La activación conductual en procesos de pérdida de peso
La activación conductual es más conocida para el uso de ciertos trastornos del estado de ánimo como la depresión. Sin embargo, este tipo de estrategias enfocadas a aumentar el repertorio de conductas puede tener más utilidades. Por ejemplo, en la denominada psiconutrición, la activación conductual puede ser una herramienta valiosa para lograr pérdida de peso.
Tanto el psicólogo como del nutricionista pueden jugar un papel igual de importante a la hora de orientar a la persona para que mejore su IMC (índice de masa corporal). Si bien es cierto que la adquisición de nuevos hábitos requiere un esfuerzo constante, la activación conductual puede servir como herramienta de apoyo.
La activación conductual
La activación conductual se sirve del contexto y la experiencia del individuo para estudiar las funciones que tiene su conducta en el momento presente. En el ámbito de iniciar hábitos saludables que conformen un nuevo estilo de vida, como es, por ejemplo, un proceso de pérdida de peso, puede ayudar a que el individuo incorpore nuevas formas de proceder a su repertorio conductual.
La estructura básica de un programa de activación conductual se basa en la activación. Pensemos que determinadas conductas pueden no ser motivadoras. No obstante, la realización de estas conductas es necesaria para conseguir resultados a largo plazo.
Dicho de otra manera, la realización de determinadas conductas que acerquen a la persona a la adopción de hábitos que necesita para conseguir su objetivo pueden no ir precedidas de la motivación suficiente. Sin embargo, esta motivación puede venir después, una vez que la conducta se haya realizado.
En resumidas cuentas, la activación conductual hace que se trabaje de “fuera hacia dentro”(buscando la motivación no en hacerlo, sino cuando se ha hecho), desglosando determinadas actividades para aumentar la probabilidad de que se instauren ciertas conductas en el individuo agente de cambio.
¿Cómo puede implementarse un programa de activación conductual en procesos de pérdida de peso?
La realización de autorregistros es de vital importancia para conocer el estilo de vida de los individuos. Es a su vez imprescindible recoger otros datos claves para el inicio de la activación conductual.
La presencia de un nutricionista o técnico en nutrición es de especial relevancia, puesto que el proceso de inicio de hábitos saludables y el mantenimiento de un peso saludable deben de relegarse también al profesional responsable de los conocimientos sobre alimentación.
La evaluación acerca de las habilidades que tiene la persona agente de cambio es también de especial interés para amoldar los primeros pasos hacia conductas que le acerquen a sus objetivos. Una vez que se conocen las competencias y las habilidades del individuo, puede procederse a la acción.
Para ello, se fijan pequeños pasos que le acerquen a sus objetivos, de forma que se instauren cambios de manera lenta pero constante. Ello evita en la persona la sensación de aburrimiento y la sensación de falta de recursos que promueven el estancamiento en la activación.
Beneficios de la activación conductual en procesos de pérdida de peso
Anteriormente he desglosado hábitos a instaurar en retos más pequeños. Siguiendo precisamente con este hilo, la persona, dividiendo cierto tipo de actividades, tiene la oportunidad de obtener el refuerzo que se deriva de cumplir las submetas o pasos intermedios, aumentado al mismo tiempo la probabilidad de que instaurar el hábito.
Entre los beneficios de la activación conductual podrían destacarse los siguientes:
- Proporciona a la persona un sentido de competencia y habilidad para la realización de ciertas tareas que pueden tornarse difíciles al principio.
- Aumenta la motivación de la persona una vez que se ha logrado la consecución del objetivo a realizar.
- Enseña otras habilidades más complejas o bien saca a la luz competencias de la persona con las que no contaba en un principio.
- Trabaja los pensamientos y emociones como elementos motivadores o inhibidores de la conducta objetivo, siendo el principal enfoque la realización de la conducta.
¿Qué actividades puede aumentar o enseñar en un programa de pérdida de peso?
Sabemos que cuando una persona decide someterse a un programa de pérdida de peso o mantener un peso saludable suele fijarse metas poco realistas. Por ejemplo, si una persona no suele hacer ejercicio, correr 20 kilómetros el día que quiere empezar a instaurarlo como rutina solo le va a llenar el cuerpo de agujetas que precisamente sean un obstáculo para repetir.
Es más, fijarse objetivos que se alejan fuertemente de la realidad actual puede generar una sensación de malestar y frustración. La persona puede pensar que no puede o no está capacitada, cuando el problema solo está en el plan que ha decidido seguir.
Realización de conductas deseadas en poco tiempo vs. objetivos realistas
La activación conductual ayuda a adquirir hábitos saludables. Con ello, la persona que desea el cambio observa en sí misma pequeñas modificaciones en su rutina sin que sus objetivos desborden su capacidad. Esto puede verse con los siguientes ejemplos:
- Una persona a la que le da vergüenza ir al gimnasio porque no sabe qué rutina de ejercicios realizar. Estima que solo conoce ejercicios para hacer durante 20 minutos y al mismo tiempo estos 20 minutos le parecen insuficientes para lograr su propósito. Con la activación conductual podría empezar realizando ejercicios durante esos 20 minutos, para ir poco a poco ampliándolos con ejercicios nuevos. Se trata de que el hacer, el ponerse en marcha, la activación sea lo que alimente o retroalimente la propia motivación.
- Alguien que decide cambiar sus hábitos alimentarios, pero no tiene las habilidades suficientes para cocinar. La activación conductual podría iniciarse con la organización de la cesta de la compra, evitando un cierto porcentaje de ultraprocesados.
- Una persona interesada en realizar ejercicio al aire libre, pero que teme que los demás se puedan reír de ella al demostrar torpeza. En este caso. La activación conductual podría iniciarse con paseos de poca duración.
Si en estos ejemplos, se realizara directamente la conducta pretendida (ir al gimnasio por una hora, no comer ultraprocesados y cocinar, salir a correr…), sin conductas intermedias y activación, lo más probable es que se realizase solo una vez.
En resumidas cuentas, la activación conductual no solo ayuda a que se realicen determinadas actividades que no se hacían con anterioridad, sino que también instaura a largo plazo las conductas que son deseadas.
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- Herrero, G. & Andrades, C.(2019). Psiconutrición. Editorial Arcopress (3 edición) (2019).
- Martel,C.R., Dimidjan,S. & Herman - Dum, R. Activación conductual para la depresión: una guía clínica. Desclée de Brower (2013)