Karen Horney: biografía de la mujer que enfrentó a Freud

Karen Horney trabajó en contra de las teorías que mantenían la naturaleza masoquista de las mujeres, su dependencia del amor, el dinero y la protección de los hombres. Unas teorías que obligaban a las mujeres a buscar el significado de sus vidas a través de un marido, unos hijos y el cuidado de su familia.
Karen Horney: biografía de la mujer que enfrentó a Freud
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Sonia Budner

Última actualización: 21 enero, 2019

Karen Horney es una de esas figuras que merece tener un espacio propio en la historia, no solo en el ámbito científico. Una mujer adelantada a su tiempo y que se atrevió a poner en tela de juicio las bases de la psicología de su momento.

Sus revolucionarias teorías la enfrentaron con las fracciones más conservadoras de la ciencia. Pero, además, a este enfrentamiento se le sumaría la dificultad que suponía ser mujer en un mundo de teorías masculinas.

Karen Horney fue una psicoanalista alemana de principios del siglo XX. Fundadora de la psicología feminista y cofundadora de la psicología neofreudiana. Fue una de las voces más críticas con las teorías de Sigmund Freud. Los repetidos cuadros de depresión que sufrió durante su juventud la llevaron a formarse en Medicina, consolidándose, finalmente, como psicoanalista. Desarrolló teorías revolucionarias sobre la personalidad y la neurosis, que terminaron por desencadenar su expulsión del Instituto Psicoanalítico de Nueva York.

Fue un mujer extremadamente influyente en los avances psicológicos. No solo hizo grandes aportaciones en las áreas del neuroticismo, sino también en la actitud psicológica hacia las mujeres. No olvidemos que el campo de la psicología estaba dominado por los hombres, a principios de la década de 1900, y muchos dependían de los avances de Freud.

Por el contrario, Horney defendió la idea de que los hombres eran los que se sentían inadecuados y celosos de la capacidad de las mujeres para crear y desarrollar vida. Esa era la razón por la que los hombres buscaban dominar en todas las demás áreas importantes de la vida. Horney llamó a este fenómeno, en contraposición a las creencias de Freud, “envidia del vientre”. 

Figuras masculinas representando la terapia Junguiana

Sus primeros años

Karen Danielsen nació el 16 de septiembre de 1885 en Blankenese, Alemania. Su infancia estuvo marcada por un padre muy severo que le impuso una estricta educación. Desde muy niña, se refugió en su hermano mayor, al que se sentía muy unida. Cuando su hermano se distanció de ella, Karen cayó en una profunda depresión que se repetiría más veces a lo largo de su juventud. Se dedicó en cuerpo y alma a sus estudios. Karen Horney recordaría años más tarde que, por entonces, decidió que si no podía ser bonita, sería inteligente.

En 1906, se matriculó en la escuela de Medicina de la Universidad de Friburgo. Una de las pocas universidades que aceptaba mujeres en aquel entonces. Posteriormente, pasó por la Universidad de Gotinga y, finalmente, en 1909, en la Universidad de Berlín, eligió formarse en psicoanálisis, una escuela psicológica emergente en esa época, graduándose en 1915. En 1910, contrajo matrimonio con un compañero de estudios, Oskar Horney; fruto de este matrimonio nacieron sus tres hijas.

Vida profesional

Durante sus primeros años de carrera profesional, Karen Horney ejerció como profesora y analista en el Instituto Psicoanalítico de Berlín. Sin embargo, pese a su buena situación profesional, su vida comienza a tambalearse en lo personal. Su matrimonio no funcionaba y su hermano mayor falleció de una infección pulmonar. Como consecuencia, Karen se vio nuevamente sumergida en un estado depresivo prolongado.

En 1932, Karen Horney se traslada a Estados Unidos, donde ejerce como Directora asociado del Instituto de Psicoanálisis de Chicago. Dos años más tarde, se muda a Brooklyn y se establece como profesora en el New School for Social Research y en el Instituto Psicoanalítico de Nueva York.

Durante esos años, Karen Horney comienza a desarrollar sus teorías sobre la neurosis y la personalidad; en este periodo, entra en contacto con otros autores del momento como Erich Fromm y Harry Stack.

Las teorías desarrolladas por Horney resultan ser bastante críticas y opuestas a las teorías freudianas originales; crítica que le costó su expulsión del Instituto Psicoanalítico de Nueva York. Es entonces cuando funda, junto a otros disidentes, el American Journal of Psychoanalysis y el Instituto Americano para el Psicoanálisis, donde trabajó hasta su fallecimiento en 1952.

Karen Horney y su contribución a la psicología

Karen Horney sostenía que las diferencias entre hombres y mujeres se manifiestan a partir de diferencias en la educación y en la socialización; no en la biología, como venía defendiéndose desde hacía tiempo. Fue la precursora de la psicología feminista que mantenía que eran las diferencias de poder de género las que afectaban a la salud mental de las mujeres.

Horney se atrevió a contradecir la visión freudiana sobre la envidia del pene. Rompiendo con la tradición, defendía la idea de que lo que las mujeres envidiaban era el poder y los privilegios masculinos, no el pene.

También criticó el complejo de Edipo de Freud, al que ella consideraba un producto de la inseguridad en la relación de padres e hijos. Defendió el papel fundamental de las influencias ambientales en el desarrollo psicológico y consideraba que el narcisismo era el resultado de una baja autoestima y exceso de indulgencia en la infancia, no un trastorno psicológico.

Freud con Karen Horney

Un legado de peso

Karen Horney trabajó en contra las teorías que mantenían la naturaleza masoquista de las mujeres, su dependencia del amor, el dinero y la protección de los hombres. Consideraba que esta forma de pensamiento había conseguido que las mujeres pusieran demasiado énfasis en cualidades como el encanto y la belleza y que buscasen el significado de la vida a través de sus esposos e hijos.

Revolucionaria en diversos aspectos: desde su aportación a la psicología, con sus teorías sobre la neurosis o la personalidad, hasta su paso por la universidad en un periodo en el que la mujer quedaba relegada al ámbito doméstico. Sus afirmaciones y sus críticas, especialmente las vinculadas a Sigmund Freud, produjeron rechazo en un mundo que, quizás, se le quedaba pequeño.

En 1967, se publicaron de forma póstuma los 14 artículos que compusieron su obra Psicología femenina. Su trabajo y su obra influenció la psicología humanista y de la Gestalt, la psicoterapia, el psicoanálisis, la terapia racional emotiva de Ellis, el existencialismo y el feminismo.

Sin duda, Karen Horney dejó un legado inigualable, cuyo camino no fue fácil y estuvo marcado por la lucha constante. Una lucha interna, vinculada a su depresión, y una lucha externa como consecuencia de ser mujer y de lo difícil que era ser escuchada en un mundo de hombres.

 


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