Introversión vs Ansiedad Social
Ser introvertido o sentir ansiedad social son dos cosas que, aunque pueden ir de la mano, no son lo mismo. El modo en el que nos enfrentamos a las situaciones sociales marca la diferencia entre un rasgo de personalidad (introversión) y un problema de salud mental (ansiedad social).
Qué significa ser introvertido
Las personas, por lo general, necesitamos un tiempo de inactividad o desconexión para reavivar nuestra energía después de actividades intensas y/o largas. Algunas personas necesitan pasar ese tiempo en solitario y, en muchas ocasiones, necesitan muchos periodos de este tipo. Otras, sin embargo, desconectan mejor compartiendo actividades lúdicas en grupo o hablando con otros. Esta podría ser una diferencia entre los introvertidos y los extrovertidos.
Con la constantes demandas del trabajo o los estudio, la compaginación de horarios con la familia y con la accesibilidad de la tecnología móvil, entre otros factores, las personas más introvertidas a menudo sienten que no tienen suficiente tiempo para desconectar. En este sentido, puede ser que las personas introvertidas se sientan, sencillamente, agotados de tratar de equilibrar todo lo que tienen que hacer con la disminución de su tiempo de inactividad o desconexión. Esto es especialmente complicado si se está rodeado de personas altamente extrovertidas.
Concretando, la introversión es un rago de la personalidad que incluye la tendencia a orientarse hacia el interior. Los introvertidos pueden aparecer tímidos y reflexivos, y pueden encontrar las interacciones sociales y los grandes grupos agotadores. El rasgo de personalidad opuesta a la introversión es la extroversión, y la combinación de comportamiento introvertido y extrovertido se llama ambiversion.
Sin embargo, la introversión no es un hecho para las personas que experimenta ansiedad social. De hecho, tanto las personas introvertidas como las personas extrovertidas pueden experimentarla.
La introversión es un rasgo de la personalidad, no un problema. Las personas que son extremadamente introvertidas no suelen llegar a los demás y pueden aparecer distante. Los introvertidos extremos son menos propensos a buscar nuevas experiencias y tienden a tener restringida su expresión externa emocional, lo que hace que parezcan deprimidos o infelices.
Por otra parte, los introvertidos no suelen disfrutar de interactuar en grupos grandes y prefieren pasar más tiempo a solas o en compañía de un pequeño número. Sin embargo, pueden ser excelentes comunicadores. En muchos casos, los introvertidos tienen fuertes habilidades de escucha y pueden tener un cuidado especial para procesar y producir mensajes.
Qué es la ansiedad social
La ansiedad social es un problema de salud mental que, con ayuda, se puede gestionar. Como cualquier otro tipo de angustia o ansiedad, la ansiedad social a menudo hace que una persona se sienta menos capaz, lo que deriva en la apariencia de que reduce su mundo y se encierra en sí mismo.
La ansiedad social o fobia social es el miedo a estar en situaciones sociales o de estar con otras personas fuera del entorno de los amigos más cercanos y familiares. Muchas personas tienen un poco de ansiedad sobre la socialización; de hecho, casi todo el mundo se preocupa de vez en cuando por lo que otros piensan de ellos y sobre cómo van a desenvolverse socialmente, si van a ser del agrado de los demás, etc. Sin embargo, si este tipo de ansiedad es persistente y el miedo impide realizar las conexiones reales con los demás, la terapia podría ser una forma adecuada para aprender a relajarse y sentirse más confiado.
Algunas formas de ansiedad social son las siguientes:
1. Miedo intenso a situaciones sociales
2. Autoconciencia de ser juzgado por los demás y preocupación por lo que otros piensanç
3. Revisión constante de las interacciones con los demás y autocrítica del comportamiento
4. Creencia en que todos los demás saben de la propia ansiedad y que esta se nota a través de síntomas físico o que incluso los demás son capaces de saber lo que se está pensando.
5. Evasión debido a la humillación social que se siente y que resulta evidente.
La ansiedad social puede provenir de sentimientos y creencias adquiridas en la niñez, sentimientos y creencias que nos llevan a sentir inadecuado, incompetentes, inútiles, tímidos, sin poder, o incluso avergonzados de nosotros mismos. Examinar el sentido de uno mismo y de lass creencias acerca de suno mismo puede ayudar a desentrañar la ansiedad social.