La psicología aplicada a la investigación criminal
Cuando hablamos de psicología aplicada a la investigación criminal en realidad estamos hablando de un conjunto de disciplinas que juntas conforman la llamada psicología criminal. Esta rama de la psicología contempla áreas de interés como la victimología, análisis de la escena del crimen o la criminodinámica.
Esta ciencia se desenvuelve en una amplia gama de procedimientos como la autopsia psicológica, trazado de perfiles, análisis operativos de casos, etc. Las áreas de desarrollo de la psicología criminal son muchas, de modo que es considerada una herramienta importante en la investigación criminal.
Análisis del sitio del suceso, modus operandi y evaluaciones psicológicas
Una de las muchas funciones del psicólogo criminalista está orientada al acompañamiento del investigador policial en las entrevistas con víctimas, testigos y personas sospechas de un delito. Se hace a fin de evaluar el estado mental del entrevistado y los posibles factores psicopatológicos que puedan estar presentes en ellos.
De la misma manera, la psicología aplicada a la investigación criminal aporta un análisis interpretativo del lugar del suceso y del modus operandi o firma del criminal. Este último se refiere al patrón conductual exhibido por el autor del crimen. También de su predictibilidad, ya que es un comportamiento con tendencia al cambio si es reiterativo.
Los psicólogos criminalistas realizan, además, evaluaciones psicológicas reconstructivas o retrospectivas. Estas evaluaciones combinan conocimientos forenses con el análisis clínico de salud mental. Su función principal es la creación de autopsias psicológicas y análisis de muertas equívocas, siendo especialmente útiles en el trazado de perfiles criminales.
Trazado de perfil criminal
El trazado de perfiles criminales es una técnica que intenta predecir el comportamiento humano en relación al delito. Por ejemplo, el análisis y la interpretación de evidencias encontradas en la escena de un crimen o en el modus operandi pueden apuntar a un tipo de personalidad del criminal o, lo que no es menos valioso, contribuir a descartar a otros.
Suele trazarse en cuatro etapas:
- Etapa 1. Es en la que se obtiene la información. Cuantas más fuentes de información más preciso será el perfil. Se hace a través de testimonios, inspecciones, informes policiales, etc. Se recopilan también la información forense, causa de la muerte, lesiones pre y post mortem, actividad sexual y análisis toxicológico.
- Etapa 2. Es en la que se clasifica el delito con toda la información relativa al caso. Se clasifica el delito en base a los manuales policiales y de investigación. Se tienen en cuenta variables como riesgo para el agresor, duración del delito e intentos previos.
- Etapa 3. Se reconstruye el delito y se hacen las primeras hipótesis de lo sucedido. De esta fase sale definido el modus operandi. Aquí resulta importante también la creación del perfil geográfico. Los elementos a analizar en esta fase son muchos. Por ejemplo, selección aleatoria o no de la víctima, control ejercido sobre ella, la puesta en escena y el tipo de delito (organizado o desorganizado). Este último dato aporta información decisiva para el trazado del tipo de personalidad.
- Etapa 4. En esta etapa es cuando se elabora el perfil criminal. Debe incluir aspecto físico, procedencia, ambiente sociocultural en que se desenvuelve. Su nivel académico o laboral, habilidades intelectuales y capacidades físicas. Se describen también los hábitos del delincuente y sus comportamientos pre y post delito. Es en esta fase donde finalmente se dan las recomendaciones a seguir a los investigadores.
Psicología criminal: la psicología aplicada a la investigación criminal
Los perfiles criminales se trazan en base a evidencias. Una de las más significativas, cuando aparece, es aquella relacionada con lesiones postmortem que sean compatibles con una posible tortura, sadismo o rituales. Además, en este tipo de investigación se tienen muy en cuenta los parámetros geográficos y la vinculación con otros casos.
Para complementar este trabajo de campo, existen algoritmos complejos, como el de la Universidad de Duke. Este último utiliza redes Bayesianas de probabilidad. Estos programas facilitan una información muy valiosa en el trazado de perfiles que dejan poco margen de error.
En general se tiene la imagen mental del psicólogo como terapeuta. La persona a la que se acude a consulta para tratar de resolver el conflicto psicológico o para prestar ayuda en el desarrollo de habilidades que hagan la vida de sus clientes más adaptativa y en definitiva más feliz. Pero la psicología criminal es otra rama de la psicología diferente a la clínica.
La psicología aplicada a la investigación criminal es una las caras más apasionantes de la psicología donde los profesionales de este sector pueden aplicar sus conocimientos en el beneficio común e indirecto de muchas personas. Una ciencia que sigue evolucionando, que requiere de conocimientos técnicos y también de mucha intuición.