La leyenda de Odiseo, un héroe ingenioso
La leyenda de Odiseo nos habla del más humano de los héroes griegos, famoso por su ingenio y protagonista de la famosa Odisea, de Homero. Pasó por innumerables aventuras y siempre fue admirado por su astucia. Nació un día en que su madre fue sorprendida por la lluvia en el camino. La palabra “Odiseo” significa ‘Zeus llovió por el camino’.
Nació en Ítaca y fue rey de Ítaca. Se dice que fue discípulo del centauro Quirón. Desde muy niño comenzó a vivir una serie de aventuras. Sin embargo, la leyenda de Odiseo adquiere trascendencia a raíz de la Guerra de Troya, de la cual fue protagonista. Para cuando comenzó esa contienda, ya él estaba casado con Penélope y tenía a su hijo Telémaco.
Para eludir la obligación de ir a la guerra, fingió estar loco, pero su farsa fue descubierta y se vio forzado a partir. La leyenda de Odiseo cuenta que primero acompañó al instigador de la guerra, llamado Menelao, para conseguir un arreglo pacífico. Como no lo consiguió, participó activamente en los preparativos de la contienda.
Odiseo vivió muchas aventuras durante la guerra y siempre se destacó por su capacidad para hacer frente a cualquier situación. Fue él quien inventó el ardid del famoso “caballo de Troya”, que llevó a la victoria a su ejército. Sin embargo, la leyenda de Odiseo se hace mucho más interesante durante el regreso de su patria, Ítaca, después de vencer en Troya.
“Ningún hombre o mujer nacido, cobarde o valiente, puede eludir su destino”.
-Homero-
El regreso a Ítaca en la leyenda de Odiseo
Uno de los aspectos más destacados de la leyenda de Odiseo es el cúmulo de dificultades que tiene para regresar a su tierra natal. Tardó diez años en la guerra y otros diez para volver a Ítaca.
Muchos piensan que el de Odiseo es el mito del exiliado porque recoge la experiencia de estar lejos del lugar natal y de los seres amados, unido a la dificultad para volver.
Poco después de emprender el viaje de regreso, Odiseo tuvo un enfrentamiento en la isla de los Cicones, del cual no salió muy bien librado. El viento comenzó a soplar fuertemente y lo desvió de su ruta hacia Ítaca, por lo que llegó a la isla de los lotófagos, llamados así porque solo comían flores de loto.
Ese alimento los llevaba a olvidar el pasado y a vivir siempre felices y en paz. Los hombres de Odiseo lo comieron y olvidaron todo. Este tuvo que llevarlos por la fuerza al barco, hasta que el efecto pasara. Luego llegaron a la isla de los cíclopes, seres con un solo ojo. Allí tuvo que enfrentarse a un gigante, hijo de Poseidón. Lo venció dejándolo ciego y engañándolo, por lo que el monstruo clamó venganza.
Nuevas aventuras para Odiseo
Cuenta la leyenda de Odiseo que este siguió navegando con sus hombres y así llegó a la isla del rey de los vientos, Eolo. Este atrapó todos los vientos en un odre y se lo regaló al héroe para que pudiera regresar a Ítaca. Ya estaban cerca de la patria cuando los marineros abrieron el odre, pensando que contenía un tesoro, y así se desató una gran tempestad que los alejó de su anhelado destino.
Después gran parte de la tripulación de Odiseo pereció en una isla de gigantes caníbales. Luego encontraron la isla Eea, donde lloraron sus desventuras. Allí vivía la bella hechicera Circe que transformó a algunos de los tripulantes en cerdos. Odiseo, con la ayuda de Hermes, logró rescatarlos y ganó el respeto de la bruja, que los alojó a todos durante un año y les dio instrucciones para rehacer su travesía.
Siguiendo los consejos de Circe, Odiseo y sus hombres lograron resistir a las sirenas, a las rocas erráticas y a los monstruos llamados Escila y Caribdis. Sus hombres fueron castigados por comer del Ganado del sol y Ulises quedó solo y sin embarcación. Así llegó a la isla en donde vivía la hermosa Calipso.
El regreso a Ítaca
Calipso se hizo cargo de Odiseo. Lo confortó y lo cuidó hasta que se repuso de todos sus males. La isla de esta diosa era todo un paraíso; sin embargo, el héroe solo soñaba con volver a su hogar, con su esposa y su hijo. Sin embargo, y por obra de Poseidón en venganza por lo que le habían hecho a su hijo, Odiseo estuvo ocho años en esa isla.
La diosa Atenea, que tenía en gran aprecio al héroe, habló con los demás dioses para que Calipso dejara ir a Odiseo, quien lloraba todas las tardes añorando su hogar. Aunque Calipso quiso resistirse, se le amenazó con un castigo y entonces dejó ir a su huésped. Poseidón siguió castigándolo con huracanes y tormentas, pero nuevamente Atenea le ayudó y así llegó a la isla de los feacios.
El rey de Feacia, y gracias a la intervención de la princesa, por fin dispuso todo para que Odiseo volviera su hogar. Le brindó una nave y tripulación para que llevaran al héroe hasta Ítaca. Finalmente, con la ayuda de su hijo Telémaco, el héroe volvió a reunirse con su amada Penélope, quien lo había esperado 20 años siendo fiel a su amor.
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- Castillo Didier, M. (2003). El mito de Odiseo. Atenea (Concepción), (487), 11-23.