La incomprensión del sufrimiento mental

Los trastornos psicológicos, y en concreto sus cuadros clínicos, son auténticos desafíos para las personas que los padecen. Hablamos de esas variables alrededor de la persona con un trastorno mental que muchas veces no se tienen en cuenta.
La incomprensión del sufrimiento mental
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 25 marzo, 2021

Se estima que cerca de un 10,8 % de la población presenta algún diagnóstico de trastorno mental. Esta cifra, ya de por sí alarmante, se ve incrementada de forma importante si tenemos en cuenta a las personas institucionalizadas y a aquellas que, aunque presentan síntomas, no han consultado por ellos o no han recibido un diagnóstico. Por ello, resulta paradójico que aún exista una incomprensión del sufrimiento mental tan generalizada.

Cada vez oímos hablar más de enfermedades como la depresión o la ansiedad crónica (algo esperable si tenemos en cuenta su elevada prevalencia). Aparentemente la sociedad va admitiendo la existencia de estos cuadros clínicos y del impacto que tienen en la vida de las personas que los presentan.

Sin embargo, todavía no sabemos abordarlas adecuadamente cuando se aparecen en nuestro entorno cercano; y esta falta de empatía, de conocimientos o de recursos lleva a que las personas que las sufren se enfrenten además con la incomprensión, el juicio y el sentimiento de soledad.

Mujer con depresión en la cama

La incomprensión del sufrimiento mental por parte del entorno

Padecer trastornos de ansiedad, alteraciones del estado de ánimo, desórdenes de la conducta alimentaria o cualquier otra patología mental es desafiante. No solo por las consecuencias directas derivadas de la enfermedad, sino también por la dificultad para encontrar el apoyo necesario.

Por desgracia, la incomprensión comienza muchas veces por los mismos profesionales de la salud: bien sea por el escaso tiempo de consulta con el que se cuenta en los servicios públicos, por un diagnóstico equivocado o por el excesivo peso otorgado a los fármacos frente a las escasas posibilidades de psicoterapia disponibles.

En definitiva, muchas personas no encuentran la orientación y el acompañamiento profesional que necesitan. E incluso en ocasiones, son diagnosticadas con ansiedad, depresión o cualquier otra etiqueta sin tener en cuenta que, con frecuencia, sus reacciones son comprensibles y esperables en el marco de la sociedad en la que vivimos.

Sin embargo, es la incomprensión del sufrimiento mental por parte del entorno cercano la que más afecta. Y es que las reacciones de familiares, amigos, conocidos y compañeros no siempre son las más adecuadas. Así, suelen manifestarse diferentes posturas:

Minimizar el problema e invalidar las emociones

La reacción inmediata y natural de muchas personas al escuchar el relato de la persona que padece el trastorno es restarle importancia. Así, emplean frases como: “te ahogas en un vaso de agua”, “todos tenemos problemas”, o “es una mala racha, ya se te pasará”. Pero esto, lejos de ayudar a la persona a relativizar, únicamente le hace sentirse más sola, incomprendida e invalidada.

Culpar al enfermo

Otra respuesta muy común consiste en culpabilizar a la persona enferma por su padecimiento. “Tienes una actitud muy negativa, así nunca vas a salir de esto”, “no haces nada en todo el día, tienes que salir y distraerte”, “no comes porque no quieres”… Estas y otras afirmaciones frecuentes solo reflejan la incomprensión del sufrimiento mental que todavía está presente. Pero lejos de ser inocuas, incrementan notablemente el malestar emocional de la persona enferma.

Estigmatizar

Por último, suele darse otra postura igualmente dañina. Esta consiste en estigmatizar a la persona, comenzar a definirla por su trastorno y no por quien es; y, en lugar de empatizar con ella, recomendarle que busque ayuda profesional. Es decir, se delega la responsabilidad de cuidado y se deja al individuo solo frente a su problemática.

Hombre preocupado enfermedad

¿Cómo evitar la incomprensión del sufrimiento mental?

Para evitar todo lo anterior, muchas personas que sufren trastornos psicológicos optan por ocultar su padecimiento y tardan en buscar ayuda. Por ello, si alguien de tu entorno se encuentra en esta situación, opta por las siguientes medidas:

  • Escucha. Interésate genuinamente por lo que piensa, siente y experimenta la persona para poder comprenderlo.
  • Empatiza. En lugar de juzgarla o culpabilizarla, trata de ponerte en su piel y trátala como te gustaría ser tratado.
  • Sé paciente. Los trastornos psicológicos pueden llevar a las personas a mostrarse irritables o actuar de forma dañina o incomprensible. Recuerda que el mayor sufrimiento lo están padeciendo ellos.

Es cierto que la ayuda profesional se hace indispensable en muchas ocasiones. Así, es positivo que alientes a esa persona a recurrir a los recursos a su alcance. Sin embargo, el apoyo del entorno es fundamental; por ello, implícate y muéstrate disponible para acompañarlo en el proceso. Obtener comprensión y apoyo mejora significativamente las posibilidades de recuperación.


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