La importancia del cerebro maternal
El cerebro maternal es el cerebro de las mujeres que, en el momento de quedarse embarazadas, sufre diversos cambios; transformaciones que evolutivamente tienen sentido porque ayudan a cuidar mejor del futuro bebé. Pero actualmente estos cambios implican esos efectos secundarios, esas molestias, que resultan un incordio durante el embarazo.
Con estos cambios nos referimos a la potenciación del olfato, que da lugar a que las futuras madres sean más susceptibles a ciertos olores. También a las náuseas, sobre todo las matutinas, o la aversión a diferentes alimentos. Incluso el cansancio, los cambios emocionales y el aumento de la temperatura corporal, que son algunos de los signos más molestos del embarazo.
En este artículo veremos que todos estos cambios son adaptativos y tienen una sencilla explicación: el desarrollo del conocido como el cerebro maternal. Unos cambios que antiguamente eran muy importantes para evitar los depredadores y cuidar de los bebés, pero que ahora no son más que molestos efectos secundarios del embarazo.
“Si el cerebro fuera tan simple que pudiéramos entenderlo, seríamos tan simples que no lo entenderíamos”
-Lyall Watson-
Los cambios en el cerebro maternal
Los cambios en el cerebro maternal no surgen de un día para otro, es un proceso que comienza desde el embarazo y perdura durante la lactancia. Las áreas cerebrales implicadas en el control de la empatía, la ansiedad y las relaciones sociales son las más afectadas. En otras palabras, esos sentimientos maternos de amor abrumador, protección feroz y preocupación constante comienzan con reacciones en el cerebro.
Estas reacciones, que convierten al cerebro en el cerebro maternal, son de dos tipos:
- Unas estructurales, que cambian las conexiones neuronales de diversas áreas.
- Otras funcionales, donde los cambios hormonales son los principales protagonistas del cambio en el funcionamiento cerebral.
Estos cambios han sido estudiados recientemente por un equipo americano liderado por el famoso neurólogo Pilyoung Kim, de la Universidad de Denver. En sus estudios, recogidos en varios artículos como: “The Real ‘Mommy Brain’: new Mothers Grew Bigger Brains Within Months of Giving Birth”, nos los relatan.
Los cambios estructurales
Estos cambios estructurales podrían ser los responsables de algunos de los rasgos distintivos de la maternidad. Uno de estos rasgos es el de la motivación que las madres tienen para cuidar de sus bebés y protegerles para que no les pase nada.
Las áreas afectadas por estos cambios no se encuentran en un único lóbulo del cerebro. Están las regiones cerebrales que apoyan la motivación materna (hipotálamo), las áreas de recompensa y procesamiento de emociones (sustancia negra y amígdala), el lóbulo encargado de la integración sensorial (lóbulo parietal) y las áreas de razonamiento y juicio (corteza prefrontal).
Pero estos cambios tienen su contrapartida. Al aumentar las conexiones, sobre todo en la amígdala, la regulación de nuestras emociones se ve afectada. Por eso es muy común que después del embarazo o durante el mismo haya cierta incontinencia afectiva y que esta no se deba solo a las hormonas. Además, el hipotálamo y la amígdala intervienen en los olores, las náuseas y la regulación de la temperatura corporal.
Cambios funcionales
Después del parto, el aumento de los niveles de oxitocina y prolactina estimulan la conducta del cuidado del bebé por parte de las madres . También resulta muy importante la zona donde se encuentran estas hormonas. Se ha demostrado que, si son escasas sobre todo en las zonas de la corteza prefrontal y la amígdala, pueden dar lugar a las depresiones post-parto.
En concreto, los autores del artículo afirman que, los cambios hormonales en las regiones del razonamiento y el refuerzo, implican reducciones del aprendizaje y la gratificación durante el post-parto, lo que propiciaría este tipo de depresiones.
“Cuida de tu cerebro que tu cerebro cuidará de ti.”
-Anónimo-
¿Y si yo no sufro esas molestias?
Si eres una de las pocas mamás afortunadas que no ha sufrido esas molestias durante el embarazo, no te preocupes, es algo normal. El desarrollo cerebral es distinto en cada uno de nosotros y, por tanto, el desarrollo del conocido como el cerebro maternal no iba a ser una excepción.
Aunque este cambio neuronal es más común con el primer bebé, no tiene por qué ser así. Los cambios hormonales que influyen en el funcionamiento cerebral pueden ser muy diferentes en cada embarazo. Además, no todas las futuras madres necesitan que estas áreas cerebrales o su funcionamiento cambie. Esto es así porque son mujeres que ya tienen desarrolladas las características esenciales del instinto maternal.
Por ello, la ciencia ha comenzado a explicarnos el porqué de los síntomas secundarios más molestos del embarazo. Pero, aunque queda mucho por investigar sobre este tema, el cerebro maternal es un gran descubrimiento que abre nos permite comprender un poco mejor los fenómenos que se dan durante la maternidad.