Interdependencia: la clave de las relaciones sanas

Se nos dice que hemos de ser independientes; y, sin embargo, todos necesitamos de los demás. Te contamos por qué la interdependencia es la clave para que puedas disfrutar de relaciones felices y sanas.
Interdependencia: la clave de las relaciones sanas
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 16 abril, 2022

En los últimos tiempos, se ha producido una gran toma de conciencia respecto a lo perjudicial de la dependencia emocional a nivel social. Muchas personas han logrado identificar estos patrones, liberándose después de ellos, abriéndose a desarrollar y disfrutar sus propios recursos. Sin embargo, en este proceso es importante no caer en el extremo opuesto, el cual también puede causarnos daños importantes. Por esto, queremos hablarte de la importancia de la interdependencia.

Este concepto se encuadra dentro de la teoría del intercambio social en psicología. Esta teoría afirma que cuando interactuamos con otras personas, estas influyen en nuestras experiencias, al tiempo que nosotros influimos en las suyas.

Cada intercambio se basa en un juego de costes y beneficios que nos hace permanecer en un vínculo o alejarnos de él. Y, a este respecto, la interdependencia es el modo de optimizar nuestros resultados para disfrutar de relaciones sanas. A continuación, te contamos por qué.

Mujer felicitando a una amiga

Un juego de costes y beneficios

Todos necesitamos de los demás para sobrevivir, desarrollarnos y mantener la salud emocional. Como seres sociales, estamos ligados a los otros desde el nacimiento y por el resto de nuestra vida.

Ahora bien, estos intercambios sociales nos aportan múltiples beneficios, pero también pueden suponer una serie de costes de diversos tipos:

  • A nivel emocional: las emociones y los afectos positivos o negativos que se derivan de nuestros vínculos sociales son nuestras recompensas y costes, respectivamente.
  • A nivel social: hablamos en este caso del estatus, la apariencia social y las situaciones sociales que experimentamos gracias a los otros. Esto, de nuevo puede ser positivo (si proporciona un buen estatus e intercambios agradables) o negativo (si sucede al contrario).
  • A nivel instrumental: es el aspecto más pragmático y material. Al relacionarnos con los demás, podemos obtener beneficios cuando nos ayudan a resolver tareas y llevar a cabo actividades en las que son competentes o en las que simplemente se reparte el trabajo. Por el contrario, cuando los demás nos cargan con un trabajo extra o nos impiden cumplir con las tareas, nos suponen un coste.
  • A nivel de oportunidades: relacionarnos con los demás suele abrir un enorme abanico de posibilidades. Sin embargo, en ocasiones también hace que valoremos menos otras de las que también disfrutaríamos sin estos vínculos.

¿Qué es la interdependencia interpersonal?

En nuestras relaciones también está presente un juego de costes y beneficios que idealmente debería estar equilibrado, además de otorgarnos resultados positivos. Sin embargo, en función de nuestra forma de vincularnos, esto puede suceder o no.

Las personas excesivamente dependientes suelen aportar de manera objetiva mucho más de lo que reciben en sus vínculos. Con frecuencia están dispuestas a soportar costes altos para proteger la relación que puedan mantener con otras personas.

En el caso de las personas que son muy independientes, solemos encontrarnos con el escenario contrario, lo que hace que se pierdan los beneficios que las relaciones profundas y significativas aportan.

Así, la interdependencia es una saludable posición intermedia y equilibrada que nos permite movernos en el mundo social de una forma apropiada.

¿Qué caracteriza a la interdependencia?

En resumen, estos son los principios que la caracterizan:

  • Las relaciones que se establecen son equilibradas y equitativas. Ambas personas dan y reciben de manera justa y se benefician mutuamente del vínculo.
  • El individuo es capaz de implicarse a nivel personal y emocional. Existe una confianza en el otro y no hay miedo a mostrarse auténtico y vulnerable.
  • Las relaciones sociales aportan beneficios y apoyo, pero el bienestar personal no está supeditado a ellas. La persona ha desarrollado sus propios recursos, confía en sí misma y es capaz de establecer límites.
  • Existe una capacidad para apreciar el valor que los vínculos sociales aportan a la vida y lo necesario de los mismos para cubrir las necesidades de afecto, reconocimiento y pertenencia. Sin embargo, hay también un discernimiento que permite alejarse cuando sus efectos son más perjudiciales que positivos.
  • En suma, la máxima que podría definir la interdependencia sería la siguiente: “puedo hacerlo solo, pero no quiero hacerlo solo”. Es decir, confío en mis capacidades y recursos, pero valoro el apoyo y la cooperación y me implico voluntariamente en relaciones enriquecedoras.
Abrazo de amigas

Fomentar la interdependencia en las relaciones personales

Vincularnos desde la interdependencia es fundamental si queremos disfrutar de relaciones sanas y mejorar nuestra calidad de vida. Si somos dependientes pecaremos de complacientes, viviremos en la constante angustia de que otros nos abandonen y toleraremos costes excesivos por no sentirnos capaces de funcionar por nosotros mismos.

Por el contrario, si buscamos ser totalmente independientes terminaremos sobrecargados, estresados y abrumados, con un gran sentimiento de soledad y vacío propio de la falta de conexión significativa.

Así, idealmente, todos deberíamos aprender a confiar en nosotros mismos y en los demás desde la infancia. Sin embargo, esta es una enseñanza que no todos los niños reciben. Por esto, si ya como adulto percibes que tiendes a posicionarte en uno de los dos extremos, te invitamos a buscar ayuda para adoptar una actitud de interdependencia.

Este es un trabajo que requiere abordar miedos, reestructurar ideas y aprender a relacionarse de nuevo. No obstante, es el modo de dejar de construir muros que nos aíslan, o de darnos en un grado tan excesivo que nos quedemos vacíos. La interdependencia es el sano y natural equilibrio.


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  • Cook, K. S., Cheshire, C., Rice, E. R., & Nakagawa, S. (2013). Social exchange theory. In Handbook of social psychology (pp. 61-88). Springer, Dordrecht. https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-94-007-6772-0_3
  • Stafford, L., & Kuiper, K. (2021). Social exchange theories: Calculating the rewards and costs of personal relationships. In Engaging theories in interpersonal communication (pp. 379-390). Routledge.

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