuándo podemos sospechar que nuestra afición por las redes sociales se ha convertido en una adicción perjudicial para nosotros? ¡Continúa leyendo y averígualo!
“En el pasado, eras lo que tenías. Ahora eres lo que compartes”
-Godfried Bogaard-
Ya no uso las redes sociales por placer, sino por necesidad
Para empezar, ¿qué tienen las redes sociales que nos gustan tanto? Tienen internet, e internet tiene sus grandes ventajas: accesibilidad, disponibilidad, intimidad, alta estimulación y, sobre todo, anonimato. Estos ingredientes hacen que utilizarlas sea fácil, rápido y divertido.
“No digas nada en línea que no querrías ver expuesto en una valla publicitaria con tu cara puesta en ella”
-Erin Bury-
Pero, en principio, esto no es malo. El problema viene cuando dejamos de hacerlo por placer y pasamos a usarlas por necesidad. ¿Qué quiere decir esto? Que dejamos de controlar el tiempo que le dedicamos a las redes sociales, cediéndoles el control precisamente a estas. Además, las seguimos usando aunque conlleve deterioro o conflictos en los demás ámbitos de nuestra vida.
Ya no lo hacemos porque nos apetezca, sino por un deseo intenso o por una obsesión que nos hacen sentirnos mal si no llegamos a desarrollar esa conducta. De esta forma, el adicto a las redes sociales pasa a usarlas para aliviar las emociones negativas asociadas a no hacerlo. Además, pierde el interés por otras actividades que antes le gustaban.
Es decir, dejamos de lado otras actividades para dedicarle más tiempo a las redes sociales. De esta forma, el abuso del mundo virtual va a provocar aislamiento, ansiedad, baja autoestima y la pérdida de control ya comentada. Así, el adicto a las redes sociales busca una gratificación rápida (muchas veces en forma de reconocimiento) en un mundo virtual en el que impera la ley de lo inmediato, ignorando las consecuencias negativas a largo plazo.
¿Qué señales de alarma emite un adicto a las redes sociales?
Ya hemos visto qué diferencia una conducta placentera de una adictiva pero, ¿cómo podemos saber si alguien es adicto a las redes sociales? El caso es que se dan una serie de señales que pueden ser un aliciente para actuar si no queremos que el uso de las redes sociales nos fastidie la vida.
En un primer lugar, tenemos que fijarnos en cuánto duerme la persona. Si las horas de sueño bajan por debajo de las 5 diarias con el fin de estar conectado a las redes sociales, la cosa no pinta bien. Lo mismo ocurre si se descuidan otras actividades importantes, como las relaciones interpersonales, el ámbito académico o laboral, o el cuidado de nuestra salud.
Pero no solo eso, el entorno se da cuenta de que algo no va bien. Otra señal de alarma es que alguien cercano (como los padres o la pareja) se quejen del uso excesivo de las nuevas tecnologías. De hecho, la persona llega a mentir sobre el tiempo real que invierte en utilizar estos medios. A veces esta mentira es consciente, pero la mayoría del tiempo es inconsciente porque su uso es intermitente.
Además de no decir la verdad, la persona piensa constantemente en las redes sociales aunque no esté conectado, llegando a enfadarse de forma intensa cuando la conexión no va como espera. Imaginaos si se encuentra en un lugar sin cobertura o sin wifi… La ira sube y estalla. Y si puede hacer uso de las redes sociales, se aísla del mundo real, pierde la noción del tiempo y baja su rendimiento.
“Hay un ser humano detrás de cada tweet, blog y correo electrónico. Recuérdalo”
-Chris Brogan-
Un adicto a las redes sociales siente una euforia por encima de lo normal cuando utiliza internet. Por último, es una persona que ha intentado limitar el tiempo de conexión pero no lo consigue. Como cualquier adicción, el uso de las redes sociales se convierte en una conducta peligrosa, por lo que recurrir a un psicólogo adecuado es una buena opción para salir de este círculo vicioso perjudicial para nuestra salud y la de los que están alrededor.
Imágenes cortesía de Rami Al-zayat, Alejandro Escamilla y Eaters Collective.