La heminegligencia o cómo la mitad de nuestro cuerpo deja de "existir"

Imagina que un día despiertas y de repente te das cuenta de que el mundo es un poco diferente a cómo lo veías antes. Ahora sólo percibes algunas cosas de las que normalmente ves. Descubre qué es la heminegligencia
La heminegligencia o cómo la mitad de nuestro cuerpo deja de "existir"
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 21 noviembre, 2023

¿Has oído hablar de la heminegligencia? Se trata de un tipo de alteración que ocurre de manera frecuente en las personas que han sufrido daño cerebral. Si intentamos ir a la raíz de la palabra, podríamos intuir su signidicado. No obstante, hay muchos tipos diferentes de heminegligencia.

El morfema “hemi-” nos habla de la mitad de algo. En este caso nos referiremos a nuestro campo visual. La “-negligencia” nos habla del descuido o la falta de atención hacia algo. Un descuido que nos lleva a cometer errores que implicarían riesgo para uno mismo y para su entorno.

Si acercamos este concepto al mundo del daño cerebral entenderemos que la heminegligencia implicaría una falta de atención a la mitad de nuestro cuerpo. Más concretamente implicaría la desatención absoluta hacia todo estímulo (auditivo, táctil, visual…) que acontezca en esa mitad de nuestro cuerpo.

La heminegligencia y su poder para hacer desaparecer lo que está a nuestra izquierda

De alguna manera es como si no vieran lo que acontece en esa mitad de sus cuerpos. Resulta curioso comprobarlo, ya que esta es la sensación que se nos queda cuando estamos hablando u observamos a un paciente que tiene heminegligencia.

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En verdad, perciben perfectamente el estímulo que se les presenta en ese campo visual. El problema radica en la atención. Ellos no atienden a esa parte de su cuerpo. Es como si dejara de existir. Pero cuando se les insta a que focalicen su atención hacia ese lado lo acaban percibiendo perfectamente. Sea el estímulo que sea, son conscientes de él.

Como ya sabemos en nuestro cerebro se pueden apreciar dos hemisferios diferentes. Cuando hay un daño cerebral en uno de los hemisferios se ve afectada especialmente la parte de nuestro cuerpo que se sitúa en oposición al hemisferio que ha sido dañado. Es decir, se ve afectada la parte contralesional de nuestro cuerpo.

Cuando el hemisferio derecho se daña, nuestro lado izquierdo se resiente

Por tanto, si el daño ha ocurrido en el hemisferio derecho, la parte más afectada probablemente será la izquierda. Por el contrario, si el daño ha acontecido en nuestro hemisferio izquierdo, la parte derecha de nuestro cuerpo se verá afectada. Esta afectación corporal puede ser desde una hemiparesia (parálisis parcial) hasta una hemiplejia (parálisis total) entre otras.

Normalmente la heminegligencia ocurre en las lesiones que han aparecido en el hemisferio derecho. Suele ser lo más común. Por tanto el lado izquierdo es el que se ve afectado. Un lado al que los afectados dejan de prestar atención porque es como si hubiera dejado de existir. No se orientan hacia su lado izquierdo ni son capaces de responder ante lo que se les presenta en esta zona.

La atención de los pacientes con heminegligencia se centra solamente en el lado que es controlado por su hemisferio cerebral sano. En su mayoría, el lado derecho. Es muy frecuente, percibir que no nos escuchan cuando les estamos hablando desde su lado izquierdo. En cambio esto cambia radicalmente cuando les decimos lo mismo, pero esta vez desde su lado derecho.

Las estrategias de compensación son las más eficaces para tratar la heminegligencia

“¡Ay no te había visto! ¡Perdóname!” suele ser la reacción más habitual cuando esto sucede. Por tanto uno de los trabajos que se realiza desde la neuropsicología es trabajar con esa atención que está totalmente “dañada”. ¿Cómo? Ayudándoles a redirigirla hacia el hemiespacio contralateral de la lesión.

Doctor

También hemos de incrementar la conciencia que tienen de este déficit. Ya que en muchas ocasiones la hemiglegiencia viene acompañada de anosognosia. Ese fenómeno por el cual el paciente no es consciente de sus dificultades.

Por ello hemos de ayudarles a tomar conciencia de su dificultad. Ya que de esta manera podrán compensarlo y convertirse sus propios guías cuando no encuentren lo que están buscando. Probablemente eso que no encuentren esté en su lado izquierdo, el lado que “dejó de existir”.


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