La amabilidad no tiene que estar por encima de la asertividad
Ahora mismo puede que pienses “¿en serio? ¿Me estás diciendo que la amabilidad puede ser un problema de pareja? ¡Ya me gustaría que la mía fuese así!”. Pues, me reafirmo, pues como dice el cantante y comunicador Ricardo Arjona, “ese miedo idiota de verte viejo y sin pareja te hace escoger con la cabeza lo que es del corazón”. Ahí es cuando erramos.
Porque por muy increíble y absurdo que parezca, la amabilidad y cualquier sentimiento o emoción mal entendidos pueden ser un problema grave en una relación de pareja. Incluso la intención más noble puede tergiversarse y transformarse en dolor, rabia, incomprensión…
“Por eso no seremos nunca la pareja perfecta, la tarjeta postal, si no somos capaces de aceptar que sólo en la aritmética el dos nace del uno más el uno”
-Julio Cortázar-
¿Qué dice la ciencia?
Para entender los problemas que la amabilidad puede conllevar a una relación de pareja, es bueno conocer el estudio que un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto realizó hace unos años a este respecto.
En este sentido, la investigación demostró que la amabilidad puede ser un problema de pareja grave siempre que uno de los miembros tenga la incapacidad de rechazar. ¿Qué significa esto? Que debido la necesidad de sentir aceptación, la elección puede ser la de un perfil pleno de incompatibilidades.
Los seres humanos tenemos la necesidad de socializar. Además, somos empáticos en mayor o menor medida. Sin embargo, esta situación llevada al extremo puede propiciar que, por el simple hecho de evitar conflicto, un miembro de la pareja decida aceptar una situación que en realidad no es tolerable.
A lo largo del estudio, los investigadores descubrieron que ciertos perfiles con exceso de empatía y un alto grado de amabilidad sufrían serios problemas a la hora de elegir pareja por su incapacidad para rechazar, temiendo sentirse después culpables.
“Las personas que disfrutan relaciones satisfactorias y estables son seres equilibrados. No andan en busca de alguien que «llene un hueco». Reconocen su propia valía”
-Andrew Matthews-
La amabilidad convertida en un problema de pareja
Es evidente que el exceso de empatía y amabilidad puede conllevar serios problemas afectivos relacionados con malas decisiones en pareja. Una afección redundante que si se alarga en el tiempo, puede acabar en enfermedades y trastornos psicológicos graves. Por ello es importante tomar ciertas medidas:
- Aunque parezca insólito, es importante saber decir “no”. Siempre con cortesía, pero sin excesos, un rechazo a tiempo puede ser un ejercicio de salud mental importante. No todo el mundo sabe lanzar una negativa, pero es necesario hacerlo para evitar situaciones incómodas por el mero hecho de sentir aceptación y quedar bien en un entorno social.
- La amabilidad en una pareja puede ir asociada en muchos casos a sentimientos de culpabilidad. El hecho de anteponer ciertos intereses propios a los de tu pareja, siempre dentro de una coherencia, no pueden ser nunca motivo para sentir culpa.
- También hay casos en los que la amabilidad en un miembro de la pareja vienen asociados a la baja autoestima. Personas en exceso serviciales que en realidad esconden perfiles plenos de inseguridad que prefieren aceptar todo antes que no ser aceptados.
- Si observamos detenidamente, la culpabilidad, la incapacidad de decir “no” o la baja autoestima vienen siempre asociados a perfiles con una falta de seguridad en sí mismos que puede ser alarmante. En este sentido, hay casos graves que deben ser estudiados por un profesional, pues de seguir adelante provocarán afecciones psicológicas irreversibles.
¿Se pueden evitar estas situaciones?
Una pareja nunca debe ser un pozo de inseguridades y problemas. Aunque no pueda ser perfecta, sí que debe considerarse la relación con la persona amada como una situación que mejora tu calidad de vida. De lo contrario, tal vez sea buena idea replantear los términos de la situación. Para saber si esto es así, fíjate en ciertas actitudes como:
- Si eres una persona que cede de forma desinteresada constantemente, pero no recibes respuestas adecuadas al respecto. Si sientes que alguien abusa de tu amabilidad y buen trato, tal vez debas replantearte la situación.
- La amabilidad sana suele ir unida al optimismo. No obstante, tal vez tu pareja sienta molestias en este sentido. Puede tener la imagen de que su pareja es ingenua o incluso “tonta” por exceso de bondad. Si esto llega a un grado extremo, hay motivos para dudar.
- Si observas que tu pareja no te toma en serio y piensa que tu amabilidad simplemente responde a una pose de falsa felicidad, tal vez no estás con la persona adecuada.
- Si tu pareja no refuerza tu personalidad y optimismo y se convierte en fuente de inseguridad para ti, ninguneando tus postulados, tu estilo de vida y tu forma de ser, debes preguntarte si es el perfil ideal para ti.
En definitiva, si algo tan bonito y admirable como la amabilidad puede llegar a convertirse en un motivo de infelicidad y problemas de pareja, es evidente que algo está fallando en esa relación.