La amistad con robots
Nuestra vida ha cambiado rápidamente en estos últimos años. Se ha hecho más rápida, más exigente y más solitaria. Parte de esto se debe a que la tecnología ha avanzado mucho y todos estamos muy conectados. El problema es que esta conexión es cada vez más virtual y menos humana. Nos vemos poco, nos sentimos poco y nos abrazamos aún menos. Lo que sí ha aumentado es nuestra interacción con los robots.
Existen todo tipo de robots. Ahora hay una máquina que nos espera con el pan calentito en las mañanas, otra que sabe qué música nos interesa escuchar según nuestro estado de ánimo y así te puedo nombrar muchas más.
¿Estás sustituyendo tus vínculos?
Cuando vas para el trabajo no saludas a mucha gente en el camino, ¿o sí?. Ahora todo es hecho por un robot. Están en todos lados y se han transformado en tus amigos , incluso si no se parecen a los robots de las películas de ciencia ficción. Te ayudan a todo, son muy eficientes y nunca se quejan. ¿Tú también te has acostumbrado a estar con ellos? ¿Cuál debe de ser la función de un robot?
Esta es una pregunta que muchos se han hecho últimamente. Después de que hace unos años se lanzaran al mercado mascotas virtuales que han tenido mucho éxito, esa pregunta se escucha cada vez más. Quizá alguna vez te has preguntado “¿Estoy loca porque adoro esta máquina que hace tal tarea por mi?” Lo cierto, es que ya no podríamos vivir sin la mayoría de estas máquinas.
Tanto estas mascotas virtuales como los aparatos tecnológicos que hoy existen nos han acercado a quienes viven a kilómetros, pero nos alejan de quien está a unos cuantos pasos. El problema está en si nosotros realmente hemos elegido esto y en si es realmente lo que queremos.
¿Cómo ver a los robots?
Es muy cuestionable su función como compañía. Hay muchos estudios sobre nuestro comportamiento y nuestra respuesta ante la presencia de robots. Eso hace que haya varias versiones sobre su utilidad como compañía.
El aspecto que tengan es muy importante. Se han realizado estudios que demuestran que si son muy diferentes, los rechazamos para cumplir esta función. Pero, si son muy parecidos, también, porque generan temor y miedo. Parecen personas sin vida pero que ¡si viven! Por eso, los robots de compañía se han diseñado para qeu tengan una apariencia animal.
Los primeros robots se diseñaron con forma de perro y gato. No fueron muy aceptados y no tuvieron éxito porque se los comparaba con los reales. Al no comportarse como tales, no tuvieron éxito porque se prefirió a los de verdad.
Los robots más exitosos han sido un dinosaurio bebé y una foca bebé. Como no se conocen mucho sus costumbres o hábitos, no se los ha cuestionado y se los ha aceptado tal cual son. Inicialmente eran para los más pequeños. Para que interactúen con ellos.
Uno de los grandes problemas que presentaban era que realizaban siempre las mismas cosas y reaccionaban de la misma forma, entonces se le pueden ahora descargar actualizaciones para que varíe su comportamiento. Pero los niños se aburren luego de pasada la novedad, no pueden soportar la presencia incondicional y monótona de un robot.
La empatía y los robots
La empatía es la identificación mental y afectiva con el estado de ánimo de otra persona. Es algo que aprendemos desde bebés. En el inicio de nuestras vidas seguimos con la mirada todo lo que pasa a nuestro alrededor. Al crecer comenzamos a sacar ciertas conclusiones lógicas. Por eso es muy difícil que un niño acepte mucho tiempo la compañía de un robot.
Con el paso del tiempo, el niño necesita incorporar conocimientos de su entorno. Si tiene como mascota un robot que siempre está igual y hace lo mismo, que no avanza en su crecimiento y mantiene constante su apariencia física, tendrá dificultad para comprender la evolución de la vida.
Para los ancianos es diferente. Ellos pueden aceptar con mayor facilidad a los robots y seguramente pueden incorporarlos a sus vidas. Hay muchos ancianos que están en casas de salud solos o con problemas mentales. La compañía de una mascota de este tipo, que sea tierna y cariñosa, a falta de algo mejor, o sencillamente de algo, les puede venir muy bien.
La imagen no lo es todo
La imagen que tengan los robots no va a ser lo que los condicione para ser aceptados. Su utilidad y el entretenimiento que brinden serán las virtudes más juzgadas. Pero considero que no debemos dejar que nos sustituyan y buscar y brindar siempre la compañía humana.